miércoles, 13 de febrero de 2008

NAUHKA, DE PALLARES Y CACERES

NAUHKA LA HEREJE. El período herético

Por Antonio Santos (de su serie “La voz en el desierto”, entrega 35)


Horizontal cuatro: Tradicional enemigo, recurrente y a webo para meterse con él. Con I. ¿Inglaterra? (Miramos, dubitativos, las soluciones:) IGLESIA.

El largo ingenio de los progenitores de esta obra, de inminente desglose, llegó al astuto extremo de escoger al monstruo sagrado como blanco de sus viscerales filias y fobias, las cuales dispendiaron en inagotable caudal.

CÁCERES y PALLARÉS se batieron el cobre atacando a la Iglesia, mostrándonosla tal cual es: una fuerza opresora, presente y futura, algo que no se le había ocurrido a nadie aún. Aplaudimos tan encomiable muestra de talento.

Y en la estela del mismo espíritu rompedor: ¿cuándo nuestro cine patrio piensa ocuparse de plasmar en celuloide el dramático sucedo histórico que constituyó nuestra GUERRA CIVIL? Nuestros cineastas podrían tomar ejemplo de la valiente iniciativa demostrada por estos dos audaces, que no vacilaron en resaltar las hipócritas incongruencias de un monstruo autócrata e intransigente.

Datos técnicos.-


Nauhka – La Hereje. Tomo recopilatorio, formato novela gráfica, editado por el COLECTIVO DETEBEOS, en la COLECCIÓN SPACIOS 1984, año 2006. Material originalmente publicado en TRECE, de MEGAMULTIMEDIA, en 1998 (¡hace una década!), en donde tomó forma de serial. Al guión de la bizarra distopía: JOSÉ MIGUEL PALLARÉS. Ilustrado y coloreado (al estilo tradicional) con intenso vigor por MIGUEL ÁNGEL CÁCERES. Laudatorio prólogo de DIEGO CARA BARRIONUEVO, que reseña la extensa actividad de nuestros compatriotas. ISBN: 84-934715-1-8. Impreso en Almería. Páginas: 58, ¡a todo color! Importe: 10 insignificantes euros.

De qué va.-

Urdida mutación entre WARHAMMER 3000 y F.A.K.K. 2.


De qué va (redux).-

Oscura distopía futurista donde las negras cornejas que anidan en los campanarios se han hecho, otra vez, con el poder e imponen sus sacros bemoles. Su evangelio es el POGROMO, ejecutado por unas tropas motivadas dispuestas a extenderlo por todo el Universo. En este ambiente, de ilimitados espacios siderales, destaca Nauhka, una aguerrida rebelde, exuberante, poderosa y astuta, la cual se opone con todo su tronío, belleza y talento, a la tiranía sadosacramental.

Su más implacable enemigo se transformará, in extremis, en su más valioso aliado… y amante.

Gore (no el tragafuegos ecológico engañabobos, ¿eh?, sino el género), brutalidad y salvajismo serán los evangelios que prediquen para combatir el oscurantismo clerical que amenaza con fagocitar la Galaxia.


El reverso tenebroso de la Princesa Leia.-

Antes de arrojar feroces jaurías hambrientas contra esta obra (que destila todo el veneno juvenil que sus autores deberían sentir por la misa del domingo y el corrillo evangélico de después, con el tontaina de la guitarrita cantando el Alabaré, alabaré de marras), eminentemente gamberra, cafre, iconoclasta, satírica, atea, debemos reparar en el año de su inmaculada concepción, y contemporizar con su momento, evitando enjuiciarlo con nuestros parámetros actuales. La SPLASH-PAGE uno está datada en M.CÁCERES 99, aunque, como D.C. nos informa en su valioso prólogo (repleto de pistas sobre la intención de los autores al fecundar su obra) procede de 1998. Esto frena nuestro feroz puño de hierro inquisitorial a golpear, pues bien podríamos estar ante una primera e inexperta muestra de un talento grande en ciernes.

Hay buenas y verdaderas muestras de ese talento esbozadas a lo largo de la obra, donde Cáceres despliega un rico arsenal de artimañas gráficas, con un evidente-eminente elogio a reputadas firmas de 2000AD como MIKE MCMAHON, nuestro compatriota, CARLOS EZQUERRA, IAN GIBSON y SIMON BISLEY, el potente referente cuando esta intrépida Nauhka (de sugerente silueta y nombre pielrroja) vio la luz en sus mundos contaminados por el dogma fanático.

Tan BRITISH es esta obra que los trazos del desconocido juego de rol Warhammer 3000 impregnan de pinchos y calaveras cada viñeta, armadura y mazmorra, el rincón más húmedo y recóndito de este evangelio basado en el concepto de que “la fuerza da la razón” y el “Matadlos a todos, Dios los escogerá”.

Nauhka desgarra vientres y arranca cabezas en su obligada fuga sin fin provocada por su pinta de put… de DOMINATRIX, verdaderamente escandalosa e impúdica en tan sacros pagos. Es acosada por obstinadas legiones acorazadas de color predominantemente turquesa. Batalla, lucha, destroza, por mor de su libertad y su deseo de reivindicar la liberación de la mujer, cuyo papel en este espeso imperio de sotanas es prácticamente nulo.

Su peor enemigo (STRAWZKY) se trocará en su salvaje amante y camarada de armas en su cruzada contra el imperio de los alzacuellos, sujeto atiborrado de superpoderes que esperamos que los autores nos desvelen el origen de tales: si fue cosa de un duro e inhumano entrenamiento o, en consonancia con el espíritu irreverente de la obra, es que le tocó en un bingo.

No se admiten chuminadas.-

Nauhka es el vehículo que los autores (cuyas carreras se hallan jalonadas de notorios éxitos, dentro y fuera de nuestras fronteras, y que han repetido colaboración con frecuencia) emplean para satirizar, escarnecer y mofarse de una serie de aspectos y valores que, a su juicio, merecen un palo entre los lomos. Abunda la observación y el comentario ingenioso, agudo y acertado, sobre la sobrevaloración que se le da a ciertos aspectos del dogma, extremado hasta intervenir en toda parcela privada del ciudadano (o los ingeniosos métodos, publicitadamente descritos, para mantener incólume la fe –“fe” se escribe sin acento, por cierto-), aunque nos tememos que otros han sido tan forzados que derrapan… y vuelcan.

Algunas gracietas impostadas caen de lleno en el mal gusto, aunque luego lo compensan las estrofas de las POESÍAS CUARTELERAS coreadas por las brutales tropas, de una gracia e ingenio indiscutiblemente CERVANTINO. Otras, empero, no están tan a la altura de algún encomiable pareado precedente.

Hay, no obstante, una llamativa degradación en el espíritu general de la obra, y aunque su mensaje iconoclasta se mantiene intacto en todo momento, nuestra exótica Nauhka va eclipsándose conforme la casa ascendente de Strawzky se adueña del horóscopo. Nauhka nos masacra unas docenas de soldados blindados con rabioso entusiasmo para, a continuación, desaparecer. Todo se vuelca al relato del auge y mal talante de Strawzky, SUPERGUERRERO GOKUHSIANO, devoto católico al servicio de unos depravados OPUSITAS de una CURIA y un EMPERADOR permanentemente instalado en su cumpleaños número once, ávidos de genocidios, transformados en un vibrante espectáculo televisado a la Vía Láctea para regocijo de las apretadas masas de feos y calvos ciudadanos de todos sus mundos.

Este detalle es otro sutil homenaje que Cáceres y Pallarés hacen para deleite del avezado lector, que sabrá apreciarlo y disfrutarlo: una ingeniosa referencia a un oscuro episodio de un desconocido JUDGE DREDD, que durante la búsqueda del JUEZ NIÑO llega a un mundo donde la guerra es televisada.

Para goce onanista de la vista, Nauhka habrá de reaparecer en la página 28, convenientemente domesticada y encadenada, en un impagable sarcasmo del cliché de la hermosa fémina cautiva en la oscura mazmorra por el carcelero feo, tripudo e hirsuto.

Strawzky, saturado de malignidades ahumadas con incienso, lleva a Nauhka, el auténtico amor de su vida (porque el amor también es una clave de esta bizarra narración, salpicada de fetichismo religioso y sexual, donde el binomio, eminentemente católico, del perdón a través del dolor resplandece en numerosas viñetas), al más eficaz y remoto refugio que conoce: una infancia idealizada cuyo trazo nos recuerda los más nauseabundos puerilismos de DRAGON BALL. (Que, por otra parte, son sus planchas más conseguidas e imaginativas.)

Hasta allí serán perseguidos por una infernal e infame tropa de monjas satánicas, que nuestros héroes despacharán con abundante derrame de casquería, algo a lo que el compacto, rudo, anguloso estilo de Cáceres servirá espléndidamente, resultando tope descriptivo. Estas monjas, sin duda, inspirarán a ALEJANDRO JORODOWSKY, el aturdidos nigromante de las Pampas, a exhibirlas en su obra menor, LA CASTA DE LOS METABARONES, cuyas características copiará impunemente. (Este es, en verdad, un comentario capcioso, pues Jorodowsky extrajo este elemento de DUNE, obra a la cual, a su manera, replica.)

En el luminoso reino de su infancia idealizada, nos encontramos con un guiño al tebeo patrio (a parte de la satanización del personaje de COLLODI), pues la encantadora ABUELITA del cuento de CAPERUCITA ROJA es la entrañable DOÑA URRACA, de ganchuda nariz entrometida, que con atavío de cuero y pinchos salta de la cama buscando guerra, pistolones en mano.

Clamorosa denuncia.-

La que hacen los autores, con feroz tilde, de la mal llamada “institución” del matrimonio y su peor y más virulenta secuela: la familia.

Porque, ¡en efecto, creyentes!, para su desgracia, ¡Strawzky está casado! ¡Y nada menos que con el abominable monstruo tetudo de NAPOLEONA (¡Santo Dios, ¿cómo se les ocurrieron estos nombres? ¡Qué recalentamiento de meninges!), una fiera rubia a la cual apaliza hasta hacerle saltar los piños! ¡Bien! ¡SÍ!

Critican despiadadamente la sumisión de la mujer al poder marital, su función exclusivamente reproductora y doméstica, la indefensión completa que sufre la esposa ante la Iglesia y los Poderes Civiles. ¡La pobre Napoleona! ¡Agredida hasta la inconsciencia! ¡Forzada a ser receptáculo de la prole de Strawzky! ¡Negada la posibilidad del divorcio por mor de la intransigencia eclesiástica! ¡Qué espejismo sufrimos cuando vemos a la indefensa criaturilla, armada hasta los dientes (los que le queden) lanzada vindicativamente como cazadora de su brutal (sin parangón) marido por los páramos coloreados de su infancia fugitiva!

Nauhka los divorciará arrancándole la cabeza de cuajo a Napoleona. (Entre putas, se entienden.) Y así culminamos la primera entrega de estas indómitas aventuras, que nos dejan con el prurito de los enigmas planteados, mas no resueltos, sobre sus protagonistas, y que preñan las viñetas.

Nunca el Universo fue más...-

…diminuto. Más aún que en STAR TREK, que es el mismo plató reciclado una vez y otra, siendo ora un mundo, ora otro planeta o puente de mando.

Los mundos de Nauhka comparten la misma pauta. Entregado al vivo detalle de la matanza visceral, a Cáceres se le olvida pintarnos algunos paisajes exóticos de otros lugares. Sin duda (comprendemos) el turbio, cenagoso y oscuro, irrespirable ambiente de mazmorra catedralicia que resalta en sus páginas, pertenecientes a los mundos emporcados con el dogma religioso intransigente, le impidieron darnos referencia de todos esos sitios mencionados.

…y las naves más...-

…cutres. Es una lástima que la flota dibujada, de naves bulbosas y basto diseño, marquen las pautas de la carencia de imaginación de ese opaco imperio de genocidas impunemente ocultos tras la Cruz de Jesús. Su ramplona funcionalidad (sarcasmo sin par de los autores: la Iglesia no está por unos estilismos tipo STAR WARS; es tan tosca y elemental como la primera Iglesia de Éfeso) limita el trabajo de Cáceres, sin duda ansioso de demostrarnos su capacidad para la concepción de naves, al estilo JUAN GIMENEZ.

Ojalá en las entregas futuras tengamos el placer de verle esgrimir ese talento, mutilado, insistimos, por la falta de imaginación de una Pax Religiosa avocada incansablemente a los pogromos de herejes.

Recapitulando.-

La provocativa protagonista (que nos recuerda a otros iconos eróticográficos femeninos tales como VAMPIRELLA, AEON FLUX, F.A.K.K., TERHLI de BLITZTEAM, CLARA DE NOCHE…) con su mínimo-nimio y sensual atuendo, y la fuerza como empuña sus armas emasculadoras, es un canto vibrante al feminismo militante, a la mujer orgullosa de su hermosura que no la oculta bajo recatadas y bastas prendas, aunque luciéndose con ese putesco fetichismo parezca otro símbolo machista de lo que debe ser la hembra de la especie: tía buena con los pezones duros como balas y clítoris rasurado, y como las farmacias de guardia: abierta 24 horas. Acepta Azotes.

La obra no para ahí, sino que también denuncia los males que aquejan nuestra sociedad, atrapada en los hipócritas engranajes y contradicciones del clero, el consumo, el machismo, el fascismo rampante

Strawzky, esperpento del macho pendenciero y maltratador, es en falso el protagonista de la obra, de la que aparentemente se adueña pronto, porque como descubrimos en la última viñeta, es Nauhka la que marca los tiempos, engulléndolo dentro de sus generosas formas, de modo que el macho, cuya historia y andanzas componen el grueso de la obra, queda sometido a los planes de la lúbrica y astuta hembra.

Nauhka, aunque original de 1998, llega en un feliz momento cultural y político: los fatuos valores clérico/tradicionales (la familia, el respeto al padre, la preeminencia ingerente religiosa, etc.), sufren un menoscabo sin precedentes, y esta historia resaltará por su logrado mensaje laico, el que los buenos ciudadanos que detestan a la intransigente Iglesia (erradamente enrocada en la ultrajante defensa de la familia y de su propio fuero, cuando el mensaje que debe lanzar es el opuesto, para armonizar con el espíritu democrático actual: Si no opinas como yo, eres un fascista) pueden esgrimir para su solaz personal (está buena la Nauhka esa, ¿eh?) y en contra de tales monstruos inmovilistas y reaccionarios. Si el lector tiene un amigo comecuras y laico total-total, ¡regálele un ejemplar! En serio. Aquí esos malditos curas entrometidos reciben su merecido.

No nos cansaremos de elogiar el rebosante ingenio de los autores por la elección del enemigo. ¡Qué grandeza, qué sutil-salvaje ironía, elegir como fuerza dominante del futuro a un credo que pierde creyentes masivamente!

Esperamos que las próximas aventuras de la Dominatrix Nauhka y el siervo Strawzky los lleven a denunciar otras intolerancias religiosas, como las del Islam.

Ah, no. Esos, no. Con ésos, pañitos calientes.

  • Lo mejor.-
    El esbozo de talento embrionario de Pallarés y Cáceres.
  • La página.-
    La 29.
  • La viñeta.-
    En la página 32: Strawzky haciendo valer sus derechos maritales.
  • La frase.-
    -No te mataré. Entonces no sería mejor que tus amos –Nauhka.
  • Lo peor.-
    El vilo en el cual nos han dejado. ¿Para cuándo las próximas aventuras?

Reseña de Antonio Santos

Tebeosfera recibió servicio de prensa de DeTebeos


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