martes, 21 de febrero de 2006

La crisis de las viñetas. Los satánicos redactores responsables.


La crisis de las viñetas. Los satánicos redactores responsables.

Algunos periodistas europeos y algunos escritores e intelectuales que ha emitido opiniones sobre la crisis suscitada por las viñetas de Mahoma no han sabido contemporizar como los norteamericanos de, por ejemplo, el New York Times.
Sobre la base de premisas falsas, a saber, que las viñetas eran cartoon editorial y que el periódico que las publicó era de ultraderecha, h
an sostenido un conjunto de opiniones que no se comprenden en el ámbito de la ética periodística fundamentada en la independencia, la tolerancia y la democracia. Estimaron, entre otras gratuidades que: los dibujantes eran malos esencial y estéticamente, los dibujos eran racistas e islamófobos, el periódico alienta la xenofobia y la blasfemia.
Sorprende el hecho de que en los medios de comunicación no se haya practicado ningún análisis iconológico de las viñetas en concreto o de los autores de las mismas en general. Ni siquiera un análisis somero.
Sorprende el hecho de que en los medios de comunicación no se haya practicado un análisis ideológico del diario Jyllands-Posten, de su dirección en concreto, de su política editorial en general. Ni siquiera un análisis somero o una mínima panorámica de la prensa danesa.

Sobre lo primero, en Tebeosblog se hizo una sarcástica aproximación a la obra de los dibujantes de Mahoma hace un par de días (bien que sobre un ficticio tribunal que apoyamos en los juicios sumarísimos del inolvidable Evaristo Acevedo).
Sobre lo segundo, acudimos hoy al mismo Jyllands-Posten, que en función de la sonora repercusión internacional de la publicación de aquellas viñetas un 30 de septiembre, abrió el día 8 de febrero de 2006 varias secciones en distintos idiomas en su web www.jp.dk.

¿UN PERIÓDICO DE EXTREMA DERECHA?

En Dinamarca, país que actualmente se halla gobernado por lo que en España entedemos como "derecha ideológica" (con cierta represe
ntación de políticos de extrema derecha que mantienen una constante lucha contra la inmigración en suelo patrio), se reparten la información matutina tres diarios: Berlingske Tidende, de filosofía editorial izquierdista, Politiken, de política editorial similar y claramente opuesto a las ideas del tercero en pugna por el euro del danés en el quiosco: el Jyllands-Posten. Este diario, el centro de todas las iras musulmanas, cuyo título en danés viene a significar 'El Correo de Jutlandia', es un periódico de gran difusión, ciertamente sensacionalista y que ha venido sosteniendo en los últimos años una filosofía editorial de centro derecha. Su homólogo en España podría ser El Mundo, periódico que no se define de centro derecha pero que a ojos de cualquier lector aparece como contrario a las políticas de izquierdas españolas. Evidentemente, El Mundo no es un diario orientado por la ultraderecha, como no lo es el Jyllands-Posten, tal y como sí han sostenido algunos columnistas y tertulianos de nuestro país y de otros (sobre todo columnistas y tertulianos del ala ideológica de la izquierda, aparentemente con interés por sacar réditos políticos a todo este asunto).
Otros diarios de Dinamarca son: Aktuelt, Århus Stiftstidende, Berlingske Tidende, Bornholms Tidende, Børsen, Folkebladet, Fyens Stiftstidende, Horsens Folkeblad, Nordjyske Stiftstidende y The Copenhagen Post, el cual publica su información en inglés también, entre algunos otros.

JYLLANDS-POSTEN SE DEFIENDE

Hemos creído aconsejable acudir al propio periódico danés para consultar sus contenidos e intentar dilucidar cuál es su filosofía editorial general y su postura concreta ante el asunto de las viñetas de Mahoma.

En el apartado que han tenido la gentileza de publicar en español en su web hallamos apartados interesantes y aclaratorios. Resultan de gran utilidad: un texto que repasa la historia de lo ocurrido (ver aquí), el apartado cronológico que detalla lo ocurrido entre el 30-IX-2005 y el 30-I-2006 (clic aquí) o la disculpa emitida hacia el Islam (clic aquí).
Del primer apartado, Historia, se extrae la siguiente declaración de intenciones del diario, que emite el propio Redactor jefe, el responsable primero de toda la crisis, Carsten Juste:

"Jyllands-Posten aboga por una convivencia en paz y armonía entre los distintos grupos o comunidades, y por que las discusiones y discordancias que siempre tendrán lugar en una sociedad dinámica, se resuelvan desde el respeto mutuo.
Por eso el diario también ha publicado muchos artículos describiendo la cara positiva de la integración, entre otros en un suplemento especial llamado `Bidragerne' (los contribuyentes) en el que presentamos una serie de musulmanes que han alcanzado el éxito en Dinamarca. Este suplemento fue premiado por la Comisión de la UE."
Debido a las 'desinformaciones' que sobre la política editorial del diario se han venido emitiendo en medios de comunicación de todo el mundo, el periódico danés ha reaccionado hace apenas unos días (17-II-2006) con una nueva entrada en varios idiomas, que en el nuestro lleva por título: "¿Qué es el diario matutino Morgenavisen Jyllands-Posten?". De sus contenidos descriptivos destacamos que:
"Con una tirada diaria de 150.252 ejemplares y 205.303 los domingos, Morgenavisen Jyllands-Posten es el diario de mayor difusión de Dinamarca. Fue fundado en el año 1871.
(...) es propiedad de una sociedad editora que también publica el diario Politiken y el diario tabloide Ekstra-Bladet. Los tres diarios son muy distintos.
(...) es y siempre ha sido un diario liberal (...) siempre ha tomado el partido del individuo contra cualquier concentración de poder.
En la década de 1960, fuimos el primer diario danés en practicar un periodismo medioambiental activo y ofensivo. El medio ambiente y la protección de la naturaleza siguen siendo temas prioritarios para el diario.
(...) mantenemos una actitud crítica frente a cualquier gobierno - también frente al actual, con el que en muchas cuestiones compartimos puntos de vista fundamentales.
La estrella amarilla que aparece en la cabecera del diario es la representación estilizada de una escultura que simboliza a Aurora, la diosa romana del alba.
La escultura fue creada por el artista danés Henning Koppel en ocasión del centenario del diario en 1971."
Lamentablemente, este texto no aclara nada sobre aspectos más concretos de la vida social y política: economía y sociedad danesas, elementos de inmigración, aspectos de política internacional, igualdad de sexos... que hubieran sido más definitorios de las tendencias del diario.

Centrándose en el problema de las viñetas, Carsten Juste, en un artículo de Pierre Collignon titulado "El dilema del editor" señala que el periódico se disculpa ante los musulmanes por la ofensa que han sentido pero que de ningún modo lo hará por haber publicado las viñetas de Mahoma. Sigue a esa declaración una entrevista de interés en la que Juste indica que sí publicaría más caricaturas de Mahoma en determinado contexto que así lo exigiese, pero que no lo haría con una como la de profeta / bomba dibujada por Kurt Westergaard, debido al revuelo que ha levantado. También aclara que no publicaría figuras cristianas que se pasaran de la raya, pero que si en nombre de Jesucristo se comentieran atentados terroristas cabría una representación como la publicada. Mas, él sigue creyendo que "desde mi punto de vista, la caricatura [de Westergaard] no era más que una representación del propio abuso de los fundamentalistas de la imagen de Mahoma."

En otro artículo, de John Hansen, explica el editor Juste la razón que les impulsó a publicar las caricaturas. Se trata del artículo / entrevista "El editor y las 12 caricaturas", publicado el 18-XII-2005. En él se aclara que "la idea original del periodista era investigar hasta qué punto existe la autocensura en Dinamarca. Empezando por el libro infantil sobre Mahoma de Kaare Bluitgen, en el que aparentemente no se atrevía a participar abiertamente ningún ilustrador. Había otros ejemplos similares. Así fue como comenzamos. La idea era escribir a 40 ilustradores y preguntarles si dibujarían a Mahoma para su publicación en el Jyllands-Posten." No era, pues, la provocación hacia el Islam lo que les guiaba sino: "lo que estábamos era provocando a los ilustradores que no se atrevían a usar su libertad de expresión por temor a las represalias de musulmanes extremistas. (...) Doce de los 40 ilustradores estuvieron de acuerdo. Algunos declinaron la oferta. Otros ni siquiera contestaron a nuestro desafío."
Estima que "los resultados que obtuvimos eran un poco flojos. El material no era lo suficientemente general. Tres de los 12 que estuvieron de acuerdo fueron nuestros propios ilustradores, ¡quienes quizás se sentían obligados! Eso significaba que realmente sólo teníamos a nueve, y algunos de ellos ni siquiera habían dibujado a Mahoma. Y de los que no respondieron, no podíamos saber sus razones. Llegado ese punto, tuve serias dudas sobre si debíamos seguir. No había una respuesta clara a la pregunta original: "¿Practican o no los ilustradores la autocensura?"
Resulta interesante descatar la respuesta a si sopesó la idea de que ofendería a los musulmanes:
¿Consideró en algún momento que las caricaturas podrían ofender o insultar a personas?
"Sí. Algunos periodistas de nuestro periódico, incluidos algunos de los que escriben regularmente sobre musulmanes, inmigración e integración, nos aconsejaron que no lo hiciéramos. Fue un arduo debate. Personalmente, pensaba que las caricaturas eran inofensivas, que se ajustaban bastante a nuestra tradición danesa de la caricatura. Si alguna de las caricaturas hubiera sido más cruda, por ejemplo si un ilustrador nos hubiera presentado a Mahoma meando sobre el Corán, la hubiéramos retirado. De la misma forma que a lo largo de los años he retirado muchas caricaturas que los devotos cristianos podrían haber considerado insultantes. U otras porque eran demasiado vulgares o crudas. No me pareció que estas lo fueran y por lo tanto, seguí adelante."
"Nunca fue nuestro deseo insultar la fe musulmana. Repito: Si nos hubieran enviado caricaturas más crudas, las hubiéramos retirado. Como hemos dicho, es lamentable que la gente se sintiera insultada, porque esa no era nuestra intención."

Lo que no se ha difundido en España ha sido la inseguridad que viven los trabajadores del periódico:
"ha habido muchas, muchas más amenazas de muerte que las dos que salieron a la luz. Amenazas que la policía seguramente considera mucho más serias, y que no hemos hecho públicas. (...) El Servicio de Inteligencia (PET) nos ha dicho que no lo hiciéramos [público]. Amenazas desde Pakistán, ofertas de recompensas por las cabezas de los ilustradores (...)"
luego añade:
"No creo que vuelva a aparecer una caricatura de Mahoma en un periódico danés en los próximos 50 años. Los autocomplacientes caricaturistas del Politiken - Roald Als y Mette Dreyer - ya han afirmado que dibujarían a Mahoma si fuese pertinente. Espero con ansia verles hacerlo, existen muchas situaciones pertinentes."

NI HOLOCAUSTO NI DOBLE RASERO

Dos textos que no aparecen traducidos en el sitio web resultan bastante interesantes.
Uno ha sido el de "No Holocaust Cartoons in Morgenavisen Jyllands-Posten", aparecido el día 9-II-2006, en el que el se aclara que Justen no permitirá que se publiquen viñetas ofensivas hacia el Holocausto en el diario, en contra de las declaraciones hechas por Flemming Rose (responsable de cultura del diario) a la CNN. Aparentemente, aquella afirmación de Rose fue también tergiversada por los medios pues sólo dijo que estimaba la posibilidad de publicar esas imágenes si documentaban la ética de los medios de comunicación iraníes, pero no como juego o mero ejercicio de libertad de expresión.

El otro texto, que no se puede leer en español pero sí en inglés, es la declaración de intenciones de Flemming Rose, precisamente, titulado "Why I Published Those Cartoons" y en el que vuelve a exponer todo el proceso que llevó a la publicación de las viñetas. Insiste en que la libertad de expresión no es óbice para publicar cualquier cosa y que ellos no buscaban la provocación gratuita sino bucear en dónde se encuentran los límites de la autocensura en el ámbito de la ilustración y el humor gráfico. En aquel momento se consideró un debate relevante, dado que se dieron cita algunos hechos relacionados con la posible falta de libertad de expresión por imposiciones del fundamentalismo musulmán: un escritor danés no hallaba quien le ilustrase un libro sobre Mahoma, un cómico danés manifestó que mearía sobre una Biblia ante una cámara pero que nunca lo haría sobre el Corán, un traductor de un libro crítico con el Islam pidió que su nombre no constara en la edición danesa, una exposición en Suecia tuvo que retirar algunos cuadros en los que se mezclaba sexo y Corán, y la Tate Gallery tuvo problemas con una instalación de John Latham sobre el Corán, la Biblia y el Talmud hechos añicos... el colmo, según Rose, fue la noticia de que un iman pidió al primer ministro danés que interviniera en la prensa para proteger al Islam. Estas fueron las razones de peso 'de la actualidad' que motivaron la publicación de las viñetas. El periódico consideró que había suficientes casos de autocensura como para abrir un debate.

Un fragmento de su discurso, que trata directamente de los autores de las viñetas, ha llamado nuestra atención:
"En ocasiones, Jyllands-Posten ha rehusado publicar viñetas satíricas de Jesucristo, pero no porque se aplicase un doble rasero. De hecho, el mismo dibujante que elaboró la imagen de Muhammed con una bomba en su turbante [K. Westergaard] dibujó una viñeta con un Jesús crucificado que tenía símbolos de dólar en sus pupilas, y otra en la que la Estrella de David actuaba como detonador de una bomba. Cuando las publicamos, sin embargo, no hubo embajadas quemadas o amenazas de muerte."

Recopilación y traducciones de Manuel Barrero.
En la imagen de cabecera: Flemming Rose y la página que suscitó en origen las protestas del Islam. La imagen en color corresponde al redactor jefe Carsten Juste. Todo ello se ha extraído del web www.jp.dk

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