lunes, 16 de junio de 2008

NUEVOS TITANES, DE PLANETA

CLÁSICOS DC – NUEVOS TITANES-1

¡Paridad efectiva!

Por Antonio Santos (La voz en el desierto, entrega 55)

Mitológicamente hablando, un titán es una criatura de un poder y un aspecto tan desmesurado que la simple observación de esta portada nos hace sentir perplejos. Reúne gente poderosa, cierto, pero ¿TITÁNICA? ¡Por Dios, por vender!

Datos técnicos.-

Clásicos DC. Nuevos Titanes-1. Volumen de 130 páginas que recopila del 1 al 4 de la serie THE NEW TEEN TITANS, más el DC COMICS PRESENTS nº 26, editado en 2005 por PLANETA DEAGOSTINI, al amor del éxito de la “reciente” teleserie de animación, reflejando el material de DC Comics de 1980. Al guión: MARV WOLFMAN (que también creó BLADE); los dibuja: GEORGE PEREZ (co-padre de la serie). Lo entintan, sucesivamente, DICK GIORDANO, ROMEO THANGAL y FRANK CHIARAMONTE. Lo colorea: ADRIENNE ROY. Traducido por DAVID MACHO. Rotulado por: ANTONI PLÁ. Diseño: FORJA DIGITAL, S.L. El prólogo de ABRAHAM GARCÍA nos explica el fenómeno. P.V.P.: 7,50 euros.

De qué va.-

Chavales marchosos e hiperactivos y gótica con morbo y uniformes de aquella manera, unidos en la causa común, harto extraña, de combatir el mal, el crimen y las amenazas extradimensionales. ONG juvenil que huele a CLEARASIL.

Las diferencias unificadoras.-

Hubo un tiempo en que se nos aseguraba, a los lectores de a pie, que era sólo en MARVEL donde los protagonistas tenían dramas existenciales que los hacían actuales, cercanos, íntimos, más humanos que los mismos lectores, mientras que en DC todo eran gaitas y cuitas sobre el dilema de elegir el sabor del helado del postre, que sus personajes eran unos pamplinas fantasiosos (¡un tío que vuela, SUPERMAN; ¿quién va a creerse eso, hombre?), incapaces de contactar con el hoy del lector. Los dramones de SPIDER-MAN, ¡esos sí que eran folletines DICKENSIANOS! ¡ZOLA puro! Literatura de alcurnia, señores.

Hoy día, quienes denunciaban tan manirrota conducta de DC sostienen, con igual desparpajo, todo lo contrario. Y la prueba palpable del error que cometían resaltando aquellas diferencias consta en este volumen.

Wolfman (curioso apellido, ¿eh?), escritor “prófugo” de Marvel, y Perez (ídem, pero en dibujante), tratando de labrarse un nicho, pedestal, hornacina, en la bizarra/barroca Historia del Tebeo Mundial, aglutinan, en estas angustiosas y sobrecargadas páginas (claro exponente del HORROR VACUI que caracteriza la obra de Perez) a un puñado de imberbes con ínfulas que aún arrastran flecos de la EDAD DEL PAVO, y así se ganan su pasaporte a la posteridad. Pero, atención: Wolfman, mediante CYBORG (¡coñazo de personaje!), traslada todas esas absurdas angustias existenciales, que tanto orean en Marvel como símbolo de calidad, a la inmaculada DC. (Y no es de extrañar que así sucediera; ¿no guionizó Wolfman a DAREDEVIL para la CASA DE LAS IDEAS?) Aparte de que el personaje está impostado en la serie por mor de lo políticamente correcto y reflejar a una sociedad dinamizada por las diversas razas que acoge, lo único que hace es quejarse de que lo han convertido en un cameo de DEATHLOK. ¿Cómo va él a desvirgarse, en la fiesta de fin de curso del instituto, con esa pinta? Y, fíjate, ahora tengo más fuerza que diez búfalos juntos, y esto, ¿cómo va a ser? Dramón superficial ampuloso, que empaña la existencia de todos los personajes occidentales de cómic dotados de superpoderes. ¡Enseguida iba SON GOKU a prescindir de ellos, para llevar vida de tendero (sin desmerecer a tan sacrificada profesión), como suele pasarle a estos pringados! ¡Oh, ahora tengo tanta fuerza o poderes que puedo hacer que el mundo cambie a mejor, pero no los quiero! ¡Porque estaba haciendo oposiciones a celador! ¡Eso es vida! Salvar el mundo, ¡qué birria! Y se llevan todo el puñetero tebeo queriendo librarse de sus superpoderes, amargándole la vida al lector, envidioso de no poseerlos.

Con la gótica llegó el escándalo.-

STAR WARS provee de abundantes condimentos a Wolfman y Perez, que no dudan en alojar a lo largo de estas páginas, reflejo tanto del shock cultural que la saga ha producido en nuestra sociedad como del gusto por ella de ambos autores. La primera, y verdadera historia, de los Titanes Reunidos, describe la fuga de la exótica STARFIRE y la persecución que sufre a manos de sus captures, unos hijos de THULSA DOOM extraterrestres, cuyo arrogante líder va de DARTH VADER, aunque su tacto reduce a sus víctimas a cenizas. Los Titanes Gozosos han sido reunidos debido a una triquiñuela psíquica que la gótica con morbo, RAVEN (cuya génesis y presencia nos desvela Abraham García), oriunda de un lugar sombrío y dominado por una esencia aún más tenebrosa, que goza aniquilando dimensiones, y que ahora ha puesto su interés en la nuestra, ha ejercido sobre ellos. (Para el común de los mortales, el simple esfuerzo por comprender la distancia entre los planetas ya es abrumador; proceder de otra dimensión –con la violación de tantas leyes de la Física como implica- es del todo incompresible. Pero, ¡no importa! Wolfman lo hace tan usual como ir de aquí a La Algaba. ¡Fácil!)

Además, ese ente asalta nuestra dimensión colándose a través de un radiotelescopio. Este patrón se repite en el tomo: un científico, ofuscado, contacta con Algo allá Afuera, y pasa al ataque a través de la red eléctrica. ¡Suerte de los Titanes Agrupados!, que despliegan todo su poder para combatir la amenaza (menos Raven; enormes e inexplicables razones la escaquean). De este modo, se va urdiendo uno de esos melodramones MINE MAKE Marvel (¡en DC!) con características de SITCOM: malentendidos, falsos supuestos, desconfianzas desorbitadas, que finalmente se aclaran, ¡claro!, y les hace amigos durante un puñado de números más.

Nunca es bondage si lo practica WONDER GIRL.-

O WONDER WOMAN, su adulto alter ego, puestos al caso. Este volumen, no obstante, nos permite apreciar que algo empezaba a moverse en un ámbito eminentemente masculino (no machista, como se emperran las feministas en decir) cuando apreciamos que, aunque ambos sexos están políticamente igualados (tres tíos, tres tías), son ellas las que ejercen más relevancia (atributos y fetichismos al margen). Exceptuando a KID FLASH (futuro FLASH), los demás “machotes” no destacan especialmente. Aunque Cyborg cuenta con una poderosa panoplia de recursos, los desprecia, y está amargado del todo, porque para él era más importante ser vulgar y desvirgar a su rollete del instituto, hemos dicho.

Starfire, Wonder Girl y Raven destacan por su fuerza, ingenio y carácter, haciendo de sus compañeros masculinos un poco lastre (¡santo Dios!, ¿qué utilidad tiene CHANGELLING?) y casi zánganos. Merodean a su alrededor efectuando un torpe cortejo estilo MELROSE PLACE (¡puaj!) trufado con las amenazas mortales que los acechan.

También podemos anotar que, aunque estos Titanes Unificados pudieron suscitar el interés de un delta de lectores adolescentes, no dejan de ser copias de superhéroes adultos y, por tanto, bordean la pura extravagancia editorial (todo sea por mor de hacer caja; exprimir al lector/fan). ¿Qué seriedad tienen unos chavales, picoteados por el acné, y con las hormonas revolucionadas, que acometen insensatamente peligrosas tareas, que harían vacilar al héroe más templado? Vale: intenta impresionar a las gachís del grupo, mostrando los brillantes colores de su plumaje. Pero ¿ejemplifican? ¿Sirven para inducir modos de conductas sociales o morales? No, primero porque no faltaría el/la pedagogo/ga que les tacharía de fascistas sádicos y fetichistas, que gozan recreándose con la violencia gratuita que generan sus acciones.

Los malos.-

Exceptuando la grave amenaza que impulsa a Raven a unir a los Titanes Autonómicos, la pandy se las tiene que ver con EL EXTERMINADOR (no el de la película), DEATHSTROKE, un sicario tuerto, reverso de BRUCE WAYNE, pues cuenta con un mayordomo con menos escrúpulos y moral que un tornillo. LA COLMENA (clásica organización de encapuchados, KKK de tebeo, huera) intenta duplicar sus facultades, y fabrican un “clon” cuyas enormes virtudes terminan quemándolo. (Enrevesadamente, sabremos que el “clon” es el hijo idiota, díscolo, de Deathstroke, y su muerte hará que el asesino se torne enemigo jurado de los Titanes Confederales.)

Hay algo que observar al respecto: con la inconsciente alegría como Wolfman arroja los datos estadísticos al recordarnos que el ser humano “vulgar” usa un pequeño porcentaje del cerebro (en justicia, él reproduce una conducta anómala editorial), pero que Deathstroke lo usa al 90 por 100, y su “clon” al 100 por 100, ¿podemos imaginar lo que esto supone? Podemos especular, ciertamente. ¿Acaso alcanzaría un nivel empático, ético y moral tal (al margen de poderes telepáticos, psiónicos, etc.) que aborrecería su conducta asesina? ¿Se transformaría en un BUDA, o JESUCRISTO, pleno de iluminación? Son imbecilidades “resultonas” que empapan estos tebeos, capaces empero de hacernos repudiarlos.

Pese a todo, Titanes Agrupados nos permite constatar que el abismo que separa a Marvel de DC no es tan grande, ni tal. Ambas empresas están continuamente intercambiando personal entre sus sedes, y se llevan, en sus mientes, material que abundan una u otra serie de cada editorial. Así, Wolfman recrea a los CINCO TEMIBLES (¿perversa broma a costa de las novelas de ENID BLYTON?), que, en realidad, son como los CUATRO TERRIBLES enquistados en matar a los CUATRO FANTÁSTICOS… en Marvel.

En estos Temibles no falta un cabeza de vidrio con los sesos a la vista (otrora, el que contactara con esa amenaza allende el MULTIVERSO), dueño de considerables poderes mentales; el vaina vanidoso (DR. LUZ) y un marmolillo en plan RINO, más que de HULK, aunque su diálogo sea el del COLOSO ESMERALDA: ¡MAMUTH aplasta! Aparece un greñudo GREMLIN, y una tía perversa que sería la envidia de todo alquimista, completando esta nómina de temibles obtusos.

Recapitulando.-

Nos ha parecido más oportuno resaltar las características concordantes de Editoriales “antagónicas” que desgranar otros aspectos, como la pluridad racial de los componentes de este singular grupo, síntoma de su época de cambios.

No es excesivamente notable (pese a la evidente fantasía e interés desplegados) este Titanes Coaligados, que desafían a LA LIGA DE LA JUSTICIA DE AMÉRICA, donde se constata el mal rollo existente entre DICK GRAYSONROBIN!) y BATMAN (el señor conservador que fuma en pipa). Wolfman (y la parte que le corresponda a Perez) enseguida se desentienden de los reptiles secuestradores de Starfire (rehén de su mundo patrio, por mor de la paz, algo así como ORIÓN y SCOTT FREE, MR. MIRACLE), pese a la ominosa nota de invasión que dejan tras de sí. Suponíamos que estos Titanes Conchabados eliminarían tal amenaza ipso facto, pero Wolfman se enrolla con el enigma de la gótica y los Cinco Malosos, cuyos muñequitos le reportarían sustanciosos réditos.

Sobre Perez: ¿no le causa claustrofobia al lector? Ese aglomeramiento detallista; ese texto, comprimiendo. No es que discutamos su relevante talento. Constituye uno de los referentes de la industria; es ya una leyenda (que plantea la pregunta: ¿quién fue antes, George Perez o JOHN BYRNE?) Sus estilos son muy similares). Desempeña un óptimo trabajo en todas estas planchas, donde el entintado quizás no esté a su altura alguna vez. Podemos objetar un “pero” muy relativo, a su labor; este es: cuando dibuja los exóticos mundos (el planeta de Starfire, cuyo rey parece el de los HOMBRES HALCÓN, y la decaída y gloriosa era del de Raven), y plasma su arquitectura, ¡recrea un pantano donde una versión del TAJ MAJAL y SAN PEDRO DEL VATICANO, con ventanas versallescas, se eleva entre las marismas y cañaverales! No son, en absoluto, arquitecturas alienígenas, ni grandiosas, aunque lo intente aparentar. Comparando estos escenarios con los de las pinturas, al respecto, de MICHAEL WHELAN, se deslucen y parecen torpes intentos de un neófito.

Aplaudimos, eso sí, el suspense generado en el último número del recopilatorio, que obliga a la adquisición del siguiente ejemplar, para averiguar cómo se soluciona todo.

Aconsejamos, por último, tomar con relativa frialdad las alabanzas vertidas por Abraham García, pues hay páginas que no las justifican, en absoluto.

Lo mejor.-

Aventura por un tubo, con empaque y calidad.

La página.-

La 102: explica por qué odiamos a Robin.

La viñeta.-

La 3, de la 102. ¡La Robinpinta espolea nuestra fobia!

La frase.-

-¡Accidente, y un huevo! Tú y tus freaks de la ciencia os ponéis cachondos jugando a Dios con nosotros, la gente –Cyborg abroncando a su padre y mecánico.

Lo peor.-

La contemporización que el traductor hace de ciertos términos (la frase elegida es exponente.) Dudamos que el material original contenga tales expresiones, así como las de “la leche” o “y un huevo”. ¡Y lo del PAPA, tremendo! Por un lado, nos dicen: ¡Recordad, es maravilla de 1980! Y, a continuación: Eso es tanta cosa como que el Papa es alemán. ¡En aquella época era polaco! A ver, ¡aclarémonos!

Reseña de Antonio Santos

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