miércoles, 13 de octubre de 2010

¡Dios Salve a la Reina y a Gran Bretaña!


Greg Rucka es de esos guionistas que, aun haciendo historias para superhéroes, intenta cumplir siempre el deseo de narrar las historias que de verdad le apasionan: lo policíaco y el género negro. Ya sea en Wolverine, Catwoman, Batman o Wonder Woman, sus tramas tienen ese gusto por el espionaje, las agencias gubernamentales secretas y las corrupciones a gran escala. Todo ello velado con tersas mallas y exuberantes capas al vuelo. 

Aunque no siempre es así.

Hay veces en las que caen en sus manos series que parecen pensadas para él, como Gotham Central (donde el murciélago ni asoma las orejas), y otras él mismo se las ingenia para dar a luz un proyecto en el que volcarse tanto de cabeza como de espíritu. 

En esta categoría encontramos Queen & Country. La serie nos cuenta las aventuras de la agente británica Tara Chase, una "Minder" del Servicio Secreto de Inteligencia del Reino Unido, con la que vemos en qué se han convertido las viejas historias de espionaje internacional, cómo el género intenta renovarse o morir.

Todo ello nos lo cuenta nuestro director, Manuel Barrero, en el documento:


Tebeosfera. Sed buenos, leed cómics... os estamos espiando

2 comentarios:

antonio santos dijo...

"un grupo de agentes conocidos como los Minders (monitores o “pensadores”), que pasan más tiempo reflexionando que en acción, como una especie de burócratas del espionaje". "LOS TRES DÍAS DEL CÓNDOR": ROBERT REDFORD de pronto se convierte en la conciencia moral de América, pese a ser de los que más revuelven en la mierda. Has enfocado admirablemente la cuestión de la impureza del espía "moderno", al menos en la ficción, aunque dudo que cualquiera, real o imaginario, haya o sea limpio alguna vez. Te han faltado para redondear dos referencias: NIKITA, de LUC BESSON, y AMÉRICA, de JAMES ELLROY. Pero es normal: ¡la de datos que se me escapan a mí!

A. Santos.

Manuel Barrero dijo...

Sí, Antonio, en efecto. Hay muchos referentes en el cine, precisamente, sobre la nueva emergencia del subgénero del espionaje. La gamberra XXX, la paródica Spy Kids, la dramática El soplón, la romántica Duplicity, la reciente SALT que guarda algunos puntos de concordancia o, bueno, Espías en la sombra... en fin, un universo de referentes. Pero decidí prescindir del cine en este caso, salvo por lo que se refiere a la obra de Rucka adaptada a la gran pantalla, claro.

Gracias.