viernes, 27 de enero de 2006

El Batracio Amarillo denuncia

El DIRECTOR DE EL BATRACIO AMARILLO INTERPONE UNA DENUNCIA EN LOS TRIBUNALES CONTRA EL CONCEJAL DE DEPORTES DE MOTRIL POR UN ASUNTO YA DENUNCIADO EN LAS PÁGINAS DE LA REVISTA HUMORÍSTICA

 

El Batracio Amarillo, en la persona de su director, visitó los juzgados en la mañana del 26 de enero para interponer denuncia contra el concejal del área de deportes del municipio de Motril.  Se reproduce aquí el texto íntegro de la denuncia no porque tenga vinculación con los medios historieta o humor gráfico, sino porque se da la circunstancia que desde la revista satírica, que todos los meses publica humor gráfico e historietas, se había denunciado este particular y porque El Batracio Amarillo se ha caracterizado hasta la fecha por ser objeto de denuncia, y no a la viceversa. No deja de ser irónico. 

 

«Antonio José Martín, mayor de edad, con domicilio en Motril en Calle Tejeros, 13, director de El Batracio Amarillo, desea exponer los argumentos necesarios para efectuar esta denuncia ante los juzgados de esta ciudad.

 

DENUNCIA CONTRA FELIPE VILLA

Concejal del Ayuntamiento de Motril

La cuestión central es que en el Pabellón Cubierto de Motril se pone en riesgo la integridad de los menores que acuden los fines de semana a ver actividades deportivas, como la protagonizada por el Club de Baloncesto Costa Tropical, que suele convocar en los graderíos una media de 700 personas por partido.  Dicha actividad lúdica, a la que se asocia la presencia de payasos, mascotas y repartidores de globos, suele convocar a un nutrido grupo de niños, acompañando a sus padres. 

Se teme que se repita lo ocurrido hace pocos años, cuando un padre, confiado a los juegos del hijo, vio cómo el niño caía por el hueco de la valla que separa la grada del vacío, unos tres metros de altura hasta caer en la cancha, adonde también fue a parar el padre, que con el arrojo natural del momento, fue a buscar a su hijo, temiendo que su tardanza agravara la catástrofe.  Pudo pasar lo peor, pero no fue así y el niño está bien en la actualidad.

Sin embargo, el problema sigue latente, y es por ello que pretendo con esta denuncia evitar algo innecesario.  Denuncia presentada máxime cuando desde la publicación El Batracio Amarillo se ha insistido en la necesidad de corregir el peligro.  Por esa y diferentes vías, al día de hoy el concejal de Deportes, Felipe Villa, conoce el asunto.  Sin embargo, pasan los meses y la solución no llega.  "No hay dinero", contestó en una ocasión un empleado del pabellón a uno de los responsables del club de baloncesto.  Nosotros, por el contrario, opinamos que siempre debe haber dinero para lo preciso.  Y lo más preciso siempre es la vida de un niño que, por una negligencia, puede verse alterada:  su vida y la de sus padres.  Considero que la base de esta denuncia es alertar a la clase política de que no pueden dar mal ejemplo, máxime cuando vivimos una época en la que nos solemos desayunar con sucesos laborales, con albañiles cayendo del andamio porque nadie supo usar la seguridad recomendable.  La insistencia es esa, y no sólo pretende estar apoyada en argumentos técnicos o legales.  Más que eso, pretende servir a un argumento de carácter moral y humano.  Una vez un niño cayó y se evitó el entierro gracias a la suerte.  Pero no es bueno que una sociedad dependa de la suerte para evitar, en lo sucesivo, un entierro prematuro. 

Por eso recalco mi intención de acudir a estos tribunales, denunciando a Felipe Villa, Concejal del Ayuntamiento de Motril, responsable de que la solución no llegue después de muchos meses ocupando el cargo mientras en el pabellón está en riesgo la vida de un chiquillo que, perfectamente, puede ser el mío, el del propio concejal e, incluso, el de su señoría, a quien agradezco que haya llegado hasta la última línea de mi argumentación. 

Esta vez, como es fácil comprender, lo dicho no es un chiste.

Motril a 26 de enero de 2006

 

Fdo.  Antonio José Martín Merlo»

 

 

Fuente: Javier Martín

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