martes, 24 de junio de 2008

LOS GUARDIANES DEL MASER, DE NORMA

LOS GUARDIANES DEL MASER, 1-2. La enésima torre

Por Antonio Santos (La voz en el desierto, entrega 56)


En el TAROT, misteriosa ciencia adivinatoria, el ARCANO MAYOR de LA TORRE representa desastre y desagracias, simbolizando el orgullo y la obra humana abatida. Pese a esto, la torre posee un atractivo poderoso e irresistible; supone misterio, meta, y su presencia consta en numerosas obras. Desde ROBERT BROWNING, siguiendo con la saga de EL MUNDO DEL RÍO y terminando con LA TORRE OSCURA de STEPHEN KING, los ejemplos cunden y, cada cual, trata de desarrollar su carga de símbolo y misticismo con irregular suerte y talento.

También este tebeo (bello cómic) versa sobre la búsqueda de una torre, de la cual dimana sabiduría y poder, así como tragedia y catástrofe.

Datos técnicos.-

Los guardianes del Maser. Lujoso tomo que agrupa los dos primeros volúmenes (LA SEGUNDA LUNA y LA ISLA DE LOS ENANOS), todo cocinado con soberbia destreza por MASSIMILIANO FREZZATO, con un estilo BISLEY desleído. Publicado por EDITIONS USA, en 1996 y 2000, y en España por NORMA EDITORIAL en 2004. Rotulado por: ALBER AGUT. ISBN: 84-8431-967-9. Contiene 120 satinadas páginas. Tapas de cartón. Importa: 20 euros.

De qué va.-

Acuático y fabuloso planeta KOLONIA: tras la glaciación, sucede una breve y pujante era de hipertecnología. Tras este fulgor, su sociedad decae al barbarismo.

El líder de una aislada colonia de supervivientes decide partir en pos de la Torre donde todo se gestionaba, con el fin de restablecer la comunicación entre el eje del poder y las comunas dispersas.

Pero el hombre propone y Dios dispone. La aventura se complica.

Incomparable marco...-

…para una historia que, nos lamentamos, no está bien narrada. No es que sea mala, o que carezca de interés. Al parecer, Frezzato (quien, en cada viñeta, nos da una lección magistral de dibujo y color), estaba tan absorto fijando los principios artísticos de su particular mundo, que descuidó la narración. El lector se siente, en algunas páginas, perdido, o disperso, tratando de situar al elenco y el porqué de ciertas situaciones, esfuerzo que le roba atención para comprender otros aspectos de la historia.

Por un lado, Frezzato recrea unas bellas, y casi oníricas, estampas de un mundo distante con ingredientes de amable comedia, mientras que, por otro, habla de un despiadado despojo de civilización y tecnología residual, siendo incapaz de encontrar el término medio. Por otra parte, los personajes tampoco acaban de calar en la estima del lector. El héroe (o la heroína) no está focalizado. Tomemos estos ejemplos: el líder que parte en pos de la torre es un saqueador sin entrañas, pero caracterizado como un bonachón o cascarrabias ABUELO DE HEIDI, o algún tipo de enano DISNEY, que, aunque gruñón, luego resulta tener un corazón de oro; el que suponemos el héroe de acción es un torpe inútil, revestido de los tics del género de supervivientes (misántropo, áspero, ataviado casi con harapos, posesivo, avezado, incapaz de sentir remordimientos), que no se aclara. Quizás Frezzato perseguía ese efecto a posta, pero el personaje emite una sensación de actividad totalmente contraria.

Leal al canon, incorpora una hermosa fémina (la de la portada), llena de carácter y recursos que, de la lectura, deducimos que es entregada al sacrificio pagano y fáustico de la virgen para pagar, a terribles dioses o demonios sanguinarios, alguna oscura sabiduría. La gran amenaza de este WATERWORLD resultan ser las acciones imprudentes y conductas temerarias, díscolas, de los protagonistas, tatuados y tarados por unos experimentos genéticos de propósito desconocido, más que la surtida fauna de enemigos “humanos” o animales que pueblan estas islas, envueltas en brumas, o rodeadas de aguas turquesas.

Escatológico.-

También hay gusto por ciertas bromitas sobre las heces y las defecaciones que logran concitar la repelencia. Tratando de “marcar la diferencia”, Frezzato ha elegido el más rectal argumento para hacerlo. Es una verdadera pena que tantísimo esmero, cuidado y magnífico ARTE, casi se vea deslucido por estas ocurrencias que, quizás en Francia, hogar original de la publicación, hayan arrancado vítores admirativos, pero, en particular, a vuestro scriptor, le ha parecido una cosa soez, censurable. Es esa vulgaridad latina, quizás tan afecta en la patria del autor, o en las planicies galas (y hasta nuestras tostadas tierras castellanas), que nos desluce ante ese frío estoicismo británico, o aún la altanería americana, también tan proclives a lo basto, pero que prefieren señalar de nosotros para desprestigiarnos, antes que admitir los suyos.

Había formas mejores de destacar (¿no bastaba el dibujo?) que teniendo que recurrir a estas guasas de guardería. Pero Frezzato parecía no querer hacerle el juego al yanqui (cuyo sentido del relato y el tratamiento de los personajes, por lo general, suele estar mucho más cuidado y elaborado) y hace esta desafortunada estridencia que empuerca su gran labor.

Idiosincracia.-

No vamos a postular diciendo que todo cuanto sale de las prensas de MARVEL o DC COMICS (por ejemplo) es gloria bendita, y debemos alzarle altares por eso, porque también ellos van despachados, cometiendo deslices de largo-largo alcance que recortan sus laureles, los bajan de los pedestales y los hacen más pedestres, pero, si observamos con cierta atención un momento, entre el cómic francés (elegido, por antonomasia, ejemplo/exponente/paladín del tebeo europeo –JUDGE DREDD es también cómic europeo, aunque se insista en negarlo-, ignorando al efectuado en el resto de los países del Viejo Continente), y lo comparamos con el más pulp americano, nos damos cuenta de que el cómic europeo alcanza un grado de estilismo y presuntuosa, falsa, erudición, que se permite mirar por encima del hombro al lector. Sus autores urden tramas y situaciones que concitan vivamente la expectación del lector, pero, poco antes del final, la historia pega un giro hacia lo “simbólico” y lo “trascendental” y las paranoias intimistas del autor, que tiran por tierra todo el fantástico artesonado creado previamente (ejemplo: EL GARAJE HERMÉTICO). Salvo por torpezas, o delirios alcohólicos, no es tan frecuente ver tal defecto en un tebeo americano. Y la razón subyace en las mentalidades de los autores. Mientras que para el americano es, en el fondo, cuestión de $, y el arte, una herramienta más para obtenerlo, a ser posible en abundancia, el europeo sufre un repentino espasmo clasista, y, de pronto, recibe los laureles de DANTE y se cubre con togas níveas, de excelso Autor. De Artista. Vehículo de las MUSAS. Sublime. Ergo, debe ser premiado como se merece, produciendo según su inmarcesible categoría, aunque su labor sea un sin sentido, o un contrasentido, o no se entienda en absoluto. La culpa es, invariablemente, del lector, un porquero inculto, incapaz de comprender la maravilla gloriosa de su Arte, esas paranoias personales, o aún pura vagancia (o extravagancia). Yo lo termino así, y como es Arte, ¡está a salvo de la crítica, con sólo hacerlo constar de ese modo!, pretexta.

Recapitulando.-

Mucho nos hubiera (sinceramente) gustado profundizar en la psique de los personajes y notar el interesante detalle de su conducta, más que percatarnos que están huecos y aparentan lo que no son; hurgar en los demás ingredientes que especian esta obra, tratar de encontrar un sutil y maravilloso mecanismo oculto y referencial detrás de tan fabulosas páginas, más allá de admirar su arte, su dibujo, el color, el tratamiento de las sombras, luces, claroscuros, la plástica expresividad que esbozan los rasgos de los personajes, el gran valor de todo el conjunto. Querríamos hablar de esa mezcla de C-3PO y búho, o saltamontes, que acompaña al torpe del héroe, indicar los singulares diseños de las máquinas basadas en insectos o aves que aparecen en la obra, señalar la forma roma, achatada, de la mayoría de los vehículos, carentes de agudezas y filos, como reflejo del grado de penetración o incisión de la trama, más que centrarnos en esa carencia. En conjunto, es obra redonda, policromada, amable, que falla al recrear un aspecto salvaje, feroz, brutal, de un mundo barbarizado por un gran desastre ecológico (uno que aún debe golpearnos) y poblado por fenomenales bestias, entre lo mítico y lo paleontológico. Es, en resumen, un quiero y no puedo.

Querríamos preguntarnos por qué, en una sociedad ciertamente tecnológica, emplean medidas astrológicas (que no astronómicas, no nos confundan las dos lunas mencionadas en el relato) e influencias casi ocultistas para proceder.

Desearíamos hacer más que sentirnos seducidos por el barroco vestuario, así como por los bellos escenarios que hacen a este tebeo una obra eminentemente ecológica. Y quizás este aspecto, superficial, visual, justifique su éxito en otros países. Pero, por desgracia, también había una historia que contar, porque esto es un tebeo, no un prodigioso libro de ilustraciones, algo que acabamos aceptando resignadamente que es cuando calamos la poca entidad del relato. Frezzato no nos cuenta un cuento, según promete.

Ejemplo de lo mal tratado que están los personajes y el ambiente reside en las maravillosas páginas “técnicas” añadidas, donde todo se explica y son las que suscitan el interés por la trama.

Quizás, un guionista con un sentido más comercial o prosaico del trabajo y la composición, hubiesen otorgado, desde el primer momento, la firmeza intelectual de la cual adolece esta obra. Pero, pese a todo, lo recomendamos; hay que tenerlo, codiciarlo, recrearse en su arte, comprender que es uno de ese millar de tebeos que nos llevaríamos a una isla desierta, uno de los imprescindibles.

Lo mejor.-
Sus páginas técnicas de bocetos. Todo está ahí.
La página.-
¿Cuál no?
La viñeta.-
Venga: casi todas.
La frase.-
Carencia de ellas que constatamos.
Lo peor.-
Su escasa incisión argumental.

Reseña de Antonio Santos

lunes, 23 de junio de 2008

MENTIROSO MENTIROSO, DE ASTIBERRI

MENTIROSO MENTIROSO

El último disco de Iván Ferreiro (antiguo vocalista de Los Piratas) es también un tebeo. Este lanzamiento de compact disc más libro de historietas ha sido posible gracias a la coedición de Wea, get in y Astiberri, que ha reclutado a un puñado de autores de su catálogo para elaborar la cubierta / carátula (de Raquel Alzate, excelente) e interpretaciones e impresiones de las canciones de este disco.

Se trata, en efecto, de otro tebeo en tránsito por contener historietas que a veces no lo son, o no lo parecen, rasgando esa pared que separa los tebeos convencionales de otras concepciones brotadas de la concatenación de fascinantes ilustraciones o de lo que algunos han llamado poesía en viñetas. Para otros, puro artificio, artisticidad forzada, pose.

Pero este tebeo, en general, se salva. Con la excepción de algunas propuestas más emotivas que narrativas (Sandra Uve, Alberto Vázquez, Raquel Alzate, Jali), de las que destacaríamos más su estética que su diálogo con el lector, son dignas de reseña las obras que intentan arrebatar a los temas de Ferreiro un significado simbólico, aunque el resultado pueda desembocar en una obra de carácter críptico o alegórico (son los casos de las 'historietas' de Héctor López, Sagar Forniés, Fidel Martínez, o las dos propuestas de dos páginas de David Rubín, excepcionales ambas, bien es cierto.

Y, sin duda, lo mejor son aquellas piezas en las que el autor de historieta deja volar su imaginación y capacidad creativa para componer una obra de autor, que si bien no deja de apoyarse en el tema musical (o su letra) compuestos por Ferreiro, añaden un toque personal y un motivo para escenificar historias únicas. Es el caso de Sergio Córdoba, que con su interpretación de "Jet Lag" ofrece una nueva mirada hacia su tema más acariciado: el silencio tras el rechazo, la incomunicación tras la ruptura. Javier de Isusi sabe componer con estilemas clásicos, digámoslo así, un escenario de miedo y asombro, esos tan ligados a la infancia, que sabe construir con un ritmo envidiable, una luz cálida y un montaje adecuado al conjunto del relato. Niimura propone una suerte de historieta construida con fragmentos de la letra de una canción, que resulta atractiva pero deja frío. Algo similar hace Paco Roca, que reproduce escenas de enamorados que interactúan al dictado de la letra del tema "De mi un pandero"; no es Roca que construya una historia solvente pero sí genera un clima envolvente y convincente, muy luminoso, delicioso y amable, que lo convierte en una de las piezas más apreciables de este tebeodisco.

Lo mejor del conjunto es, naturalmente, la obra de Pepo Pérez. Al malagueño le ha tocado en suerte el tema "Más de una vez", en el cual Iván Ferreiro sintetiza una historia de desamor surgida de los continuos engaños a los que somete a su pareja. Pérez ha decidido pasar olímpicamente del tema y componer su propia historia, titulada igualmente pero consistente en un relato sobre la venida de un superhombre alienígena a un planeta como el nuestro donde, tras comprobar sus superpoderes, se convierte en un héroe internacional. Este trasunto de Supermán informa a sus coplanetarios de sus nuevas cualidades en este nuevo mundo y lo que sobreviene a continuación es una invasión tiránica y cruel, como en buena lógica procedería cualquier ser superior sobre una población alfeñique.
Lo fascinante de esta historia es que Pepo la resuelve en muy pocas páginas jugando a la intertextualidad: los superhombres viven en un mundo de comic book y visten estilemas a la Frank Miller, y los hombrecitos invadidos viven en un mundo de cuatricromía granulada y son descritos con las pinceladas de la Escuela Bruguera. Divertido experimento y una buena historia.

Paradójico resulta que lo mejor de este libro sea el trabajo que más se desmarca del álbum musical de Iván Ferreiro, cuya crítica musical tendrán que ir a consultarla a una publicación especializada en pop español.
El disco puede escucharse completo en: http://www.ivanferreiro.es/, pues Ferreiro ha decidido seguir la estela de grupos como Radiohead que cuelgan simultáneamente en internet sus trabajos


MENTIROSO MENTIROSO
Iván Ferreiro-Varios Autores
Astiberri: Fuera de colección
Libro en cartoné, 88 páginas, color, 20,95 euros.

Reseña de Manuel Barrero

jueves, 19 de junio de 2008

INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL: LA REITERACIÓN DE LO EVIDENTE


Durante muchos años los aficionados a las aventuras del arqueólogo más famoso del cine han (hemos) estado esperando ansiosos una nueva entrega de sus peripecias. Desde la última película (Indiana Jones y la última cruzada [Indiana Jones and the Last Crusade, 1989]) numerosos han sido los rumores acerca de nuevos rodajes, implicando a autores como Chris Columbus, Jeb Stuart, M. Night Shyamalan, Tom Stoppard y Frank Darabont en los guiones y mencionándose posibles intervenciones de Calista Flockhart, Natalie Portman, Scarlett Johansson, Sean Connery o Kevin Costner (¡en el papel de hermano de Indy!). Finalmente el proyecto no se concretó hasta 2007, encargándose David Koepp de los guiones bajo la mirada siempre atenta de George Lucas y Steven Spielberg, auténticos padres de la criatura.


EL ÉXITO ENTRE LAS RUINAS

En 1977 Spielberg y Lucas se encontraban al inicio de una fulgurante y brillante carrera, con sendos éxitos a sus espaldas. Como ya se ha contado muchas veces, fue en unas vacaciones en Hawai donde tuvieron la idea de recuperar el espíritu aventurero de los seriales de los años 30 con héroes más grandes que la vida, acción desenfrenada y paisajes exóticos. El resultado fue En busca del arca perdida (Raiders of the Lost Ark, 1980), una película protagonizada por el sinvergüenza bueno de La Guerra de las Galaxias (Star Wars, 1977), Harrison Ford, que encarnaba al doctor Henry Jones, profesor de arqueología en la universidad y aventurero en sus ratos libres (o al revés). La primera misión que conocimos del personaje fue la recuperación de un objeto religioso, el Arca de la Alianza que se supone contenía las tablas de los Diez Mandamientos y que también era objeto de búsqueda por parte de los nazis. La combinación de un buen guión (escrito por Lawrence Kasdan sobre argumento de Lucas y Philip Kaufman), una dirección brillante, unas actuaciones medidas, unos efectos especiales convincentes y una música espectacular dio como resultado un éxito de crítica y público y una obra referencial del cine comercial y de aventuras de los años 80 del pasado siglo.

Desdiciendo el refrán aquel de “Segundas partes nunca fueron buenas” y alentando la moda de “secuelizaciones” que serían norma desde entonces, Jones volvió a aparecer en Indiana Jones y el Templo Maldito (Indiana Jones and the Temple of Doom, 1984), en una historia ambientada años antes de la anterior película y en un entorno completamente distinto pero quizás más emparentado con el cine de aventuras clásico. En esta ocasión Indiana se enfrentaba en la India a la secta Thuggee, recuperando de paso unas piedras con determinados poderes (otro símbolo religioso) y la libertad de una población esclavizada. Más oscura y agresiva que la anterior, la película confirmaba el éxito del personaje y auguraba próximas entregas.

La última producción cinematográfica relacionada con Indiana Jones se estrenó en 1989 (la ya mencionada Indiana Jones y la última cruzada) con varios alicientes: la recuperación del enemigo nazi, la posibilidad de ver actuar a Indy en su etapa adolescente y, sobre todo, la aparición en escena de su progenitor, interpretado por un fantástico Sean Connery que complementó la labor de un Harrison Ford plenamente identificado con su alter ego. En este caso se produce un retroceso a los planteamientos de En busca del arca perdida, con el objeto religioso de origen judeocristiano (el Santo Grial) y el contrincante nazi.

Desde entonces solo hemos podido ver a Indiana Jones en pantalla en la televisión, a través de Las aventuras del joven Indiana Jones (The Young Indiana Jones Chronicles, 1992-1993) una serie de 28 episodios que narraba la infancia y adolescencia del aventurero en un tono distinto al de las películas, con menos violencia y una mayor carga cultural, imbricando al personaje en tramas en las que se encontraba con personajes reales de la época. Pudimos comprobar que el héroe SÍ envejecía, interpretado por Corey Carrier (de niño), Sean Patrick Flanery (joven) y George Hall (a la respetuosa edad de 93 años), con un cameo de Harrison Ford mostrando a un Indiana de 50 años.


LA CONEXIÓN EXTRATERRESTRE

En mayo de 2008 se estrena mundialmente Indiana Jones y el Reino de la calavera de cristal (Indiana Jones and the Kingdom of Crystal Skull), de nuevo dirigida por Steven Spielberg e interpretada por Harrison Ford. En esta ocasión y por evidentes razones han decidido trasladar la acción a los años 50, tomando como enemigos a los soviéticos e introduciendo nuevos personajes.
La película comienza en el desierto de Nevada, donde un grupo de soldados comunistas irrumpen en una base militar americana en busca de un enigmático objeto, un cuerpo momificado descubierto años atrás en cuya investigación estuvo implicado el profesor Jones, al que también han capturado. El arqueólogo consigue escapar, pero su dudosa relación con los soviéticos provocará que lo expulsen de la Universidad. Cuando está dispuesto a marcharse, un joven le pedirá ayuda para rescatar a su madre y a un antiguo compañero de Indy. A partir de aquí comenzará la búsqueda de un extraño cráneo de cristal que les llevará a distintos parajes de sudamérica en busca de El Dorado y el origen de este objeto.
La trama no varía mucho de las películas precedentes: existe un prólogo con mucha acción, tras el cual se produce una pausa en la que se redirecciona la película que tiene como fin el hallazgo de un objeto en contraposición con un oponente que también lo desea. El objeto (el MacGuffin, dirían algunos) ha sido en aventuras pasadas motivos religiosos o pseudoreligiosos (el Arca de la Alianza, piedras ceremoniales, el Santo Grial), y ahora podríamos decir que en cierta forma también lo es, aunque no buscan la calavera del título, sino el origen de la misma. El enemigo (nazi en la primera y tercera películas, una secta hindú en la segunda) se ha actualizado, echando mano del peligro comunista en boga en los años 50, con un Stalin entusiasta de los fenómenos paranormales como herramienta de poder (al igual que lo fuera Hitler). El compañero de aventuras (en la primera aventura, Sallah; en la segunda, Tapón; en la tercera, el trío formado por Marcus Brody, Henry Jones senior y de nuevo Sallah) consiste ahora en Mac (Ray Winstone), compañero de escaramuzas, y Mutt (Shia LaBeouf), un adolescente norteamericano con un estilo mezcla entre Marlon Brando y James Dean, motor de la búsqueda y que se verá involucrado en la misma. Y la pareja femenina, por primera vez, repite, recuperando a Marion Ravenwood (Karen Allen) tras dejarla abandonada años ha, aunque según el guión de esta entrega ha sido el auténtico amor de su vida.
La película está llena de ideas. Ideas plausibles, como el hecho de adelantar la trama unos años en relación con la edad del actor protagonista y enmarcarla en una época también fértil para el cine de género, relacionándola con el cine de ciencia ficción, la era atómica y el miedo al comunismo. Ideas necesarias, como el eliminar a personajes como Marcus Brody (por la muerte de Denholm Elliot, que lo interpretaba) y Sean Connery, que a estas alturas no encarnaría adecuadamente al padre del Indy sesentón, ya que la diferencia de edad real entre los actores es escasa (doce años). Ideas nefastas, como el papel encarnado por John Hurt, un profesor Oxley permanentemente enajenado y cuya función consiste en ir despeinado de un rincón a otro del encuadre y mirar atónito de vez en cuando, cuando podría haber aportado profundidad a la endeble trama. Ideas predecibles, como el verdadero origen de Mutt y el propio final de la película (que además de predecible es ñoño).
Pero si algún aspecto habría que destacar tras su visionado sería la reiteración. Reiteración en primer lugar del esquema narrativo, como ya se ha mencionado, que podría ser obviada al tratarse de una “marca de fábrica” del personaje. Reiteración en los elementos que aparecen: por ejemplo, la figura del desaparecido Marcus Brody se presenta en primer lugar como retrato en uno de los decorados de la Universidad; vuelve a aparecer una fotografía suya en la mesa de despacho de Indy, refiriéndose a ella en concreto; y por si no bastaba, se produce un gag (por cierto, sin gracia) en relación con una estatua del otrora decano. Otro ejemplo, más sangrante: como firma de las películas del personaje suele aparecer en los títulos el contorno del logotipo de Paramount, la productora, confundiéndose con un elemento del paisaje; una montaña en En busca del arca perdida, una imagen labrada en un gong en El templo maldito y una formación rocosa en La última cruzada. Aquí es la entrada arenosa de los perros de las praderas típicas del desierto norteamericano. Pues bien, estos animalitos (generados por ordenador) hacen su aparición al menos tres veces en el prólogo de la película, intentando producir unas escenas humorísticas que por forzadas son del todo inadecuadas. Más ejemplos: queda claro que la acción transcurre en pleno desarrollo atómico, pero por si no nos habíamos enterado el guión remarca y refuerza esta ambientación introduciendo al protagonista en un pueblo típico (y que parece sacado de una ilustración de Norman Rockwell) que va a ser sometido a una prueba nuclear, pudiendo los espectadores admirar el famoso hongo resultado de la explosión, del que (nunca mejor dicho) milagrosamente se salva Indiana. Y el componente fantástico, la relación entre las culturas precolombinas y los extraterrestres es enunciada una y otra vez: aparece el número 51 en el hangar del ejército, se mencionan los sucesos de Roswell, el aspecto del cuerpo momificado es típico de los extraterrestre que definen los “contactados”, se mencionan los relieves sudamericanos, otra vez aparecen cuerpos momificados con apariencia extraterrestre... En definitiva, una reiteración constante y evidente de conceptos, escenas, comportamientos, que pueden agotar al espectador más ilusionado y que podría estar en relación con la intención declarada de los autores de la película de “conectar” con el público actual. De ahí, pues, puede que venga la peor escena de la película: la persecución (interminable) en mitad de la selva, cuyo protagonismo atesoran Mutt y Spalko, protagonizando este también uno de los momentos más vergonzantes de la historia del cine: el paseo de liana en liana cual Tarzán moderno acompañado de micos generados por ordenador.
Indiana Jones y el Reino de la calavera de cristal pasa a ser la cuarta película de la saga, tanto en orden de producción como en calidad. No se puede desdeñar este aporte a la biografía ficticia de nuestro arqueólogo más preciado, pero el cine moderno de acción (que no de aventuras) y su público quizás no admitan historias que no incluyan efectos digitales y secuencias imposibles. Menos mal que, de fondo, sonarán las fanfarrias de John Williams para recordarnos que, aunque parezca otra cosa, es a Indiana Jones a quien estamos viendo en la pantalla.


INDIANA JONES EN EL CÓMIC

Como película de éxito, En busca del arca perdida tuvo pronto su edición en cómic. La editorial Marvel, responsable de varias adaptaciones del celuloide al papel, elaboró una miniserie de 3 números publicada entre septiembre y noviembre de 1981 con guiones de Walter Simonson y dibujos de John Buscema y Klaus Janson. La historia completa sería recopilada ese mismo año en el número 18 de la revista Marvel Super Special, con una nueva portada.
Como ya hiciera con La Guerra de las Galaxias, Marvel realizó a partir de la película original una serie propia con aventuras inéditas del personaje. Esta serie, titulada “The Further Adventures of Indiana Jones”, tuvo su inicio en 1983 y llego a contar con 34 números hasta 1986. Aunque fue iniciada por John Byrne, contó con numerosos guionistas (como Denny O’Neil, aunque la mayoría de los números tuvieron guión de David Michelinie, y los últimos estuvieron escritos por Linda Grant) y dibujantes (como Gene Day, Ron Frenz, Howard Chaykin, Herb Trimpe, llamando la atención la colaboración de David Mazuchelli en el número 14 [“Demons”] y de Steve Ditko en la etapa final).

La adaptación de la segunda película también consistió en una miniserie de 3 números, a cargo de David Michelinie al guión y Jackson Guice al dibujo. Se editaría de forma conjunta con el primer episodio de la serie regular en la publicación “Indiana Jones”, que incluía además un artículo sobre la realización del film y una pegatina, y también en la colección Marvel Super Special, en su nº 30.

Con el fin de la serie regular, no habría más publicaciones oficiales hasta 1989, con la adaptación en una miniserie de 2 números de Indiana Jones y la última cruzada, con guión de David Michelinie y dibujo de Bret Blevins.

El nivel de las adaptaciones producidas por Marvel fue siempre bajo, a pesar de contar con autores de renombre para su realización; ni John Buscema ni Jackson Guice elaboraron productos dignos, con cierto mejor nivel en La última cruzada de Blevins. Tampoco podemos responsabilizar a Michelinie -convertido en guionista cuasi-oficial del personaje en Marvel- de la pobreza de los guiones, por fuerza destinados a embutir en un escaso número de páginas el contenido de unas películas donde la acción, el movimiento, era esencial. Mención aparte merece la serie regular, con un Indiana Jones que recorre todo el mundo (de sudamérica a Inglaterra, de Nueva York a África, de Australia a España...) en muchas ocasiones acompañado por Marion y con frecuentes apariciones del decano Marcus Brody. No serán estas las únicas referencias a la primera película, ya que el ídolo del prólogo vuelve a aparecer en el nº 9 y el final parece recrearse en las apariciones de Stonhenge del nº 5. Una serie curiosa, de calidad aceptable con apariciones honrosas de Byrne, Chaykin, Ditko y un primerizo Machuzzelli. (Una nota: vale la pena recordar –u olvidar- la versión de España que se ofrece en estos tebeos, concretamente en la aventura en dos partes titulada “The Fourth Nail” aparecida en los números 11 y 12. Una España “mejicanizada” y arcaica donde no podía faltar esa gran manifestación de la valentía del ser humano: una corrida de toros).

En los años 90 la franquicia cambiaría de editor. Dark Horse Comics, una pequeña empresa que surgió como independiente a mediados de la década de los 80 se hizo con los derechos de varios títulos cinematográficos para sus versiones en cómic (Alien, Predator, Terminator), entre ellos los de nuestro arqueólogo. La primera miniserie apareció en 1991 y llevaba al papel una aventura inédita de Indiana que al año siguiente sería convertida en un exitoso videojuego para PC, “Indiana Jones and the Fate of Atlantis”. Dark Horse contó para este producto con la veteranía de Dan Barry, encargado del dibujo y los guiones con la ayuda de William Messner-Loebs, aportando Dave Dorman unas llamativas portadas pintadas. Desde luego la mejor aventura en cómic del personaje aparecida hasta esa fecha, con un guión correcto –de nuevo aparecemos los españoles con esa imagen de terratenientes con bigote y perilla- que no duda en recurrir a valores seguros: la búsqueda de un objeto que también interesa a los nazis con tintes paranormales en compañía de una bella chica cuya relación con Jones no es todo lo fluida que debería. Se completa con un bello dibujo de un postrer Barry con un motivado Karl Kesel al entintado y unos colores directos muy apropiados de Laurene Haines (que, lamentablemente, son sustituidos por una coloración estándar en el último número).

El estreno del serial de televisión sobre el joven Indiana Jones propició también su adaptación al cómic, en una serie que contó finalmente con 12 números entre 1992 y 1993, con guiones y en algunos números dibujos de Dan Barry, siendo Gray Morrow el dibujante regular. La serie se limitaba a adaptar con mayor o menor acierto los capítulos de televisión, presentando al igual que las adaptaciones cinematográficas cierto constreñimiento adaptativo aunque con un resultado más aparente.

A partir de este momento y durante la primera mitad de la década de los 90 Dark Horse editaría varias historietas más, en forma de miniseries o números únicos: “Indiana Jones: Thunder in the Orient” (1993) (miniserie 6 números, de nuevo Barry como autor completo), “Indiana Jones and the Arms of Gold” (1994) (miniserie 4 números, cambio de estilo con Mars al guión y Leo Durañona a los lápices), “Indiana Jones and the Golden Fleece” (1994) (miniserie 2 números), “Indiana Jones and the Shrine of the Sea Devil” (1994) (número único, previamente publicado por entregas en la revista “Dark Horse Comics” números 3 a 6, entre 1992 y 1993, con preciosistas dibujos de Gary Gianni), “Indiana Jones and the Iron Phoenix” (1995) (miniserie 4 números, de nuevo con el tándem Mars & Durañona adaptando la historia de un videojuego que no se llegó a realizar), “Indiana Jones and the Spear of Destiny” (1995) (miniserie 4 números, única historia en la que vuelve a aparecer el padre de Indy) e “Indiana Jones and the Sargasso Pirates” (1995-1996) (miniserie 4 números).

Poco mencionaremos las parodias o derivados, como las historietas publicadas en la revista MAD con el estreno de cada película ( “Raiders of a Lost Art” en MAD #228, enero 1982; “Inbanana Jones and the Temple of Goons” en MAD #250, octubre 1984; “Inbanana Jones and His Last Crude Days” en MAD #291, diciembre 1989; o las 2 páginas con posibles títulos para la cuarta parte en MAD #405 de 2008), las versiones “disneyanas” como “Indiana Goofs” (Indiana Pipps en el original italiano) o la autóctona “Cabezón Jones y el arca escondida” (T. Dolmen Editorial, 2008).

Con el estreno de la nueva película, además de la inevitable adaptación (a cargo de John Jackson Miller, Luke Ross y Cliff Richards) Dark Horse ha decidido reeditar su material previo recopilándolo en gruesos tomos con el nombre de “Indiana Jones Omnibus”, cuyo primer número salió a la venta en febrero de 2008 conteniendo las miniseries “Indiana Jones and the Fate of Atlantis”, “Indiana Jones: Thunder in the Orient” e “Indiana Jones and the Arms of Gold”.
Para junio de 2008 está prevista la salida al mercado de la última miniserie hasta el momento, “Indiana Jones and the Tomb of the Gods”


EL HOMBRE DEL LÁTIGO EN ESPAÑA

La mayoría del material estadounidense ha sido publicado en España, aunque hoy en día está descatalogado y es muy difícil de encontrar.

La primera miniserie fue publicada tras el estreno de la primera película en forma de álbum por Ediciones Recreativas en el número 2 de su colección Cine-comic, con la portada del Marvel Super Special. Forum la rescataría para incluirla en los números 11 y 12 de su serie regular, que traducía al español la serie regular americana a razón de número y medio por cuaderno. Constó en total de 26 ejemplares, publicando los primeros 31 números de la serie regular USA. También fue Forum la que publicó la adaptación de Indiana Jones y el Templo Maldito, como tomo dentro de su colección Novelas Gráficas Marvel en 1984, y de Indiana Jones y la última cruzada en su colección Novelas Gráficas en 1989 (en un inexplicable blanco y negro ya que la edición original era a color).

También se produjo un cambio de editorial en España con los nuevos productos. Así, fue Norma Editorial la detentora de los derechos de Dark Horse y la que publicó en España la primera miniserie de Dan Barry con el título “Indiana Jones y las llaves de Atlantis” en cuatro números (en 1991, que posteriormente serían recopilados en un retapado con el título “Super Indiana Jones”) y “Las aventuras del joven Indiana Jones” (a partir de octubre de 1992 como serie limitada de 12 números).

En mayo de 2008 Norma ha sacado a la venta la traducción del Omnibus de Dark Horse y la adaptación de la última película dentro de una prometedora Colección Indiana Jones. En el futuro preveen publicar más material de Omnibus y está en preparación una nueva línea con el título “Las aventuras de Indiana Jones”.
GUÍA DE LECTURA

MARVEL

- Raiders of the Lost Ark (1981): Miniserie 3 números. Guión de Walter Simonson, dibujos de John Buscema y Klaus janson.

- Marvel Super Special # 18 (1981): Recopilación de la miniserie “Raiders of the Lost Ark”.

- The Further Adventures of Indiana Jones (1983-1986): 34 números.

- Indiana Jones and the Temple of Doom (1984): Miniserie 3 números. Guión de David Michelinie, dibujos de Jackson Guice.

- Marvel Super Special # 30 (1984): Recopilación de la miniserie “Indiana Jones and the Temple of Doom”.

- Indiana Jones (1984): Número único, reimprime “IJ and the Temple of Doom” y primer nº de serie regular.

- Indiana Jones and the Last Crusade (1989): Miniserie 2 números. Guión de David Michelinie, dibujos de Bret Blevins.

DARK HORSE

- Indiana Jones and the Fate of Atlantis (1991): Miniserie 4 números. Guión de Dan Barry y William Messner-Loebs, tinta de Karl Kesel, color de Laure Haines, cubiertas de Dave Dorman. Marzo, mayo, julio y septiembre de 1991.

- Indiana Jones and the Fate of Atlantis (1992): Recopilación en TPB.

- The Young Indiana Jones Chronicles (1992-1993): 12 números. Guión de Dan Barry (adaptando los guiones televisivos), dibujos de Barry, Gray Morrow y Gordon Purcell. De febrero de 1992 a febrero de 1993.

- Dark Horse Comics #3 (1992): "Indiana Jones and the Shrine of the Sea Devil, Part 1"
- Dark Horse Comics #4 (1992): "Indiana Jones and the Shrine of the Sea Devil, Part 2"
- Dark Horse Comics #5 (1992): "Indiana Jones and the Shrine of the Sea Devil, Part 3"
- Dark Horse Comics #6 (1993): "Indiana Jones and the Shrine of the Sea Devil, Part 4". Guión y dibujos de Gary Gianni.

- Indiana Jones: Thunder in the Orient (1993): Miniserie 6 números. Guión de Dan Barry, dibujos de Barry –excepto en nº 6, de Dan Spiegle- y cubiertas de Dave Dorman y Hugh Fleming. Septiembre 1993 a abril 1994.

- Indiana Jones and the Arms of Gold (1994): Miniserie 4 números. Guión de Lee Mars, dibujos de Leo Durañona y cubiertas de Russell Walks. Febrero a mayo 1994.

- Indiana Jones and the Golden Fleece (1994): Miniserie 2 números. Guión de Pat McGreal & Dave Rawson, dibujos de Ken Hooper y cubiertas de Russell Walks. Junio y julio 1994.

- Indiana Jones and the Shrine of the Sea Devil (septiembre 1994): Nº único. Guión y dibujos de Gary Gianni.

- Indiana Jones and the Iron Phoenix (1995): Miniserie 4 números. Guión de Lee Mars, dibujos de Leo Durañona y cubiertas de Dave Dorman. Diciembre 1994 a marzo 1995. Basada en el videojuego del mismo nombre que no se llegó a comercializar.

- Indiana Jones and the Spear of Destiny (1995): Miniserie 4 números. Guión de Elaine Lee, dibujos de Don Simpson y Dan Spiegle y cubiertas de Hugh Fleming. Abril a julio 1995.

- Indiana Jones and the Sargasso Pirates (1995-1996): Miniserie 4 números. Guión (y bocetos) de Karl Kesel, dibujos de Eduardo Barreto y cubiertas de Alex Ross y Russell Walks. Diciembre 1995 a marzo 1996.

- Indiana Jones Omnibus volume 1 (2008): Recopilación de Indiana Jones and the Fate of Atlantis, Indiana Jones and the Arms of Gold e Indiana Jones: Thunder in the Orient.

- Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull (2008): Miniserie de 2 números. Guión de John Jackson Miller, dibujos de Luke Ross y Cliff Richards

- Indiana Jones and the Tomb of the Gods (2008): Miniserie de 4 números (aparición prevista en junio de 2008).


PARODIAS

MAD MAGAZINE

MAD #228, enero 1982: “Raiders of a Lost Art” (7 p.)
MAD #250, octubre 1984: “Inbanana Jones and the Temple of Goons” (5 P.)
MAD #291, diciembre 1989: “Inbanana Jones and His Last Crude Days” (4 P.)
MAD #405, 2008: 2 páginas con posibles títulos para la cuarta parte.



ESPAÑA

- En Busca del arca perdida. Ediciones Recreativas, colección Cine-comic nº 2, 1981. También en los números 11 y 12 de la serie Indiana Jones publicada por Forum.

- Indiana Jones. 26 números que recopilan la miniserie En Busca del arca perdida y 31 números de la serie regular USA. Cómics Forum, 1984-1986?

- Indiana Jones y el templo maldito. Nº único. Cómics Forum, colección Novelas Gráficas Marvel, 1984.

- Indiana Jones y la última cruzada.
Nº único. Cómics Forum, colección Novelas Gráficas, 1989.

- Indiana Jones y las llaves de Atlantis. Miniserie 4 números. Norma Editorial, 1991.

- Las Aventuras del Joven Indiana Jones. Miniserie 12 números. Norma Editorial, 1992-1993.

- Indiana Jones Omnibus volumen 1. Recopilación en un tomo de Indiana Jones and the Fate of Atlantis, Indiana Jones and the Arms of Gold e Indiana Jones: Thunder in the Orient. Norma Editorial, mayo 2008.

- Indiana Jones y el Reino de la calavera de cristal. Número único. Norma Editorial, mayo 2008.


Reseña de Javier Alcázar.

martes, 17 de junio de 2008

NOVEDADES EN EE UU

Recomendaciones que se han publicado recientemente en los Estados Unidos:

Ante la llegada del estreno de la nueva película de Hulk, en EE UU han lanzado, al precio de 100 dólares, el tebeo
THE INCREDIBLE HULK OMNIBUS, que es un librazo de cómics en el cual se recopilan todas las historietas protagonizadas por el bruto verdoso desde aquel lejano Incredible Hulk 1. Este volumen primero cuenta con 752 páginas y un buen retoque general a los colores primigenios. Edita Marvel.

THE PRINCE VALIANT PAGE es otra de esas cocadas que todos queremos comprarnos y tener almacenadas en nuestros anaqueles para siempre: la versión de Príncipe Valiente del gran ilustrador Gary Gianni, uno de los pocos que ha sabido captar con su trazo el aire avejentado pero elegante de los dibujantes de comienzos del siglo XX. Este es un libro sobre su paso por el personaje, con bocetos, fotos, ilustraciones en color y con textos de Robert Wagner y Mike Mignola en 112 páginas. Edita Flesk, por 40 dólares.

Nunca viene mal recuperar a los clásicos. Por fin alguien se ha decidido a recuperar las tiras y páginas de LITTLE ORPHAN ANNIE, la obra maestra de Harold Gray que comenzó su andadura allá por 1924. La recopilación, ordenada y completa, de las tiras de esta serie se complementa con textos biográficos y ensayos históricos de Jeet Heer. Una ocasión buena para conocer la historia urbana de los EE UU desde los ojos de un niño a lo largo de casi 40 años. Edita IDW por 40 dolares (son casi 400 páginas).

Hermes Press ha rescatado la obra de Ross Andru y Mike Esposito originalmente publicada en 1953 GET LOST. Este tebeo satírico con pinta de comic book humorístico plantó cara a la ya mítica revista satírica MAD en su día sin conseguir hacerle sombra, y quizá por eso ha sido dejada más bien de lado por los historiadores del cómic, sobre todo los españoles, que apenas si la conocimos. Pero fue una publicación a tener en cuenta que ahora se recupera, con color renovado e introducción de Ron Goulart. Lo venden por 30 euros (casi 100 páginas).

Por cierto, que Big Wow Art, empresa dedicada a lo de la ilustración, ha recuperado en el portafolio MAROTO SKETCHBOOK algunas de las mejores ilustraciones del español, aquellas realizadas durante los años setenta. Son pocas (unas treinta) y cuestan pasta (unos quince) pero merece la pena aunque sólo sea por recuperar imágenes como la que ilustra la presente entrada, que algunos tenemos avejentada en aquel viejo Terror Gráfico... El sello Big Wow también ha lanzado recientemente portafolios de Azpiri, Sanjulian y Juan Giménez, estos con obras más modernas.

ENCHANTAE, DE BAYARRI

Jordi Bayarri, autor bruñido en 7 monos y en otros sellos de mediano tamaño, se lanza ahora a la edición de historietas digitales directamente creadas para un sitio web: Enchatae.com

La idea es servir al público interesado en una serie de aventuras de corte fantástico y siempre sicalípticas, protagonizadas por sus insaciables, exuberantes y exóticas chicas, en páginas apaisadas que se muestran en pantalla y que se sirven a razón de una por semana. Todo ello tras suscribirse por 10 euros al mes, precio que también da derecho a disponer de más de 400 páginas de historieta del mismo autor (suponemos que producciones ya publicadas en el mercado analógico). Por el momento, la versión para móvil, mediante imágenes animadas, sólo es posible para terminales de Movistar (0,35 + iva/mms).

La iniciativa será presentada el día 20 de junio de 2008 en la Sala Piratas de Barcelona (c/ Muntanya, 16), en un acto organizado por Conrad Son Media y ligado al festival Barcelona Erótica (http://barcelonaerotica.cat/).

Independientemente de la calidad del cómic de Bayarri (que siempre ha cubierto los mínimos con creces), y de la temática de estas historietas (la pornografía siempre ha sido arrinconada por pobre y empobrecida por arrinconada), la iniciativa es muy interesante porque abre perspectivas de mercado no lo suficientemente explotadas en nuestro país.

lunes, 16 de junio de 2008

NUEVOS TITANES, DE PLANETA

CLÁSICOS DC – NUEVOS TITANES-1

¡Paridad efectiva!

Por Antonio Santos (La voz en el desierto, entrega 55)

Mitológicamente hablando, un titán es una criatura de un poder y un aspecto tan desmesurado que la simple observación de esta portada nos hace sentir perplejos. Reúne gente poderosa, cierto, pero ¿TITÁNICA? ¡Por Dios, por vender!

Datos técnicos.-

Clásicos DC. Nuevos Titanes-1. Volumen de 130 páginas que recopila del 1 al 4 de la serie THE NEW TEEN TITANS, más el DC COMICS PRESENTS nº 26, editado en 2005 por PLANETA DEAGOSTINI, al amor del éxito de la “reciente” teleserie de animación, reflejando el material de DC Comics de 1980. Al guión: MARV WOLFMAN (que también creó BLADE); los dibuja: GEORGE PEREZ (co-padre de la serie). Lo entintan, sucesivamente, DICK GIORDANO, ROMEO THANGAL y FRANK CHIARAMONTE. Lo colorea: ADRIENNE ROY. Traducido por DAVID MACHO. Rotulado por: ANTONI PLÁ. Diseño: FORJA DIGITAL, S.L. El prólogo de ABRAHAM GARCÍA nos explica el fenómeno. P.V.P.: 7,50 euros.

De qué va.-

Chavales marchosos e hiperactivos y gótica con morbo y uniformes de aquella manera, unidos en la causa común, harto extraña, de combatir el mal, el crimen y las amenazas extradimensionales. ONG juvenil que huele a CLEARASIL.

Las diferencias unificadoras.-

Hubo un tiempo en que se nos aseguraba, a los lectores de a pie, que era sólo en MARVEL donde los protagonistas tenían dramas existenciales que los hacían actuales, cercanos, íntimos, más humanos que los mismos lectores, mientras que en DC todo eran gaitas y cuitas sobre el dilema de elegir el sabor del helado del postre, que sus personajes eran unos pamplinas fantasiosos (¡un tío que vuela, SUPERMAN; ¿quién va a creerse eso, hombre?), incapaces de contactar con el hoy del lector. Los dramones de SPIDER-MAN, ¡esos sí que eran folletines DICKENSIANOS! ¡ZOLA puro! Literatura de alcurnia, señores.

Hoy día, quienes denunciaban tan manirrota conducta de DC sostienen, con igual desparpajo, todo lo contrario. Y la prueba palpable del error que cometían resaltando aquellas diferencias consta en este volumen.

Wolfman (curioso apellido, ¿eh?), escritor “prófugo” de Marvel, y Perez (ídem, pero en dibujante), tratando de labrarse un nicho, pedestal, hornacina, en la bizarra/barroca Historia del Tebeo Mundial, aglutinan, en estas angustiosas y sobrecargadas páginas (claro exponente del HORROR VACUI que caracteriza la obra de Perez) a un puñado de imberbes con ínfulas que aún arrastran flecos de la EDAD DEL PAVO, y así se ganan su pasaporte a la posteridad. Pero, atención: Wolfman, mediante CYBORG (¡coñazo de personaje!), traslada todas esas absurdas angustias existenciales, que tanto orean en Marvel como símbolo de calidad, a la inmaculada DC. (Y no es de extrañar que así sucediera; ¿no guionizó Wolfman a DAREDEVIL para la CASA DE LAS IDEAS?) Aparte de que el personaje está impostado en la serie por mor de lo políticamente correcto y reflejar a una sociedad dinamizada por las diversas razas que acoge, lo único que hace es quejarse de que lo han convertido en un cameo de DEATHLOK. ¿Cómo va él a desvirgarse, en la fiesta de fin de curso del instituto, con esa pinta? Y, fíjate, ahora tengo más fuerza que diez búfalos juntos, y esto, ¿cómo va a ser? Dramón superficial ampuloso, que empaña la existencia de todos los personajes occidentales de cómic dotados de superpoderes. ¡Enseguida iba SON GOKU a prescindir de ellos, para llevar vida de tendero (sin desmerecer a tan sacrificada profesión), como suele pasarle a estos pringados! ¡Oh, ahora tengo tanta fuerza o poderes que puedo hacer que el mundo cambie a mejor, pero no los quiero! ¡Porque estaba haciendo oposiciones a celador! ¡Eso es vida! Salvar el mundo, ¡qué birria! Y se llevan todo el puñetero tebeo queriendo librarse de sus superpoderes, amargándole la vida al lector, envidioso de no poseerlos.

Con la gótica llegó el escándalo.-

STAR WARS provee de abundantes condimentos a Wolfman y Perez, que no dudan en alojar a lo largo de estas páginas, reflejo tanto del shock cultural que la saga ha producido en nuestra sociedad como del gusto por ella de ambos autores. La primera, y verdadera historia, de los Titanes Reunidos, describe la fuga de la exótica STARFIRE y la persecución que sufre a manos de sus captures, unos hijos de THULSA DOOM extraterrestres, cuyo arrogante líder va de DARTH VADER, aunque su tacto reduce a sus víctimas a cenizas. Los Titanes Gozosos han sido reunidos debido a una triquiñuela psíquica que la gótica con morbo, RAVEN (cuya génesis y presencia nos desvela Abraham García), oriunda de un lugar sombrío y dominado por una esencia aún más tenebrosa, que goza aniquilando dimensiones, y que ahora ha puesto su interés en la nuestra, ha ejercido sobre ellos. (Para el común de los mortales, el simple esfuerzo por comprender la distancia entre los planetas ya es abrumador; proceder de otra dimensión –con la violación de tantas leyes de la Física como implica- es del todo incompresible. Pero, ¡no importa! Wolfman lo hace tan usual como ir de aquí a La Algaba. ¡Fácil!)

Además, ese ente asalta nuestra dimensión colándose a través de un radiotelescopio. Este patrón se repite en el tomo: un científico, ofuscado, contacta con Algo allá Afuera, y pasa al ataque a través de la red eléctrica. ¡Suerte de los Titanes Agrupados!, que despliegan todo su poder para combatir la amenaza (menos Raven; enormes e inexplicables razones la escaquean). De este modo, se va urdiendo uno de esos melodramones MINE MAKE Marvel (¡en DC!) con características de SITCOM: malentendidos, falsos supuestos, desconfianzas desorbitadas, que finalmente se aclaran, ¡claro!, y les hace amigos durante un puñado de números más.

Nunca es bondage si lo practica WONDER GIRL.-

O WONDER WOMAN, su adulto alter ego, puestos al caso. Este volumen, no obstante, nos permite apreciar que algo empezaba a moverse en un ámbito eminentemente masculino (no machista, como se emperran las feministas en decir) cuando apreciamos que, aunque ambos sexos están políticamente igualados (tres tíos, tres tías), son ellas las que ejercen más relevancia (atributos y fetichismos al margen). Exceptuando a KID FLASH (futuro FLASH), los demás “machotes” no destacan especialmente. Aunque Cyborg cuenta con una poderosa panoplia de recursos, los desprecia, y está amargado del todo, porque para él era más importante ser vulgar y desvirgar a su rollete del instituto, hemos dicho.

Starfire, Wonder Girl y Raven destacan por su fuerza, ingenio y carácter, haciendo de sus compañeros masculinos un poco lastre (¡santo Dios!, ¿qué utilidad tiene CHANGELLING?) y casi zánganos. Merodean a su alrededor efectuando un torpe cortejo estilo MELROSE PLACE (¡puaj!) trufado con las amenazas mortales que los acechan.

También podemos anotar que, aunque estos Titanes Unificados pudieron suscitar el interés de un delta de lectores adolescentes, no dejan de ser copias de superhéroes adultos y, por tanto, bordean la pura extravagancia editorial (todo sea por mor de hacer caja; exprimir al lector/fan). ¿Qué seriedad tienen unos chavales, picoteados por el acné, y con las hormonas revolucionadas, que acometen insensatamente peligrosas tareas, que harían vacilar al héroe más templado? Vale: intenta impresionar a las gachís del grupo, mostrando los brillantes colores de su plumaje. Pero ¿ejemplifican? ¿Sirven para inducir modos de conductas sociales o morales? No, primero porque no faltaría el/la pedagogo/ga que les tacharía de fascistas sádicos y fetichistas, que gozan recreándose con la violencia gratuita que generan sus acciones.

Los malos.-

Exceptuando la grave amenaza que impulsa a Raven a unir a los Titanes Autonómicos, la pandy se las tiene que ver con EL EXTERMINADOR (no el de la película), DEATHSTROKE, un sicario tuerto, reverso de BRUCE WAYNE, pues cuenta con un mayordomo con menos escrúpulos y moral que un tornillo. LA COLMENA (clásica organización de encapuchados, KKK de tebeo, huera) intenta duplicar sus facultades, y fabrican un “clon” cuyas enormes virtudes terminan quemándolo. (Enrevesadamente, sabremos que el “clon” es el hijo idiota, díscolo, de Deathstroke, y su muerte hará que el asesino se torne enemigo jurado de los Titanes Confederales.)

Hay algo que observar al respecto: con la inconsciente alegría como Wolfman arroja los datos estadísticos al recordarnos que el ser humano “vulgar” usa un pequeño porcentaje del cerebro (en justicia, él reproduce una conducta anómala editorial), pero que Deathstroke lo usa al 90 por 100, y su “clon” al 100 por 100, ¿podemos imaginar lo que esto supone? Podemos especular, ciertamente. ¿Acaso alcanzaría un nivel empático, ético y moral tal (al margen de poderes telepáticos, psiónicos, etc.) que aborrecería su conducta asesina? ¿Se transformaría en un BUDA, o JESUCRISTO, pleno de iluminación? Son imbecilidades “resultonas” que empapan estos tebeos, capaces empero de hacernos repudiarlos.

Pese a todo, Titanes Agrupados nos permite constatar que el abismo que separa a Marvel de DC no es tan grande, ni tal. Ambas empresas están continuamente intercambiando personal entre sus sedes, y se llevan, en sus mientes, material que abundan una u otra serie de cada editorial. Así, Wolfman recrea a los CINCO TEMIBLES (¿perversa broma a costa de las novelas de ENID BLYTON?), que, en realidad, son como los CUATRO TERRIBLES enquistados en matar a los CUATRO FANTÁSTICOS… en Marvel.

En estos Temibles no falta un cabeza de vidrio con los sesos a la vista (otrora, el que contactara con esa amenaza allende el MULTIVERSO), dueño de considerables poderes mentales; el vaina vanidoso (DR. LUZ) y un marmolillo en plan RINO, más que de HULK, aunque su diálogo sea el del COLOSO ESMERALDA: ¡MAMUTH aplasta! Aparece un greñudo GREMLIN, y una tía perversa que sería la envidia de todo alquimista, completando esta nómina de temibles obtusos.

Recapitulando.-

Nos ha parecido más oportuno resaltar las características concordantes de Editoriales “antagónicas” que desgranar otros aspectos, como la pluridad racial de los componentes de este singular grupo, síntoma de su época de cambios.

No es excesivamente notable (pese a la evidente fantasía e interés desplegados) este Titanes Coaligados, que desafían a LA LIGA DE LA JUSTICIA DE AMÉRICA, donde se constata el mal rollo existente entre DICK GRAYSONROBIN!) y BATMAN (el señor conservador que fuma en pipa). Wolfman (y la parte que le corresponda a Perez) enseguida se desentienden de los reptiles secuestradores de Starfire (rehén de su mundo patrio, por mor de la paz, algo así como ORIÓN y SCOTT FREE, MR. MIRACLE), pese a la ominosa nota de invasión que dejan tras de sí. Suponíamos que estos Titanes Conchabados eliminarían tal amenaza ipso facto, pero Wolfman se enrolla con el enigma de la gótica y los Cinco Malosos, cuyos muñequitos le reportarían sustanciosos réditos.

Sobre Perez: ¿no le causa claustrofobia al lector? Ese aglomeramiento detallista; ese texto, comprimiendo. No es que discutamos su relevante talento. Constituye uno de los referentes de la industria; es ya una leyenda (que plantea la pregunta: ¿quién fue antes, George Perez o JOHN BYRNE?) Sus estilos son muy similares). Desempeña un óptimo trabajo en todas estas planchas, donde el entintado quizás no esté a su altura alguna vez. Podemos objetar un “pero” muy relativo, a su labor; este es: cuando dibuja los exóticos mundos (el planeta de Starfire, cuyo rey parece el de los HOMBRES HALCÓN, y la decaída y gloriosa era del de Raven), y plasma su arquitectura, ¡recrea un pantano donde una versión del TAJ MAJAL y SAN PEDRO DEL VATICANO, con ventanas versallescas, se eleva entre las marismas y cañaverales! No son, en absoluto, arquitecturas alienígenas, ni grandiosas, aunque lo intente aparentar. Comparando estos escenarios con los de las pinturas, al respecto, de MICHAEL WHELAN, se deslucen y parecen torpes intentos de un neófito.

Aplaudimos, eso sí, el suspense generado en el último número del recopilatorio, que obliga a la adquisición del siguiente ejemplar, para averiguar cómo se soluciona todo.

Aconsejamos, por último, tomar con relativa frialdad las alabanzas vertidas por Abraham García, pues hay páginas que no las justifican, en absoluto.

Lo mejor.-

Aventura por un tubo, con empaque y calidad.

La página.-

La 102: explica por qué odiamos a Robin.

La viñeta.-

La 3, de la 102. ¡La Robinpinta espolea nuestra fobia!

La frase.-

-¡Accidente, y un huevo! Tú y tus freaks de la ciencia os ponéis cachondos jugando a Dios con nosotros, la gente –Cyborg abroncando a su padre y mecánico.

Lo peor.-

La contemporización que el traductor hace de ciertos términos (la frase elegida es exponente.) Dudamos que el material original contenga tales expresiones, así como las de “la leche” o “y un huevo”. ¡Y lo del PAPA, tremendo! Por un lado, nos dicen: ¡Recordad, es maravilla de 1980! Y, a continuación: Eso es tanta cosa como que el Papa es alemán. ¡En aquella época era polaco! A ver, ¡aclarémonos!

Reseña de Antonio Santos

domingo, 15 de junio de 2008

SITIO WEB DE TEBEOSCLASICOS


Ha nacido un nuevo sitio web dedicado a nuestra historieta, Tebeosclásicos. En su presentación de arranque, con una plantilla web ciertamente cálida y equilibrada, su principal coordinador y webmaster ha dejado escrito el siguiente texto que describe los intereses e intenciones de esta publicación:

"En tebeosclasicos.com amamos el tebeo, la historieta o cómic clásico español que alegró la infancia de millones de niños durante varias décadas. Ahora, como hombres y mujeres adultos, miramos con nostalgia esa época, pero continuamos disfrutando de esa inolvidable manifiestación de la cultura popular.
En constante actualización, esta página se propone ofrecer información sobre aquellas series, revistas, personajes, editoriales y autores que llenaron nuestro tiempo de ocio cuando los medios audivisuales y los juegos no eran tan sofisticados. La página proporcionará noticias, estudios, entrevistas, dibujos y todo lo relacionado con el tema."

Tebeosclásicos en realidad es sólo una palestra desde la que un colectivo demuestra su amor por ese medio. El colectivo, integrado por un conjunto de aficionados, coleccionistas y estudiosos que ya casi roza el centenar de personas, nació hace casi un año y, desde entonces, está desarrollando de modo privado labores importantes de cara a la recuperación de la memoria de nuestra historieta, la llamada "clásica", la anterior a esa franja indeterminada entre los años 1968 ó 1970.
Como miembro que soy de Tebeosclásicos desde octubre de 2007 me enorgullezco ahora de la presencia formal y pública de este empeño colectivo que muy probablemente arrojará valiosos frutos en el futuro en lo relativo a la divulgación sobre nuestra historieta.

Por el momento, el sitio web se abre con una mirada hacia El Cachorro, El Jinete Fantasma, El Capitán Trueno, El Jabato, y autores como Ricardo Acedo, José Revilla, Ambrós...

Estaremos atentos a todo lo que vayan publicando:. No dejéis de visitar : http://www.tebeosclasicos.com/web/