viernes, 3 de junio de 2005

Eduardo Texeira Coelho

Desde la Fundación Franco Fosatti nos amplían la ficha de E.T. Coelho sobre quien emitimos un in memoriam hace un par de días:
 
Adiós a Eduardo Teixeira COELHO Maestro portugués de la historieta, vivía desde hace muchos años en Florencia (Italia).  Murió el 31 de mayo de 2005.
 
Nace en Angra do Heroísmo (Ilha Terceira, Azzorre, Portugal) el 4 de enero de 1919. A los 11 años se traslada a Lisboa para frecuentar un curso comercial.  Aquí publica exitosamente en 1936 una tira cómica de 4 viñetas en el número 517 de Sempre Fixe. Comienza a colaborar en el campo publicitario y como asistente del dibujante Alvaro Duarte de Almeida ilustra parte del Corso Dickson de Arte Comercial, un curso de gráfica empresarial por correspondencia.
En 1941 realiza ilustraciones (para Foco) firmándolas con las iniciales ETC, y desde 1943 colabora con la casa editorial portuguesa O Mosquito. En 1944 dibuja dos aventuras para la publicación española "Chicos" : "El Hechicero de los Matabeles" y "Un Jinete del Oeste", que posteriormente serán publicadas también en Portugal.
Para O Mosquito crea una serie de obras que marcan la época de oro de la mas importante publicación de historietas portuguesa: "Os Guerreiros do Lago Verde" (1945, con textos de José Padinha), "Os Náufragos do Barco sem Nome" (1946), "Falcão Negro" (1946), "O Caminho do Oriente" (1946), "Sigurd, o Herói" (1946), "A Lei da Selva" (1948), "Lobo Cinzento" (1948-1949), "A Torre de D. Ramires" (1950), algunas de ellas con la colaboración de Raúl Correia en los textos. Realiza además ilustraciones para periódicos, revistas y libros.
Con el cierre de O Mosquito en 1953 decide buscar fortuna en el extranjero, en Inglaterra, donde colabora en Amalgamated Press y finalmente se traslada a Francia donde  permanecerá un largo período trabajando para  «Vaillant» (después Pif y Pif Gadget),  «Pipolin» y «Pirates» (Mon Journal), firmando en algunos casos con el pseudónimo de Martin Sièvre.   En este país y con la colaboración de los autores Jean Ollivier y Roger Lécureux crea personajes que entran en la historia de la historieta francesa: «Davy Crocket»  1957,   «Ragnar, le Viking» 1955-1969,  «Biorn, le Viking»  1959,   «Yves, le Loup»  1960,   «Cartouche»  1964,   «Robin des Bois» (reemplazando a Nortier, 1969-1974),   Le Furet (1975-1978), «Érik, le Rouge» (1976 -1977) «Ayak, le Loup Blanc»  (1979-1984), publicados posteriormente también en Portugal y en Italia.
Para finales de los Setenta colabora en la realización de la colección "L'Histoire de France en Bandes Dessinées" y "Découverte du Monde en Bandes Dessinées" para las ediciones Larousse. En la década de los Ochenta ilustra varios titulos de "Histoire Junior"  con textos de Jean Ollivier.
En 1973 recibe el premio al mejor dibujante extranjero en el Salone Internazionale di Lucca (Italia) y en Portugal en 1985 el premio «Mosquito Especial» y el Premio de Honor del Festival de la BD de Amadora en 1997. Este Festival al año siguiente le dedica una gran exposición retrospectiva y la monografía "E.T. Coelho: a Arte e a Vida", la primera que se le dedica en Portugal a un autor de historieta.
En 1996 dibuja "Marino, il Santo del Titano" (ediciones AIEP, textos italianos de Gianfranco Angeli), para el estado de San Marino.
Muere en Florencia (Italia), ciudad donde residía desde hace muchos años, el 31 de mayo de 2005. Un mes antes de su desaparición, fue inaugurada (el 23 de abril de 2005) en la Iglesia de San Domenico en la ciudad de Narni (Terni-Italia) la muestra "L'acciar de' cavalieri: dall'armamento all'armatura nell'Italia dal XII al XV secolo",  una muestra dedicada a la historia de las armas y de las armaduras, compuesta por 100 paneles con sus ilustraciones  y un recorrido didáctico. 
 
Informó : Melina Gatto

1 comentario:

Anónimo dijo...

En primer lugar, decirle que me resulta curioso el ataque tan furibundo, casi me atrevería a decir que cargado de odio, contra el autor.Todo su artículo parece destinado a humillar a una persona que, imagino, desconoce, más que a opinar sobre su obra.

Lo que me preocupa es el tratamiento que da a todo aquello que relaciona con la juventud. Espero que ese desdén, como mal menor, venga propiciado por el desconocimiento. Un desconocimiento que demuestra a lo largo y ancho del texto.

Para empezar se queja de las expresiones utilizadas en la novela. Esto me lleva a preguntarme qué tipo de lenguaje cree que es el apropiado para comunicarse con los adolescentes españoles de principios del siglo XXI. Jóvenes que por desgracia huyen de cualquier cosa con letras, no porque realmente les ahuyente la lectura, si no porque en la mayoría de los casos para entender lo que leen precisan de otro libro en sus manos,un diccionario. Por tanto, ¿qué mejor lenguaje que el que utilizan esos jóvenes para dirigirse a ellos? El problema no está en el escritor, si no en aquellos que han permitido que los adolescentes de hoy en día no sepan apreciar lo que se esconde tras la portada de un libro, aunque tenga una ilustración de Litchestein.

También parece desconocer la vida de cualquier persona normal. Una persona normal como puede ser el protagonista de la historia. Normal y rutinaria hasta que se producen los acontecimientos narrados en la novela.

Igual tampoco sabe que no todas las personas conocen el medio del cómic. Y dentro del grupo de aficionados al género, no es habitual que todos lean cualquier obra que se publique. Tengo entendido que eso sucede en todas las aficiones. Entre otras cosas, leo tebeos. Y le puedo asegurar que no conozco un solo aficionado que, en tertulias de amiguetes, no haya proclamado que todo aquello que no lee, aunque no lo conozca, es basura. Si sólo se trata de bromear entre amigos. Después de todo aunque los interlocutores no se conozcan mucho, saben que están en el mismo barco.

Por otro lado, no entiendo su empeño en exigir que el autor haga una reivindicación del medio del cómic, evitando hacer mención a cierto tipo de personajes que son aficionados a él. Al fin y al cabo gente rara hay en todas partes, y suelen ser los que más llaman la atención. Si no me cree, fíjese en Carod Rovira. Y aún así hay gente que le vota.

Eso sí, el hecho de que el autor ponga palabras en boca de un personaje, no tiene que implicar que esté de acuerdo con lo que escribe. Se trata simplemente de reflejar la realidad. Esa que usted demuestra con tanto fervor desconocer.

Tampoco debe de haber leído muchos cómics si no puede apreciar el dibujo de Angel Sesma. No digo que su estilo sea para todos los gustos. Pero sus personajes tienen vida y son reconocibles, y en sus ilustraciones hay movimiento. Me parece fantástico que un dibujante pueda ofrecer esas cosas con un trazo que, en apariencia es tan sencillo.

Para terminar, usted muestra su desagrado por las referencias a autores del escritor, pero cita como "jóvenes autores de calidad" a los creadores de Matrix (no voy ni a intentar escribir su nombre) y a Kevin Smith. Bien. Pues imagínese que estamos en una librería de cómics. Hablando de cómics. Usted acaba de mencionar a esos jóvenes talentos. Bueno, es su opinión. Pero ha tenido gracia.