A mediados de los años sesenta, el éxito cinematográfico de James Bond ya había calado hondo entre el público consumidor de cultura popular. Los espías se habían convertido en héroes tan atractivos que no dejaron de surgir nuevos agentes secretos en los libros, en las televisiones y en los tebeos.
En nuestros tebeos aparecieron tanto agentes secretos a la usanza clásica:
como traducciones de series redivivas de agentes especiales que, al calor de Bond, habían conquistado la pequeña pantalla como El Santo (curiosamente, interpretado por un actor que luego se haría famoso como uno de los Bond más aplaudidos):
Otra serie muy popular y muy recordada todavía por el carisma de su intérprete fue Secret Agent, o Danger Man en su versión original británica, que en España prestó su título y su logoforma (era la cara de Patrick McGoohan, que encarnaba al protagonista) para una colección de tebeos sobre agentes especiales lanzada por Ferma.
Y otra de esas colecciones que lograron parte de su atractivo a partir de la presencia de los agentes y espías que habitaban
en las pantallas fue la de Toray Espionaje. Al igual que la de Ferma o la de Brigada Secreta mencionada en anterior entrada, Espionaje llenó sus portadas con rostros duros de actores de la época, con diseños eminentemente pop y con esos títulos que no se olvidan jamás:
ESPIONAJE (TORAY, 1965) Catalogaron: los mejores agentes de Tebeosfera. Tebeosfera. Catalogaciones de cine. |
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