martes, 26 de febrero de 2013

KRIGSTEIN

A pesar de ser un autor innovador y muy influyente, Bernie Krigstein ha sido poco conocido en España y su obra se ha comenzado a editar desde hace relativamente pocos años. Vaya desde aquí nuestro humilde homenaje con esta breve ficha de autor, que recoge sus trabajos publicados en nuestro país:


Tebeosfera.  Autores recordados.

viernes, 22 de febrero de 2013

KRIGSTEIN. TRAYECTORIA MAGISTRAL


Sigue habiendo consensos inamovibles, como el de la maestría de Bernie Krigstein, un dibujante de historietas vinculado a la empresa estadounidense EC que creó muchos cómics cortos pero excelentes, demostrando así que la maestría no se encuentra en la construcción de argumentos alambicados o en dibujar trescientas páginas para explicar cómo se siente uno un lunes. Basta con tener una idea, enfocar a los personajes, crear tensión y resolver la narrativa con pulso maestro.

Claro que ese pulso no abunda. Krigstein lo tenía y él mismo era consciente de ello, siendo uno de esos autores de cómics que han considerado que su "arte" estaba por encima de la "industria".

Sobre este particular reflexiona el excelente teórico Álvaro Nofuentes, que demuestra con este artículo un profundo conocimiento del medio y sobre uno de los nombres capitales de la historieta norteamericana de todos los tiempos.

Atentos a sus conclusiones:

KRIGSTEIN. EL CÓMIC COMO ARTE

Tebeosfera. Artistas del documento.


domingo, 17 de febrero de 2013

LOS SUPERHÉROES QUE NUNCA MURIERON



El estudio de los cómics todavía no es una ciencia exacta. De hecho, los tebeos han sido analizados casi siempre con herramientas escasamente científicas. De ahí que se hayan arrastrado algunas ideas erróneas sobre autores, corrientes o hechos.

Una de las falsas convicciones más extendidas, incluso entre expertos e investigadores, es la de que los superhéroes se quedaron sin trabajo una vez acabada la II Guerra Mundial. No es del todo cierto esto, por más que se haya repetido durante décadas. Es verdad que los géneros de humor, romántico y crimen aumentaron su presencia en el mercado de los comic books, pero los superhéroes aguantaron como jabatos durante el periodo de paz (caliente) que luego se llamaría "guerra fría".

¿Cómo no iban a estar ahí los superhéroes, agazapados por si se alzaba en armas el enemigo?

José Joaquín Rodríguez, director de revista académica sobre historieta, teórico egregio del cómic estadounidense, con un libro sobre el particular ya publicado y otro en ciernes, nos lo demuestra:

UNA NUEVA MIRADA AL OCASO DE LOS SUPERHÉROES

Tebeosfera. Apuntes para listos y para listillos.

miércoles, 13 de febrero de 2013

EL TÍBET EN EL CÓMIC

Hoy se cumplen 100 años desde la proclamación de la independencia del Tíbet por el XIII Dalái Lama.

Tebeosfera quiere rendir un humilde homenaje a la lucha de este valiente y pacífico pueblo con un sucinto repaso a algunas de las apariciones de su cultura en la historieta.

Desde principios del siglo XX, el Tíbet se asoció con el exotismo, y así apareció reflejada esta remota y montañosa región como una misteriosa tierra donde vivían sabios místicos, poderosos magos, monstruos legendarios (el Yeti) o malignas sectas ocultas y que guardaba magníficos tesoros, desde la ciudad oculta de Shangri-La hasta los secretos de los monjes tibetanos, como el tercer ojo o la levitación. Así, se prodigaron las aventuras que hacían uso de esas temáticas o que se desarrollaban en esos parajes, tanto en los populares pulps de La SombraDoc Savage o Green Lama como en las tiras de prensa del cómic estadounidense como Mandrake el mago o Terry y los Piratas.

Los cómics de superhéroes también sucumbieron a esa visión folclórica del Tíbet, redundando en los temas esotéricos y místicos (Doctor Extraño, Zatara, Mr. Mystic...), en las artes marciales (Puño de Hierro), en misteriosas organizaciones malignas, como la Liga de las Sombras de Ra's al Ghul, o en otros villanos, sosias del prototipo del "peligro amarillo", Fu Manchú, como I-Ching o Mad Lama. La historieta mexicana también repitió los mismos esquemas, y creó superhéroes místicos como el popular Kalimán, el hombre increíble o Kendor, el hombre del Tíbet.


En España, en los clásicos cuadernos de tebeos de aventuras, encontramos numerosas referencias al Tíbet, y no pocas aventuras de Roberto Alcázar y Pedrín, Cuto en "Tragedia en Oriente", El FantasmaAventuras del FBICharro Temerario, El Inspector DanEl Capitán TruenoEl Jabato o Hurón se desarrollaron allí o enfrentaron a nuestros héroes con los peligros tibetanos.




La cordillera del Himalaya fue también escenario de numerosas aventuras bélicas, como las de Buck Danny, pero fue el belga Hergé el que mas hizo por popularizar el Tíbet, al situar allí en 1958 una de las aventuras de su archiconocido personaje, Tintín en el Tíbet, y tanto es así que el propio Dalái Lama reconoció el papel que esta historieta ha jugado en la difusión de la cultura tibetana, concediendo a Tintín el premio Luz de la Verdad, el primero concedido a un personaje de ficción.

Durante los años sesenta y setenta del siglo XX el Tíbet fue sinónimo de exotismo, de sabiduría y de iluminación espiritual, y en los ambientes hippies surgieron curiosos productos, como La Experiencia Psicodelica, donde se incluían historietas de Robert Crumb junto a la traducción del manual de Timothy Leary basado en el Libro tibetano de los muertos.

En Europa, a partir de los años setenta hubo otras visiones algo más alejadas de aquellas tan exóticas o lisérgicas, como la El monje del Tibet (El hombre de las nieves), de Alfredo Castelli y Milo Manara.

Uno de los autores que mas han escrito sobre la cultura oriental en general y sobre el Tíbet en particular es el suizo Cosey, tanto a través de su longeva serie del atípico aventurero Jonathan –apenas conocida y poco publicada en España– como con otros libros, como Le Buddha d'Azur, desgraciadamente inédito aquí.

No podía faltar en este repaso el inquieto e omnipresente Alejandro Jodorowsky, siempre interesado por la filosofía oriental, que con Georges Bess –otro autor muy influenciado por la cultura oriental– creó la magnífica serie El lama blanco, publicada por Norma en la coleccion Pandora y recopilada en 2007 por Rossell. De nuevo Bess, pero ya en solitario, construyó en Pema Ling un épico relato de drama y tragedia. La capa púrpura, de Makyo y Bruno Rocco, también narraba una historia de aventuras con elementos fantásticos ambientada en el Tíbet.



Otro autor que se posicionó claramente sobre el tema de la independencia tibetana fue el belga André Taymans, que tituló nada menos que Free Tibet una de las aventuras de la detective privada Caroline Baldwin, que no se ha publicado en nuestro país.

En España, el grupo de estudios pedagógicos Trenkalòs dedicó un numero de su colección El Món per un Forat a la denuncia de la situación tibetana con Salvem el Tibet. Aparte de esa propuesta aislada, en nuestro país no se han prodigado las obras sobre el Tibet, ni siquiera traducciones de las numerosas obras aparecidas en otros mercados, entre las que destacamos la antología reivindicativa Tintouin au Tibet; la serie Où la neige ne fond jamais, de Sylvain Sanchez y Olivier Ferra; Tibet. L'espoir dans l'Exil, de Véronique Jannot y Philippe Glogowski, o la biografía manga del Dalái Lama, The 14th Dalai Lama: A Manga Biography, de Tetsu Saiwai.

Con esto terminamos este rápido repaso al Tíbet en el cómic, esperando que las reivindicaciones de los tibetanos encuentren finalmente una feliz resolución.

Tebeosfera. Tíbet libre.

sábado, 9 de febrero de 2013

ARGENTINA. TESOROS DE LOS CUARENTA


Tener un pasado y valorarlo es tener un tesoro.

Esto ocurre con los tebeos. Hemos vivido etapas en las que unas generaciones (de críticos, autores o editores) han renegado de lo anterior para innovar y crear nuevas vías de expresión, pero también volvemos la vista atrás de vez en cuando para valorar lo que se hizo antaño. Muchas veces nos percatamos que la innovación ya estaba allí, e incluso "descubrimos" joyas que en realidad nunca yacieron ocultas.


Reconocer el peso específico de la historieta del pasado, dentro del contexto de su industria con sus técnicas, es importante para valorar lo que tenemos (o lo que somos) hoy.

De la historieta argentina se ha hablado mucho, sobre todo de la producida en los años cincuenta, periodo en el que se potenciaron aspectos como el concepto de personaje colectivo, la llamada "obra de autor", impulsando así una historieta más madura que crecería con fuerza después en otras industrias. Pero esa efervescencia creativa tuvo su antecedente en un conjunto de publicaciones que fueron cosechando popularidad durante la década anterior, los años cuarenta.

La edad de oro de la historieta mundial occidental sin duda fueron los cincuenta, pero se sustentaron sobre unos cimientos muy concretos que fraguaron durante la década precedente (en la aventura, los héroes con patrón y pasión, en lo cotidiano, el humor sardónico de los antihéroes).
Sobre todo esto nos habla Carlos R. Martínez, hoy por hoy uno de los mejores conocedores de la historieta argentina, que ha escrito para TEBEOSFERA un sucinto catálogo de las revistas con historietas de aquel periodo. Lectura fundamental para comprender qué hubo entonces y qué vino luego:

LAS OLVIDADAS REVISTAS DE LOS AÑOS CUARENTA DE LA HISTORIETA ARGENTINA

Tebeosfera. Cazatesoros.

martes, 5 de febrero de 2013

EL PEQUEÑO VAQUERO


EL PEQUEÑO VAQUERO, colección publicada por la Editorial Ferma a finales de los años cincuenta, es una obra memorable de nuestra historieta dibujada por Martínez (el mismo Martínez Osete que deleitó a varias generaciones de lectores de tebeos con otras propuestas aventureras de corte más realista).

Estas historietas, impresas en blanco y negro en cuadernos verticales de doce páginas, narraban las divertidas andanzas de Dick, un muchacho con revólveres, acompañado por "Chatito", un indio de prominente nariz, en un marco en el que se combinaba la aventura con las pertinentes dosis de humor.

De haber sido publicado en Francia y recogido en álbumes hoy todo el mundo atesoraría esta obra en sus anaqueles. ¿Se imaginan un "integral" de 170 páginas con esta obra? Si los políticos no hubieran robado tanto a lo mejor quedaría dinero para subvencionar rescates del patrimonio cultural iconográfico español como éste. Pero ya ven, los cuatreros no sólo estaban en los tebeos...




Tebeosfera. Por un puñado de tebeos.

viernes, 1 de febrero de 2013

TEX REVOLVER Y COCOBILL

Algunas de las series paródicas del oeste mas brillantes vinieron de Italia, gracias al genio de Benito Jacovitti.

En 1955 creó para Il Vittorioso a Tex Revolver, una parodia del popular Tex Willer que en España apareció en las contraportadas de la revista Paseo Infantil (1956) y en un recopilatorio de 1958.



Poco después, en 1957, Tex Revolver dió paso a Cocco Bill en Il Giorno dei Ragazzi, otro delirante vaquero que fue una de sus creaciones mas recordadas.


Las fichas de ambas series, a un clic:



Tebeosfera. Texbeosfera.