miércoles, 27 de agosto de 2014

LECTORES DELINCUENTES

Hoy en día es fácil encontrar en internet un texto que se refiera a la historieta; las recensiones, reseñas y opiniones abundan, sobre todo en aquellos temas más mediáticos. Es más difícil poder leer textos pensados, elaborados y que tengan cierta enjundia, que se detengan en la historia del medio o en la de sus creadores más allá del cariño del aficionado. Y lo que es excepcional es el hallazgo de ensayos fundamentales, hitos en la teoría del cómic que se convierten desde el momento de su publicación en referencia. Tenemos la suerte de publicar hoy uno de esos textos, un magnífico estudio que nos brinda Ignacio Fernández Sarasola, que ya nos impresionó con su artículo sobre el comunismo en los cómics, y que ahora nos asombra por su sapiencia y su capacidad de divulgación sobre un tema que mezcla la aspereza de la legislación con la pasión por la historieta y su relación con la sociedad en la que se desarrolla. Mucho se ha hablado del dichoso Comics Code, pero pocas veces se han analizado tan bien las circunstancias que condujeron al mismo.




(Y no se pierdan la espectacular edición que ha llevado a cabo nuestro coordinador editorial Félix López).

Tebeosfera. No hay más preguntas, señoría.

jueves, 7 de agosto de 2014

EL DESTINO DE JACOBS


Edgar P. Jacobs vivió media vida vapuleado por el destino. Habría podido ser Batman pero no encontró murciélagos en el estrecho y oscuro pozo en el que se cayó siendo un crío.
Quería ser piloto de aeronaves, pero se quedó en niño normal que iba a misa, admiraba el despegue de los aviones, jugaba en el barrio y adoraba las "ilustradas" (en francés, llamaban illustrées a todas las revistas con gran profusión de ilustraciones o historietas).
Su pasión por el bel canto se frustró. Debido a su humilde extracción tuvo que hacer un poco de todo para intentar ganarse la vida con el teatro y el canto. Pero la guerra no le permitió desarrollarse como artista sobre las tablas y acabó buscando una ocupación más modesta en las revistas de historietas que emergieron tras la contienda.
Al entrar en contacto con el cómic estadounidense y, luego, con Hergé, Jacobs cambió el rumbo de su destino, ese que siempre le había llevado por donde no quería ir.

Y entonces construyó historietas que eran como óperas. Cantó en viñetas.

Juan Agustí nos cuenta la vida de Jacobs en su artículo titulado:
LAS AMENAZAS CARTESIANAS DE EDGAR P. JACOBS

Tebeosfera. El destino de las viñetas.


martes, 5 de agosto de 2014

BLAKE, OLIVERA Y MORTIMER

Ángel Olivera vuelve a regalarnos un interesante documento, en esta ocasión sobre una de las obras clásicas del tebeo francófono, y máximo exponente, junto a Tintín, de lo que conocemos como línea clara.  Se trata de un texto sobre Las aventuras de Blake y Mortimer, de Edgar P. Jacobs, publicado originalmente en la revista Yellow Kid, revisado y puesto al día por el autor para su publicación en Tebeosfera tras la lectura de los últimos álbumes de la serie.


Se trata de una serie que en España vio la luz tímidamente en 1965 gracias a Novaro, pero que la mayoría descubrimos mas tarde, ya en los años ochenta, serializada en Cairo o en la primera edición en álbum de Junior, y que ahora, gracias a las impecables ediciones de Norma, podemos disfrutar como se merece.


La serie Blake y Mortimer supo sobrevivir a su creador como pocas han sabido hacerlo, con historietas de calidad y éxito de ventas. Su próxima entrega, titulada "Le Bâton de Plutarque", una precuela de la primera aventura, "Le Secret de l'Espadon", está siendo prepublicada en Le Soir y Le Télégramme.

Con ustedes, Blake, Olivera y Mortimer:
BLAKE Y MORTIMER: LA EDAD DE ORO DE LA LÍNEA CLARA


Tebeosfera. Viva el revival

viernes, 1 de agosto de 2014

TINTÍN DESENMASCARADO


La etimología siempre nos salva. Es fácil hallar en el tuétano de las palabras argumentos para un discurso. Por mucho que evolucionen, como pasa con la palabra "máscara". Los aficionados a los tebeos siempre hemos sabido que tras el antifaz estaba el mismo tipo de mentón robusto que aparecía por la puerta vestido de calle. Fingíamos no reconocerlo. Él se colocaba el antifaz, o la capucha que no podía disimular su peculiar forma de andar, y se enmascaraba. Lo hacía porque era un burlador. Eso es "máscara" en origen, en su origen como palabra árabe, cuando aludía a quienes fingían o adoptaban una impostura.

En el cómic todos son burladores porque todos son caricaturas y sus rostros son máscaras. Y cuanto menos icónicos, más burladores. Tintín es el perfecto ejemplo. Su máscara es un óvalo con cuatro puntos y rayas. Y esa máscara se extiende a su atuendo, que por habitual deviene uniforme.

Antonio Altarriba, uno de los mejores teóricos del cómic español, habla en este artículo sobre máscaras, travestismo, transformación e intelecto, y todo ello referido a la gran creación de Hergé.

LAS MÁSCARAS DE TINTÍN

(advertimos a la audiencia que se trata de un texto rescatado del ya mítico libro en homenaje a Hergé titulado Tintín y el loto rosa que sufrió una implacable persecución legal por parte de Moulinsart, lo que impidió que pudiera reeditarse. Avisados quedan!)

Tebeosfera. A través de la máscara.