Ha sido noticia estos días que Francisco Vázquez, alcalde de La Coruña (como a él le gustaba llamarla) pasará a desempeñar labores como embajador en el Vaticano.
Político de raza y carismático, Vázquez se ha mantenido en la alcaldía tras salir victorioso por seis veces con mayoría absoluta en la capital coruñesa. Sus conciudadanos han demostrado su aprecio con su voto, le querían pese a ser un socialista extraño, que emitía comentarios favorables sobre la gestión de Fraga, que se negó a votar a favor de la ley del aborto o de las bodas entre personas del mismo sexo y que no estuvo exento de polémicas (negocios urbanísticos familiares turbios). Para los opinantes del ala derecha, este nombramiento sólo significa que J.L. Rodríguez Zapatero deseaba eliminar las posibles críticas que emanaba Vázquez y, de paso, dejar expedito el camino para Emilio Pérez Touriño. Así también lo ha satirizado en ABC Martinmorales, como se ve a la izquierda.
Sea como fuere, lo que nos preocupa a algunos es qué va a pasar con el festival de la historieta de La Coruña, comandado por Miguelanxo Prado pero en cierto modo 'protegido' y 'mimado' por Paco Vázquez, que también ha sido siempre un enamorado (y gran coleccionista) de los tebeos, de la prensa del XIX y de los piratas. Su afición mantuvo bien viva la llama de ese festival, acaso el mejor de España desde una perspectiva que tenga en cuenta la historieta como cultura y no exclusivamente como negocio.
No tiene porque menguar en calidad este encuentro, porque lo sigue dirigiendo Prado. Pero ahora puede que haya aspectos que dependan de quien sostenga el báculo del consistorio.
Ojalá nos equivoquemos.
Fuente: ABC
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