RESEÑA.- Kevin Taylor difícilmente defrauda a sus seguidores, o a los lectores poco exigentes con la historieta pornográfica, que son la mayoría: los que buscan el argumento mínimo para la satisfacción erótica máxima. El neoyorquino sabe dar esa satisfacción, sobre todo desde que inventó a Girl, la "chica" de pechos impresionantes y vagina insondable que puede pactar con demonios y sobrevivir a penetraciones que harían sudar a una elefanta.
El atractivo de la obra de Taylor se ha basado fundamentalmente en explotar el ideal de objeto de deseo masculino, para lo cual ha tomado el modelo exportado por EE UU: senos enormes, glúteos prietos, caderas de adolescente, piel tostada, cierto exotismo en el rostro, un poco de ingenuidad picante en el carácter y una glotonería sin límites para el sexo. La otra parte de este modelo de explotación es insistir en el "otro" ideal masculino: el pene gigantesco. Pero Taylor ha llegado a gustar no sólo por estos excesos, sino a través de un camino esforzado en el que ha ido perfeccionando su dibujo, en este álbum mostrado en color y muy mejorado el conjunto con respecto a sus primeras apariciones (aunque la frescura de la primera Girl no ha vuelto a verse).En esta segunda parte del viaje en el tiempo sigue jugando la protagonista, Jaleira, con la idea del diablo dominador y con el aliciente fantástico del viaje al pasado, a época remotas y oscuras, donde acaba nuestra chica para conocer a sus ancestros y para soportar algunas humillaciones y vejaciones que, aparentemente, brindan gran gusto a los fans de la pornografía heterosexual (pues a la protagonista le excitan).
El componente fantástico resulta un tanto aburrido, con algun elemento original que se agradece, como la satisfactoria copa con lengua, pero que en conjunto deja al lector con la miel en los labios por cuanto se nos ocultan las maquinaciones del villano de la historia.
Sugerente y prometedor es este tebeo pornográfico, exagerado pero satisfactorio. Lo que no se entiende son las alusiones de la cubierta, con los dos super focos que improvisaron en Manhattan para recordar las Twin Towers, o el tocado con el eslogan "Suck my Burqa". ¿Una guasanga del Taylor?
A saber. Esperemos a Girl.5.
La Cúpula realizó servicio de prensa con Tebeosfera.
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