Cubierta del último Freek!
El número de julio-agosto de la revista Freek! viene supersicotrónico. Ya de entrada, en la pasta, aparece Jess Franco, el cineasta español más amado por los frikis y más cachondo. Dentro, también entrevistan a más freaks, como Máximo Pradera (el hombre se lo ha ganado a pulso), a Pedro Temboury o al dibujante de historietas M.A. Martín, sin duda el más psychotronic de nuestros historietistas.
El Martín, en la entrevista, responde lo siguiente cuando le preguntan por su 'sensibilidad' para abordar obras como 'Snuff 2000':
"No se es más sensible por dibujar historietas lloronas que otras de acción, sexo o humor. Habitualmente se confunde sensibilidad con sensiblería o cursilería. Me sorprende que se diga de ciertos productos [comics] que son sensibles cuando no hay en ellos más que vacuidad, impostación y superficialidad evidentes. Estamos sumergidos en una cultura del narcisismo que, a todas luces, está ofuscando las emociones de la gente, supuestos artistas incluidos, y se confunden sentimientos con caprichos de niños mimados y profundamente memos"
¡Toma!
Por cierto que está plagada de reseñas sobre discos, conciertos y bandas raras y tal, y hablan de carpetas de discos o de libros con diseños supercurrados. Internet, libros y cine son pastizales para sus críticos hocicudos, que también le dan caña a 'Batman Begins' ("popurrí de extravagancia informática sin pies ni cabeza", le dicen). Así mismo sale, como siempre, Brieva. ¿Qué otra revista podría brindarte un artículo en plan dossier sobre el nacimiento y evolución de los pin-ball y sus deseadas 'bolas extra'? ¿O qué publicación, hoy, te habla seriamente de la psicotronía, tratando a los cutres como lo que són?
Sólo Freek!
¡Joder, pero si hasta refieren la vida y obra de Don King, aquel mánager de boxeo de pelo eternamente electrizado!
Quienes buscaron afanosamente 2000 maníacos o los Mondo Bruto más bestias, no se pierdan este número de Freek!
Freek!, 14, La Mota Ediciones, Sevilla, 2005
Revista de información con lomo, 54 pp., color.
