domingo, 19 de febrero de 2006

La crisis de las viñetas: La cárcel de papel


Reunido un Tribunal Virtual Internacional con autoridad suficiente, emanada del Altísimo (sea éste cual fuere), se abre esta sesión de el Mundo versus los “Caricaturistas de Mahoma”,

DECIMOS,

Que tras los acontecimientos que han venido desarrollándose durante el mes de febrero de 2006, consecuencia de la publicación de unas viñetas que trataban de representar la impoluta e inmarcesible imagen del profeta Muhammad, recrudecidos estos días en localidades como Pakistán y Karachi (más de 50.000 manifestantes), Libia (asalto a la embajada de Italia) o Nigeria (16 muertos), estimamos:

CONSIDERANDO,

Que los entendidos en la cultura islámica y expertos en comunicación musulmanes han emitido sus doctas opiniones que, naturalmente, han de ser tenidas por dogmas, como:

-Tariq Ali, por ejemplo, que ha opinado que las caricaturas de Mahoma son “burdos estereotipos racistas (…) estupideces” mientras que la reacción en Oriente Medio de las hordas arengadas por los fundamentalistas sólo ha sido “innecesaria” (El Mundo, 16-II-2006).

-El humorista gráfico musulmán Baha Bujari, del diario palestino Al Ayyam, de Ramala, que ha estimado que el profeta o la religión no son asuntos de la prensa ni de las caricaturas, y que dibujar a Mahoma con una bomba en la cabeza es un “insulto a la fe de millones de personas” (El Mundo, 15-II-2006).

-El director de Le Journal Hebdomadaire, semanario marroquí, que ha sido atacado por las autoridades de Marruecos para silenciar su publicación si bien no publicó las viñetas de Mahoma [uy, no, este caso no nos sirve en este considerando… ¡que no conste en acta!]

CONSIDERANDO,

Que los analistas (periodistas, intelectuales) de Europa han emitido opiniones a favor del derecho al respeto de las deidades de todos y todas (incluidos los terroristas y terroristos) y en contra de los tumefactos y repudiables caricaturistas, a saber:

-Enrique Gil Calvo, profesor de Sociología en la Complutense, que ha indicado (en El País, 17-II-2006) que “la publicación de unos groseros chistes de moritos carecía de interés informativo, pues sólo se trataba de una burda provocación (…) el humor también puede ser una institución fascista” [el subrayado era suyo]

-El gran semiólogo Humberto Eco que también calificó de ‘feas’ las viñetas sobre Mahoma publicadas en Dinamarca tras “haberme enterado de que las viñetas habían aparecido en un periódico de derechas” (El País, 17-II-2006)

-El humorista gráfico José Luis Martín, que pese a haber afirmado que la caricatura de la discordia “es buena. Yo, sin saber las consecuencias, la hubiera publicado.”, luego ha reconocido que no han dibujado al profeta porque “Nos dio miedo que eso provocara que quemaran embajadas españolas. Además somos más de Alá de que Mahoma” (El Mundo, 18-II-2006)

CONSIDERANDO,

Que los estamentos y representantes políticos de Occidente han dado pasos no en el sentido de sofocar hordas vociferantes ‘innecesarias’, sino en el de:

-apoyar al Islam en el sentido de que deben ser protegidos los símbolos religiosos (Solana, según El Mundo, 16-II-2006)

-Proponer a la Eurocámara un control de las alusiones a la religión en los libros de texto (el Partido Popular Europeo, según El Mundo, 16-II-2006)

-Pedir que la UE Legisle contra la blasfemia (la Organización de la Conferencia Islámica, según El País, 14-II-2006)

ESTIMANDO,

Que no ha lugar a la petición del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien se opone a que se legisle en el seno de la UE contra la blasfemia.

ESTABLECIÉNDOSE COMO AGRAVANTES:

  1. El cuerpo de declaraciones de Carsten Juste, redactor jefe del diario Jyllands-Posten, de las que se extrae que “La libertad de expresión se está desmoronando (…) los recortes en la libertad de expresión [para los occidentales] implican que los musulmanes aumenten sus privilegios (…)” (La Razón, 16-II-2006)
  2. La publicación en Finlandia de las viñetas por la organización nacionalista Suomien Sisu. (La Razón, 17-II-2006)
  3. Las imágenes de torturas cometidas en Abu Ghraib, que aunque datan de 2004 se han enseñoreado estos días en los televisores de todo el mundo en horario infantil. (El Periódico de Cataluña, 15-II-2006)
  4. Que Francia acuse a Teherán de desarrollar un programa nuclear militar clandestino cuando el mismo Chirac es consciente de que él maneja poder nuclear. (La Voz de Galicia, 14-II-2006)
  5. Que Bruno Gollnish, diputado francés del ultraderechista Frente Nacional, se llevó a la Eurocámara el ejemplar especial de Charlie Hebdo en el que se volvía a satirizar diabólicamente a la figura del profeta (ABC, 17-II-2006)
  6. Que el temerario diputado italiano, también de ultraderecha, Roberto Calderoli, que además es ministro de Reforma Institucional, acudió a un pleno vistiendo una camiseta con la imagen de Mahoma tocado con bomba (20 minutos, 18-II-2006)
  7. Que EE UU haya hecho público que financiará a grupos de oposición en Irán y Siria para promover cambios en los regímenes respectivos, como lleva haciendo durante años en Iraq, Libia y otros países. (ABC, 18-II-2006)

SIN QUE SIRVA DE EXIMENTE,

-Que como la imagen de Muhammad es imposible de representar en los países árabes, no ha sido posible difundirla en sus medios y, por ende, los musulmanes no han podido ver las viñetas danesas para juzgarlas (ni ninguno de los exaltados manifestantes, claro)

-Que hay viñetas, humillantes y degradantes, sobre judíos que se publican de forma regular en algunos de los países donde se han producido manifestaciones (El País, 17-II-2006)

-Que ha sido rechazada la denuncia contra Maragall y Carod por la foto de las corona de espinas, que hubiera podido servir de jurisprudencia para el presente caso (El País, 17-II-2006)

-La magistral viñeta de Mingote publicada en ABC el día 17-II-2006, que ha llenado de rubor a este Tribunal por su carga de sinceridad y humildad genial.

ESTIMAMOS,

sobre la base de la fatua pergeñada por Mohamed Yousaf Quershi, clérigo de Alá de la ciudad paquistaní de Peshawar, que el día 17 de febrero de 2005 ofreció un millón de dólares a quien mate a los dibujantes de las viñetas de Mahoma amparado en una “decisión unánime de todos los imames del islam” (El Mundo, 18-II-2006) [luego se ha sabido que eran sólo 25.000 dólares, o 21.000 euros, pero añadió un coche; que consten en acta la cifra del millón, que luce mejor en el cartel de reward]

Y LLAMAMOS

al estrado a los acusados para ser juzgados por la presente Corte:

Annette Carlsen; Arne Sorensen; Bob Katzennelson; Claus Seidel; Erik Abild Sorensen; Franz Fuchsel; Kurt Westergaard; Lars Refn; Peder Bundgaard; Poul Erik Poulsen y Rasmus Sand Hoyer

Estos hombres y mujeres están acusados de la comisión de un delito de LESO PROFETA. Atentaron, con alevosía y hábito inmundo, contra la imagen sagrada de Muhammad, el espíritu de la luz y emisario de Alláh. Concurrieron para la comisión del crimen en Copenhague el 30 de septiembre de 2005, en la publicación Jyllands-Posten (traducible por El Correo de Jutlandia, la península que da cobijo a Dinamarca), concretamente en la sección monográfica titulada “Muhammeds ansigt” (traducible por “La cara de Mahoma”), que dirigió y firmó el director de Cultura del periódico, Flemming Rose, quien comentaba en un texto de acompañamiento –y explicativo- que:

«La sociedad moderna es rechazada por algunos musulmanes. Ellos piden una disposición singular, insistiendo en que tengamos especial consideración con sus sentimientos religiosos. Eso es incompatible con la democracia actual y la libertad de expresión, en la cual todos estamos expuestos a la posibilidad de la burla, del ridículo o hasta del insulto. Esto no es siempre agradable, ciertamente, y no significa que podamos mofarnos de los sentimientos religiosos cuando nos venga en gana. Pero esto es de la menor importancia en el presente contexto […] nosotros estamos determinados a demostrar que nadie puede imponernos donde empieza y termina la autocensura. Es por esto que el diario matinal Jyllands-Posten ha invitado a miembros del colectivo de humoristas gráficos daneses para dibujar a Muhammad tal y como ellos lo ven [...]”

El ‘contexto’ al que se refiere Rose nos remite al caso de un escritor de una biografía de Mahoma, Kåre Bluitgen, que se topó con la negativa de varios dibujantes a representar al profeta en prevención de una posible represalia violenta del fundamentalismo islamista. Rogamos a los miembros del Jurado que admitan como Prueba nº 1 este texto de Rose (aunque no necesariamente su contextualización).

Al abominable reto de ‘plantar cara’ al hecho de la censura previa fueron invitados 40 cartoonists daneses. Sólo respondieron 12 infieles, los doce encausados citados arriba, quienes representaron a Mahoma de diferentes maneras. Algunos ni siquiera lo dibujaron pero eso no ha de tenerse en cuenta por este Tribunal y los miembros del Jurado, solamente la intención infame. Estas son las descripciones de sus correspondientes crímenes, revisados en el sentido horario y comenzando por la hora punta, tal y como fueron publicadas originalmente las imágenes en la deslustrada página de aquel luctuoso día de septiembre en Dinamarca:

Peder Bundgaard. Firmante ‘Peder’.

Nacido en 1945, es un hombre polifacético: fotógrafo, pintor, diseñador, cartelista, escritor, ilustrador y humorista gráfico. Ha colaborado con la prensa con series de artículos como los de sus inicios (“Politikens Rockleksikon”) que le abrieron la puerta a la redacción del Levende Billeder. Su labor como ilustrador ha destacado en Gasolin o Svikmøllen, pero como caricaturista descolló preferentemente en las cabeceras danesas Ekstra Bladet y Det Fri Aktuelt. Una galería de sus trabajos puede apreciarse en el sitio web http://www.pederbundgaard.dk/. Sus obras pueden apreciarse también en http://www.de5.dk/peder/la.htm (también ha colaborado con las revistas www.krimisiden.dk y www.sentura.dk).

Conocedor del potencial de los símbolos, Bundgaard suele mezclar en sus dibujos, en los que siempre hallamos presentes abruptos ángulos y tensas líneas, el color llamativo e imágenes asumidas por el imaginario colectivo. Esta estrategia creativa preside también su literatura: es autor de un libro, Dødsens Stille, de 2004, donde el toque satírico ha sido calificado de genial. Desde 1986 ha ilustrado libros y ha elaborado carteles y carátulas de discos, entre otros centenares de trabajos. Sus caricaturas son coloristas y certeras, en ellas se ha mostrado contrario a la política de EE UU y, de hecho, cuando a satirizado el atentado del 11-S construyó el rostro de Bin Laden con los elementos subyacentes en el posible origen de aquel atentado: la política imperialista de Bush y su reata de políticos (véase aquí).

Sin ser necesariamente feísta, su dibujo puede resultar agresivo, pues resuelve el blanco y negro con trazos gruesos y abruptos y mancha las superficies con la soltura del pintor de brocha inspirada pero nervuda. Pertenece a la agencia de autores que integra el Tegnestuen De 5 y aceptó participar en el reto propuesto por Jyllands-Posten en septiembre de 2005.

El día 30 de aquel mes se convirtió en criminal al querer representar al profeta Mahoma (del cual no hay referencias claras para sus facciones) con los símbolos del Islam: la estrella y la luna creciente. En su caricatura del profeta vemos que la estrella hace las veces de un ojo y la luna enmarca su rostro. Del conjunto resulta una imagen equilibrada, de fuerte simbología, amable con la imagen bonancible de un emisario de Alá y estéticamente atractiva.

Pero se ha sentenciado, por un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADO, en cualquier circunstancia o lugar con iracundia. Su verdugo recibirá un pago en metálico y un coche.

Kurt Westergaard, firmante ‘KW’.

De datos biográficos desconocidos, acaso eliminados de internet por miedo [¡cagao! –que no conste en acta esta interjección-], es ilustrador y caricaturista, cuyas obras más apreciadas son las ilustraciones de libros de Torben Nielsen, autor danés querido por el público juvenil, como por ejemplo por la serie surgida en 1982 Nisserne i Bulderup. También ha ilustrado publicaciones tan prestigiosas como Fremtidens Krop.

Temerario, ha declarado ayer, al diario escocés The Herald, que no se arrepiente en absoluto de haber dibujado a Mahoma como lo hizo: con un rostro ceñudo y greñudo y con una bomba por turbante. Además, aclara que no quería representar que la imagen del profeta portase consigo una amenaza sino que, textualmente, la inspiración para su viñeta fue “el terrorismo, que recibe su munición del islam”. El insensato ha añadido al ser preguntado sobre si se arrepiente de la viñeta o de su publicación: “No”. Y ha defendido las caricaturas como “una protesta contra el hecho de que tal vez (en Dinamarca y Europa occidental) vamos a tener que aplicar un doble rasero en cuanto a la libertad de expresión y la libertad de prensa”. Y considera que los artistas pueden decir “lo que quieran y de la manera que quieran”. Y ha parafraseado a Kennedy con la bobada esa de que “No debemos negociar a partir del miedo, como tampoco debemos permitir que el miedo nos impida negociar”. (Laprensa.com, 19-II-2006).

La imagen de Westergaard es, con mucho, la más ofensiva de las doce publicadas, pese a su notable composición así como su buen gusto plástico. Es una imagen poderosa, de gran potencial comunicativo y que hace evidente la calidad creativa de su autor (por más que el turbante es hindú y no responde a la moda del gusto de los árabes).

Aunque se admiten sus cualidades artísticas, plásticas y comunicativas, el autor se enfrenta a una sentencia, emitida por un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADO, en cualquier circunstancia o lugar, con arma de fuego o blanca. Su verdugo recibirá un pago en metálico y un coche.

Poul Erik Poulsen, alias ‘PEP’

Dibujante danés de biografía esquiva para nosotros, presuntamente joven pero alocado autor de una caricatura del profeta, en la que se le aprecia astifino, en pose gentil y con mirada limpia, pero coronado por una suerte de halo que a ojos de un cristiano podría parecer resaltar la santidad del profeta, en alusión a su colega de profesión, Jesús (también considerado profeta por el Islam, bajo el nombre de Isa, como se lee en el al-Quran). Empero, se aprecia claramente que el halo es la luna creciente que representa al Islam y que, colocada así, parece querer señalar que posee cuernos, como el Diablo.

Aunque se admita la calidad de amable de su dibujo, de línea clara y buen pulso para los contorneados, demostrando con ello que estamos ante un caricaturista dotado para este arte y capaz de obras de calidad sin tacha, el autor se enfrenta a una sentencia, emitida por un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADO, en cualquier circunstancia o lugar, con arcabuz o alfanje. Su verdugo recibirá un pago en metálico y un coche.

Erik Abild Sorensen, firmante como “Sorensen”

De biografía también escurridiza, el autor ha elaborado una burda viñeta en la que se aprecian varios dibujos esquemáticos que parecen representar a figuras idénticas, quién sabe si femeninas o masculinas. Lo característico de las figuras es que están construidas con la luna creciente islámica –que hace las veces de boca-, una estrella en el lugar del ojo –que parece la Estrella de David- y un tocado que podría ser un turbante. Las cinco figuras dicen: “Profet! Med kuk og knald i låget som holder kvinder under åget!”, que es un poema que en cristiano, perdón, árabe, significa, más o menos: “¡Profeta, es una idiotez, mantener reprimida a la mujer!”

Siendo con mucho el peor dibujo de todos, ejecutado a nuestro parecer con el esfínter como músculo en juego (y resultando obtuso en su mensaje nada conciliador para la vida familiar en el Islam), el autor se hace acreedor de una sentencia, emitida por un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADO, en cualquier circunstancia o lugar, con soga o con caja de pinchos. Su verdugo recibirá un pago en metálico y un coche.

Claus Seidel, que firma parecido a como se llama

Autor de biografía confusa, ilustrador eminentemente, ha dibujado a Mahoma como un vagabundo que por el desierto atraviesa meditabundo y con pollino. Lleva turbante de color naranja y no presenta cara de buenos amigos. Su ilustración (que no es ni viñeta humorística ni caricatura realmente) tiene cierto equilibrio cálido que atrae el gusto de los que aman la ilustración de libros o de cuentos. La manchas de color se distribuyen en un triángulo que dota a la composición de cierta gravedad y, si bien el contorneado es difuso, nada claro, el resultado es hermoso.

Con todo, el autor es merecedor de una sentencia, emitida por un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADO, en cualquier circunstancia o lugar, con tortura previa o sin. Su verdugo recibirá un pago en metálico y un coche.

Arne Sorensen, firmante casi como se llama

Hermano del otro Sorensen, dibujante de escuela precisa, viñetista acostumbrado y habitual en la prensa danesa, se conoce el oficio del humor gráfico y ha ejecutado una imagen que responde a la perfección al llamado del responsable de cultura del Jyllands-Posten: un dibujante ´él mismo- se muestra nervioso mientras ejecuta una caricatura de Mahoma con nocturnidad. La comicidad reside en el absurdo de que oculte un dibujo que, en buena lógica, va a difundir públicamente poco después.

Aun la perspicacia y el buen oficio con el que está dibujada la viñeta, muda pero elocuente, el autor lo lleva claro: le cae una sentencia, emitida por un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADO, en cualquier circunstancia o lugar, con mala saña y estornudándole gripe aviaria durante su agonía. Su verdugo recibirá un pago en metálico y un coche.

Franz Füchsel, firmante como ‘Fuchsel’

Tipejo danés de vida poco conocida. Perteneciente a la escuela de la línea ‘chunga’ de su país, esgrime viñetas como obras de arte y dibuja aplicando aguadas como si pensara que le iban a confundir con el gran Segura (el de ‘Pepe Barrena’). Ha sido autor de cómic bien considerado en su país, donde se codeaba con los autores Andreas Asmussen, Bo Bojesen, Siegfried Cornelius y Helge Hall, los más descollantes de la revista Storm, a finales de los noventa, donde se publicó una de las sagas en historieta más populares de Dinamarca: Hilarius Petersens.

Ahora, se ha atrevido a dibujar un palacio con estilemas arábigos en el cual dos musulmanes enfadadísimos y terroristas (uno de ellos lleva bomba en la mano) escuchan a su líder (quién sabe si es Mahoma) que les tranquiliza en sus ánimos diciendo: “Rolig, venner, når alt kommer til alt er det jo bare en tegning lavet af en vantro sønderjyde”, lo cual que viene a ser: “Tranquis, colegas, que todo esto es sólo por un dibujo de un infiel del sur de Dinamarca”. Estimamos que parte de la gracia debe estar en lo del danés sureño, acaso más corto o chisposo que el resto de los habitantes de Jutlandia (como los Andaluces en España, je). Por lo demás, el dibujo es muy expresivo, aunque las masas de color enturbian el resultado, pero también dibujantes considerados de altura (como Já, como Ivá, como Peridis) han elaborado monos a la ‘bajura’ de este tal Guschesl, o como se diga.

Con razón, pues, este autor es objeto de una sentencia, emitida por un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADO, en cualquier circunstancia o lugar, con ametralleta o guadaña. Su verdugo recibirá un pago en metálico y un coche.

Lars Refn, firmante ‘LR’

De vida desconocida para nosotros y de datos protegidos por la agencia De5 (www.de5.dk), se ha atrevido a dibujar una viñeta de Mahoma sin Mahoma, en la que se ve a un estudiante de séptimo grado de un colegio de Valby –zona de Copenhague en la que se concentra gran cantidad de población musulmana-. El chico, identificado como Mohammed, se halla frente a un encerado y señala hacia una leyenda escrita con signos arábigos. En la leyenda, mal escrita, se lee: “El equipo editorial del Jyllands-Posten es un hatajo de provocadores reaccionarios”.

De humor basto este Lars, que no sólo no ha sabido atañer a Mahoma sino que ha aludido al calificativo que luego los propios redactores del diario han recibido de parte de la prensa internacional y del mundo árabe. Este tío parece tonto… Bueno, a lo mejor el humor reside en la paradoja de denunciar a los reaccionarios en el mismo periódico reaccionario, conjuntado todo con la metáfora que supone mostrar a un niño de la barriada musulmana desfavorecida que se llama Mahoma o… vaya usted a saber…

Con lo cual que, a ver si vamos a tener que sentenciarlo, sobre la base de la deliberación de un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADO, en cualquier circunstancia o lugar, con garrote vil o vil saña. Su verdugo recibirá un pago en metálico y un coche.

Rasmus Sand Hoyer, que no firma en absoluto

Nada sabemos de él, pero lo que nos importa es que ha dibujado al profeta en actitud asesina y salvaje en una viñeta en la que aparece representado muy enfadado y con espadón en mano pero con los ojos tapados por una cinta negra (de esas que se utilizan para censurar partes de una fotografía). Le flanquean dos mozas de buen ver si no vistieran el burka que les cubre todo el cuerpo salvo la franja de los ojos, como es habitual.

La viñeta es de excelente construcción, pues contrapone la cinta negra que lleva el profeta ‘censurado’ (con lo que se hace alusión a la falta de libertad de expresión para representar a Muhammad) a la única ventana al mundo de que disponen las mujeres presas del fundamentalismo (con lo que hace una velada crítica a la situación de la mujer en el Islam). Además, la composición es buena, el color está bien aplicado y la expresividad de su dibujo permite incluso una tercera lectura, que haría alusión a la agresividad del profeta –en realidad, representación de la de los integristas islamistas- y al temor de las mujeres a la represión masculina –representado esto en sus miradas-.

Estupendo, sí, sí, pero no se libra: sentencia, sobre la base de la deliberación de un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADO, en cualquier circunstancia o lugar, con guillotina o con tratamiento de fuel y chispa. Su verdugo recibirá un pago en metálico y un coche.

Jens Julius Hansen, firmante como ‘Julius’

Nacido en 1950, es un veterano humorista gráfico e ilustrador de libros (como el religioso sobre la Navidad Julefesten i nissebjerget de Pobra editorial) en activo desde 1970, aunque con actividad mayor sobre todo desde 1975. Ha sido y es humorista gráfico habitual de varias publicaciones danesas como Bryrup Skole o Folkeskolen y su último libro recopilatorio de viñetas ha aparecido en 2004: el editado por Omslag Julius i skolen [puede verse la cubierta aquí]. De él existe una nutrida compilación de obra, casi toda ella editada por Hæftet, a ritmo de un libro por año [pueden verse algunos aquí]. Sus personajes navideños, tocados con un gorrito rojo al uso del que nosotros adjudicamos a Santa Claus [como estos], son muy apreciados por los daneses, habiéndose llegado a vender figuritas de plástico que reproducen sus creaciones.

Este tipo que va de simpático se ha atrevido a hacer una viñeta incendiaria en la que observa una escena celestial: Mahoma se halla instalado en una nube, a las puertas del cielo (supuestamente el del Corán), y recibe a un conjunto de terroristas suicidas con el aviso siguiente: “Stop Stop vi er løbet tør for Jomfruer!”. Es decir: “¡Parad, parad, que nos estamos quedando sin vírgenes!”. Muy gracioso, o sea: como Alá promete a los que se sacrifiquen por su fe una vida en los cielos atendidos sus deseos más bajos por muchachas vírgenes, y son ya tantos los que van de kamikazes, pues que nos estamos quedando sin género. Nadie le ha preguntado a las vírgenes si realmente querían seguir vírgenes y, en todo caso, si querían dejar de serlo con estos mártires tozudos y tiznados de bomba hasta los sobacos.

Sea como fuere, el Julius se ha ganado una sentencia, sobre la base de la deliberación de un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADO, en cualquier circunstancia o lugar, con golpes repetidos en el escroto o bien con descuartizamiento inmediato. Su verdugo recibirá un pago en metálico y un coche.

Bob Katzennelson, firmante como ‘Bob’

Tipo de cuya vida no sabemos mucho salvo que su agente es el grupo De5 (www.de5.dk), pero cuyo pulso es excelente. Es un caricaturista capaz, que describe al personaje objeto de su sátira con rápidos trazos, jugando con los contornos y apoyando la imagen con aditamentos que contribuyen a la confección de un mensaje complejo.

En su caricatura publicada en Jyllands-Posten es el que más se acerca al problema concreto sobre el que se pidió expresión dibujada: el caso del escritor que no encontraba dibujantes para Mahoma. No dibuja Bob, pues, a Muhammad, sino al redactor motivo de esta exposición blasfema, Kåre Bluitgen, el cual aparece tocado con un turbante y sosteniendo un dibujo. Sobre el turbante cae una naranja, la cual lleva la inscripción “PR. Stunt” (que podría traducirse por “un poco de publicidad”). En su mano porta un dibujo infantil de lo que podría ser Muhammad. El humor de esta caricatura / viñeta reside en que en Dinamarca el dicho “una naranja en el turbante” viene a significar “un golpe de suerte”, en alusión a que la ligera polémica levantada por no poder hallar ilustradores para su libro sobre Mahoma tuvo un efecto promocional sobre su producción literaria. Efecto promocional que reutilizó el Jyllands-Posten para hacer de una noticia sin mucha relevancia un recurso para avivar la venta de periódicos.

Muy inteligente el payo este, Katzennelson, que casi se libra porque ha sabido criticar al periódico y al autor que es origen de todo el tumulto, y que apenas si ha dibujado a Mahoma. Pero no se escapa, que hay un mahomín ahí, en el dibujito infantil, lo cual es suficiente para meterle un puro de campeonato. O sea, una sentencia, sobre la base de la deliberación de un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADO, en cualquier circunstancia o lugar, con patadas en la gorja o lanzazos en las corvas. Su verdugo recibirá un pago en metálico y un coche.

Finalmente, nos queda Annette Carlsen, la firmante ‘AC’

Autora de humor gráfico cuya obra viene agenciada por el grupo De5 (www.de5.dk), propone un estilo muy suelto, casi desmañado, pero con una expresividad estimulante y muy lograda. Suele mostrarse preocupada por la esfera de lo que concierne a la mujer, en aspectos como la educación, la responsabilidad con los hijos, sin dejar de lado asuntos más mundanos. Sus cualidades pueden ser comparadas con la obra de su colega francesa Bretécher, llegado el caso (sin su cinismo, claro).

Pero ha sido la autora de una caricatura blasfema de la muerte en la que asistimos a una ronda de reconocimiento policial donde hay siete individuos que visten turbante [es la que encabeza la presente sentencia]. El testigo dice: “Hm... jeg kan ikke lige genkende ham”. Lo que parece difícil de entender, pero que si uno se esfuerza se percata de que viene a ser: “Hum... Realmente no lo reconozco”. En efecto, no todos los que aparecen en la línea son fáciles de identificar. El que lleva el núm. 1 parece simplemente un hippy, la del número 2 es la política danesa Pia Kjærsgaard, el 3 es muy posiblemente Jesucristo, Buda el 4, el 5 podría ser un profeta de Yavé o un hindú, el 6 podría ser Mahoma (o viceversa), y el 7 es el periodista y escritor Kåre Bluitgen, que lleva una tarjeta donde se lee: “Kåres PR, ring og få et tilbud”. Lo cual que parece chino, pero que si uno entorna los ojos viene a decir: “Relaciones públicas de Kåre, llame y haga una oferta”.

Es esta una viñeta compleja, que la autora ha resuelto con expresividad y buena mano para la caricatura, emitiendo una crítica clara al ansia de popularidad de Bluitgen, una crítica velada a la política de Kjærsgaard y un mensaje irónico sobre la presencia de profetas en el ámbito de la cultura y de la vida que, por el hecho de hallarse en una ronda de reconocimiento policial podrían ser igualados a delincuentes. Presuntos, en todo caso.

O sea, que ha insultado a todos los profetas, se mire como se mire. Así las cosas, esta tiparraca es merecedora de una sentencia, sobre la base de la deliberación de un Jurado integrado por la colectividad musulmana toda y por la mayoría de los tolerantes medios de comunicación europeos que su obra de creación es REPUGNANTE y, su acto, un CRIMEN. Por lo cual debe ser AJUSTICIADA, en cualquier circunstancia o lugar, con violación previa y ablación de clítoris previa a la violación y con obligación de llevar burka durante ambas acciones anteriores. Su verdugo violador recibirá un pago en metálico y un coche.

Todas estas sentencias cuentan con la aprobación, sonriente, del clérigo Qureshi, emisor de la fatua, a quien querríamos agradar cortando todas las cabezas de todos los encausados si no plantea inconvenientes el Jurado.

Por supuesto, no ha lugar a la intervención de la Defensa.

Se cierra la sesión.


Texto de Manuel Barrero

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