viernes, 24 de junio de 2005

Loco, de Espinosa (Astiberri)

Cubierta, desco loca da

Espinosa. Loco moción en la historieta

Habrá quienes sopesen este libro de historietas y estimen que 13 euros por un tebeo tan 'oscuro' y que no tiene textos es invertir mal su dinero.
Se equivocan.
Astiberri se arriesga, pero lo hace con obras de peso.
'Loco' es un tebeo que va más allá que muchos otros tebeos precisamente porque, como recuerda Antoni Guiral en su 'epíloco', el autor intenta narrar algo sobre la vida y no sobre 'su' vida, recurso fácil en los cómics contemporáneos. Guiral también nos recordaba que esta obra se ajusta a los presupuestos narrativos, algo más arriesgados y algo menos vacíos, de las publicaciones aparecidas en España, de sopetón, cuando la transición democrática. Eran otros tiempos y eran otras historietas, algunas comprometidas, muchísimas evasivas, la mayoría de ellas con propuestas interesantes -por no decir rupturistas, que fueron pocas- al menos en el apartado plástico o en el de la narratividad.


Espinosa (Pedro Espinosa Sáenz) no es un autor joven: nació en 1958. Y no es un autor nuevo, o no lo era cuando parió al Loco. Llevaba un par de años haciendo historietas en su Logroño natal para fanzines, cabildos y cajas de ahorros hasta que dio el salto a las revistas de Toutain con una propuesta (este 'Loco') que parecía provenir de la Argentina, asentada sobre los estilemas de un Mandrafina. O eso nos parecía antes, cuando vimos las entregas de las 'vivencias' del Loco en 'Comix Internacional'. Espinosa, tras sus inicios en La Rioja, se afincó en Barcelona, donde viene trabajando hasta hoy como ilustrador y caricaturista. Se dedicó durante una década con afán a la historieta, sobre historias propias o sobre guiones de Antoni Guiral o Francisco Pérez Navarro, y llegó a publicar en bastantes revistas del 'boom' de la historieta en España (Cairo, Comix, Cimoc, 1984, Más Madera, Butifarra). También se ha dedicado al humor (El Temps, El Triangle, El Jueves, Avui, “La Carnisseria” en el Diari de Barcelona) y su obra ha llegado hasta Italia y el Reino Unido.

Con la edición en libro, su obra más recordada, Loco, adquiere otra dimensión, se conforma como obra redonda (salvando la 'Intro' y la 'Coda' nuevas, que se nos antojan hoy innecesarias) en la que el autor emite un mensaje que no ha envejecido, por más que pueda parecer caduco. Loco es, más que un protagonista corpóreo, una idea de libertad, un ideal. Es un espíritu torturado y mudo que mira al mundo por los ojos del autor. Eso nos indica el editor: 'Espinosa ha dejado en libertad a su Loco interno y nos muestra a un ser que mira el mundo con ternura, dudas, incluso asombro. Pero también un ser capaz de extraer fuerzas de lo que habitualmente consideramos debilidades. Loco es un libro que invita al espectador a recorrer sus páginas con una mirada limpia, entre sorprendida y fascinada.'

Yo diría que va aún más allá. Espinosa se instala en la historieta como un medio para emitir su mensaje esperanzado y soñador y lo hace demostrando que entiende el poder de los factores constitutivos del cómic: su peculiar y metamórfico lenguaje y sus posibilidades narrativas. Así, no sólo nos plantea una ilusión escenográfica (que modela a su antojo, para nuestra sorpresa), nos propone un actante (nunca mejor protagonista para esta figura que el mimo, con apenas más que manos y rostro, centros de la expresividad) y reconstruye el resto con símbolos (de inocencia, de poder, del amor) con los que conjuga un relato fascinante en algunos momentos. Esta propuesta de mirar conjuntamente los componentes estilísticos y los narrativos del cómic es sobre lo que vienen insistiendo hoy los analistas e intérpretes del cómic desde los ámbitos académicos (como J. Jiménez Varea desde Sevilla, como M.A. Muro Munilla desde la misma La Rioja...). Confeccionada con una extraña sabiduría, Espinosa nos aporta una historieta modelo para practicar ese análisis. No sólo articula un relato asequible el autor, desde ciertos estilemas expresionistas que remiten a la corriente inaugurada por A. Breccia, también propone rupturas de la estructura, transforma a personajes y fondos, regenera las viñetas, hace corpóreas las onomatopeyas y reformula la luz de continuo. Todo un compendio de cómo narrar en silencio.

Su discurso, bajo esta aparente máscara de complejidad, es sin embargo sencillo. Es el de la confianza en los valores permanentes para la libertad: la insistencia en el amor, la esperanza de que existe algo puro, la pervivencia de la inocencia de la infancia (que no debemos destruir jamás), la repulsa hacia las máscaras, el adocenamiento, la rutina y los estamentos manipuladores (empresas, iglesias, medios de comunicación...) Y hay un alegre mensaje final, para cuando se consiga invertir la pirámide social. Un mensaje que es más utópico que rotundo, pues se queda en mofa y no en victoria.

Espinosa nos propone, por lo tanto, un sueño. Un sueño delicioso que compuso hace más de veinte años y que aún se mantiene. Prueba evidente de que no se cumplió.

LOCO. De Pedro Espinosa. Astiberri: (muda), Bilbao, 2005
Álbum de historietas, 30 X 21 cm., rústica, 80 páginas b/n, 13 euros.
Esta obra se presenta al público hoy, 24 de junio a las 20:00 horas en la librería Santos Ochoa (Doctores Castro Viejo, 19), Logroño.

Reseña de Manuel Barrero. Tebeosfera recibió servicio de prensa de Astiberri.

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