jueves, 30 de septiembre de 2010

PICAPIEDRAS, PATOS, PARODIAS Y PULGARCITOS



Sí, hasta The Flintstones hicieron su parodia del subgénero de los agentes secretos. En su caso, primero en animación, en el largometraje The man called Flintstone, de 1966, y al poco en los cómics, con una historieta que publicó originalmente Gold Key y que en España pudo leerse en la colección Jovial-Películas, como "El agente Picapiedra", y en Copito Especial nº 7, con el título "Pedro, agente secreto".
¿Hubo otros? Desde luego. Donald, el conocido personaje de Disney, fue agente secreto de la P.I.A., también en 1966 (con la historia "Paperino missione Bob Fingher", de Carlo Chendi y Giovan Battista Carpi, que en España fue incluida en Dumbo nº 110). Desde entonces se han publicado 56 historietas de esta serie, la última de ellas en el ejemplar de esta misma semana del Topolino italiano.


Pero volvamos a España, para dar fe de alguna serie más de espionaje paródico, como la publicada en TBO "Casimiro Noteví, agente del TBI", obra de Sabatés que duró hasta finales de los años setenta. Como pasó con Casimiro Noteví, pocos fueron los espías paródicos que gozaron de recopilatorios de sus historietas con forma de libro. Steve Pops sí tuvo sus álbumes, el Super Agente 86 -serie dibujada por españoles para el mercado europeo- también gozó de colección propia, y ya comentamos en el pasado el caso de Yalahas Piff Iado, que se editó desde Francia para España directamente:




El caso de Mortadelo y Filemón todos lo conocemos: han disfrutado de más titularidades que ningún otro personaje español, pero por sorprendente que resulte nunca hubo una publicación titulada Anacleto. Lo más parecido hasta que fue lanzada la reciente colección de RBA fue el tomo de la Gran Enciclopedia del Cómic:


Para compensar, hemos hecho la ficha de Serie de Anacleto. Y, en fin, para recordar a este personaje y a Mortadelo con una misma cabecera hoy traemos a este blog una de las revistas de historietas más recordadas: Gran Pulgarcito, que fue donde los citados personajes mostraron aquella apariencia más "a la europea" en el momento de mayor auge del género de espías y de sus parodias.


Por cierto, Los Picapiedra cumplen hoy cincuenta años de vida. ¡Felicidades!

Esta entrada ha sido posible gracias a los tebeditores, claro, pero hoy con una ayuda especial de Alfons Moliné y Carlos De Gregorio.

Tebeosfera. Grandes tebeos. Yaba-daba-duuuuuu!


miércoles, 29 de septiembre de 2010

LOS AGENTES SECRETOS ESPAÑOLES... DE RISA.


Resulta irónico comprobar cómo un hito mediático como Bond ha dado forma a ciertos éxitos imperecederos. Eso sólo puede significar que el personaje de partida es lo que se dice "redondo", algo que ha ocurrido con otros personajes de la ficción, como Tarzán, Supermán, Tintín, Conan, etc.



En España hubo parodias de agentes secretos, incluso de los paródicos, pero los que triunfaron fueron los émulos de James Bond, como Mortadelo en un principio, parte de cuya gracia residía en las absurdas misiones encomendadas o en los estrambóticos aparatos que manejaba. Anacleto ha sido el otro gran éxito de la historieta española, bien que su humor se fundamentaba más en el equívoco y en el absurdo, con cierto toque delirante, no en vano era hijo de Vázquez, aquel genial dibujante que pudo haber resultado más genial y haber dado a sus personajes más porción de eternidad de haber sido más trabajador y menos vivales.


Nuestro subdirector, pero no obstante teórico, Javier Alcázar, nos explica el porqué del éxito de estos personajes, sus diferencias con los que llegaron después y sus evoluciones en el estupendo repaso titulado:


DE ZAPATÓFONOS, CONTRASEÑAS IMPOSIBLES Y MICROFILMES. LAS PARODIAS SOBRE AGENTES SECRETOS EN ESPAÑA



Tebeosfera. Buenos textos sobre buenos temas.

martes, 28 de septiembre de 2010

EL ELIXIR DEL HUMOR. EL SECRETO DE MORTADELO Y FILEMÓN


Quién le iba a decir a Ibáñez que de su primer planteamiento paródico, es decir, crear dos detectives privados al estilo de Sherlock Holmes y su ayudante, iba a surgir el mayor éxito del cómic español de todos los tiempos. Los actuales Mortadelo y Filemón, agentes de la TIA (CIA + UNCLE), nacieron a finales de los años sesenta al calor del éxito de James Bond, como el decantado final de las mejores versiones paródicas de los agentes secretos cinematográficos. Los castizos agentes actuaban contrariamente a la ejecutiva perfección del espía británico, demostrándolo en una parodia constante, repetitiva y loca que, a la postre, ha servido de soporte a la industria de los tebeos españoles hasta hoy.
De este éxito editorial da cuenta nuestro Scriptor Antonio Santos, que adopta la obra El elixir de la vida como punto de partida para ejercitar su análisis crítico.


Tebeosfera. El elixir del mundo de la historieta.

lunes, 27 de septiembre de 2010

PEPE SANCHEZ, PARODIA A LA ARGENTINA



Los agentes secretos fueron parodiados en todos los ámbitos, en literatura, en cine, en cómic, y en el caso de los cómics, en todas las culturas: Francia, Países Bajos, EE UU, España, Japón (como veremos) o Argentina.

La versión argentina que recordamos ahora sigue fiel al esquema "bondiano" pese a haber sido gestada en 1975, bien que se desenvuelve en ambientes y muestra un carácter mucho más apegado a su patria.

El estudioso de la historieta argentina Oscar De Majo ha escrito para nosotros un repaso a este personaje, que nos permite constatar la conservación de un género, el del espionaje, y de un propósito, la parodia, casi dos décadas despues de aparecido James Bond en los cómics.

PEPE SÁNCHEZ. AGENTE SECRETO A "LA ARGENTINA"

Tebeosfera. De un hemisferio a otro entre viñetas.

domingo, 26 de septiembre de 2010

ESPÍAS PARÓDICOS



Hemos comprobado cómo a lo largo de los años sesenta el género de espionaje iba agotando sus posibilidades en función de la repetición de esquemas y la mixtura con otros géneros, acaso por haber partido de un referente casi único, James Bond. La tendencia, en otros medios de comunicación como la televisión o los cómics, fue ir suavizando los argumentos escabrosos para alcanzar todo tipo de público, y si se quería tener a los niños entre el público lo ideal era explotar una visión más ligera de los agentes secretos.
Las parodias de Bond comenzaron en la misma literatura según se entraba en la década de los sesenta. Por lo que respecta a los cómics, en los primeros años de la década ya tuvimos el placer de conocer la serie belga protagonizada por el agente Steve Pops, cuya apariencia estaba directamente inspirada en Sean Connery. El mismo año que Pops, en 1964, apareció el agente secreto Anacleto en España, una genial creación del gran Vázquez. En 1966 nació Agent 327 en Países Bajos, creación de Martin Lodewijk para la revista Pep, que obtuvo gran popularidad pero que en nuestro país apareció brevemente en Fuera Borda en 1984 bajo el nombre "Superagente 327". Hacia el final de la década, por acabar con estos ejemplos representativos, los detectives privados más queridos por los españoles, Mortadelo y Filemón, entraban al servicio de una agencia secreta denominada "TIA".

Dedicaremos unos días a conocer a estos agentes botarates. Por el momento, comprobemos qué aspectos eran más risibles de los argumentos de espionaje para los historietistas de los primeros sesenta haciendo memoria sobre la serie de Steve Pops, poco recordada pero con aspectos muy atractivos, sobre la cual ha escrito nuestro colaborador, el autor y teórico de la historieta Ángel Olivera.



Tebeosfera. Los tebeos nunca mueren.

sábado, 25 de septiembre de 2010

ESPÍAS SEDUCTORAS, ESPÍAS ESQUIVOS


Con tanto trajín de espías, casi nos olvidamos de que los principales impulsores del género habían surgido en las islas británicas, tanto en la literatura como en las tiras de prensa.
Durante los años sesenta, los cómics británicos siguieron produciendo nuevos personajes de este tipo a la sombra de Bond. El más importante de todos fue, por descontado, Modesty Blaise, trasunto del agente 007 pero con progesterona que hacía de su feminidad uno de sus atractivos más importantes para el lector. Del personaje hemos hablado ya anteriormente en este blog (a la muerte de su creador y guionista) pero para la ocasión hemos querido construir su ficha de serie y añadir dos adaptaciones cinematográficas inspiradas en la agente, que no olvidemos que nació en el cómic para luego pasar a la literatura o el cine.

MODESTY BLAISE, la serie

MI NOMBRE ES MODESTY (MIRAMAX, 2003)
MODESTY BLAISE (TWENTIETH CENTURY FOX, 1966)

Aparte de Blaise, hubo nuevos agentes secretos masculinos en el Reino Unido, servidos al público por el sello escocés Thompson (ligados a acontecimientos bélicos) y por el sello inglés Fleetway, en este caso más parecidos a Bond. Con una singularidad: Steel Claw, que nació siendo un delincuente en 1962, pero que derivó hacia las labores propias de un agente especial según avanzaba la década. De "Zarpa de acero" ya hemos dado cuenta por extenso aquí, pero hoy recordaremos su última aparición en España, por entonces no mencionada:

ZARPA DE ACERO, de PLANETA, de 2010

Fleetway dedicó algunas de sus colecciones o ramificaciones de líneas a espías durante los sesenta y siguió publicando aventuras de este tipo en los primeros años setenta. Ejemplos de esos cómics fueron: Fleetway Super Library: Secret Agent Series, donde aparecían los espías Johnny Nero y Barracuda, Secret Agent Picture Library, Secret Agent X-9 Action Series, que rescataba al personaje X-9 ahora remodelado como Phil Corrigan, o Top Secret Picture Library. En el último título mencionado aparecieron dos espías ya en los setenta, John Havoc y Jayson Wilde, cuyas aventuras se tradujeron en España como complemento de tebeos juveniles de Bruguera, pasando un poco desapercibidas. Pero para eso están los tebeditores, para que nada de los tebeos españoles "quede" desapercibido, y aparte de recordar ahora las apariciones de Barracuda en nuestros tebeos:

AQUÍ BARRACUDA (VÉRTICE, 1968)
MISION IMPOSIBLE (EUREDIT, 1970)

Aportamos las fichas de serie de Havoc y Wilde.

JOHN HAVOC
JAYSON WILDE

Y también recordamos otra serie británica, en la que se combinaba espionaje con fantasía, inspirada en la serie de televisión de 1968 The Champions:


Nos ayudaron con estas fichas, aparte de Ricard Sitjá, Adolfo Gracia, Félix López y Andrés Álvarez, nuestros expertos colaboradores
José Luis Carbonell y Carlos de Gregorio.

Tebeosfera. Ningún espía escapa a nuestro foco.

viernes, 24 de septiembre de 2010

LOS CÓMICS DE LAS VIUDAS NEGRAS



La femme fatale Romanova, que fue presentada como espía en un episodio protagonizado por Iron Man en 1964, se convirtió rápidamente en una de las más deseadas heroínas del Universo Marvel en cuanto renunció a su filiación comunista. Deseada por interesante, deseada por atractiva.
Su evolución ha estado ligada a los cambios de grupo y a los trajes de tejido expansivo pegado a su piel rusa. Su singular lozanía ha deleitado doblemente a sus seguidores porque el personaje se bifurcó en dos diferentes, que hoy todavía colean por el Universo Marvel interviniendo en algunos arcos argumentales y series de especial trascendencia, como Invasión Secreta, por ejemplo. He aquí la ficha en la que se repasan sus aventuras y que da acceso a todos los tebeos de las "viudas negras".



El ínclito Félix López ha vuelto a hacerlo posible. Los tebeos los catalogaron entre Andrés Álvarez, Eduardo Urrutia, Félix López, Iván Olmedo y Javier Vidiella:


Tebeosfera. Un catálogo que va siendo bueno.


jueves, 23 de septiembre de 2010

LA ESPÍA RUSA QUE NOS ENAMORÓ.

Era 1964. Política de bloques. El triunfo del pop en un clima de guerra latente.
En los cómics, sobre todo los americanos, aún reside un concepto del valor, del deber, del patriotismo.
Y también un concepto de la mujer (de la "buena" y de la "mala").
Si era espía, era "mala". Eficaz, pero taimada. Inteligente, pero débil. Seductora, pero para aniquilarte.
Igual que los espías macho. O casi.
En Marvel, el espía que llegó del calor (de la guerra) era Fury. Lo hicieron el jefe.
Sin embargo, la espía que llegó del frío (del comunismo) fue Romanova. La hicieron "buena".
Pero siguió siendo peligrosa, artera en sus modos y, ojo, equiparada a su homólogo masculino por llevar trajes muy, muy ajustados (tanto, que en su versión española en blanco y negro la sentíamos como desnuda).

Sobre este modelo, el de el espía que es mujer y por lo tanto admite un análisis diferente, nos habla el autor del muy recomendable libro Los cómics de la Segunda Guerra Mundial (Universidad de Cádiz, 2010), José Joaquín Rodríguez, en el artículo titulado:


Tebeosfera. Cuestión de géneros.

[la imagen de Black Widow en su segundo traje es de J. Hernández]

miércoles, 22 de septiembre de 2010

NICK FURY, AGENT OF SHIELD

Sargento Furia, militar indisciplinado, pero valiente como ninguno.

Nick Fury, agente secreto de la agencia SHIELD.

Cáveda nos contaba ayer sus parecidos con Bond. Hoy podemos comprobarlos, así como la evolución de las dos series que protagonizó el personaje, con fichas de los personajes, y desarrollo de todas sus ediciones en España en la superficha que ha elaborado Félix López sobre la base del trabajo de los "tebeditores aulladores" (Andrés Álvarez, Adolfo Gracia, Iván Olmedo, Javier Vidiella, y el mismo López)


Tebeosfera. La furia de la catalogación.

martes, 21 de septiembre de 2010

LOS SUPERHÉROES TAMBIÉN ESPÍAN


El espionaje se fue filtrando en variedad de géneros a lo largo de los sesenta. En los tebeos policíacos, en los bélicos, en los románticos incluso. No faltaron espías paródicos y tampoco en subgéneros de otra índole, como el de superhéroes, que ya se estaba consolidando a lo largo de esta década como un género con características propias.

La conversión de Nicholas Fury, un militar con graduación (antes había sido sargento de los "Comandos Aulladores"), en un espía al servicio de los EE UU fue uno de los aciertos de Marvel a mitad de los sesenta. Y más porque contó con la fuerte personalidad de Jim Steranko, un autor adelantado a su tiempo que renovó el lenguaje del medio, introdujo la sicodelia en los cómics y luego inventó el concepto de graphic novel (junto con Byron Preiss).

Alejandro Cáveda, nuestro hombre en Gijón, ha revisado aquellos tiempos en los que Nick Fury imitaba a James Bond, sí, pero también avanzaba ideas para el Bond del futuro:


Tebeosfera. Espías de la evolución de los cómics.

lunes, 20 de septiembre de 2010

LOS ESPÍAS PENETRAN EN OTROS GÉNEROS


Clic para cerrar


A finales de los años sesenta se publicó en España la colección CPL, o C.P.O.L., o CIPOL según otros coleccionistas, que entendieron que los retratos de los protagonistas que se incrustaron en el logotipo de la colección representaban las vocales de un acrónimo que indicaba a qué agencia pertenecían estos espías. Boixher se encargó de editar estos tebeos como acostumbraba, cambiándoles el título a mitad de la colección y demostrando poca cortesía con los editores y autores originales y con sus lectores...


CPL / EL AGENTE CPOL, de Boixher, 1968


Eran los hombres de CIPOL, en efecto. Aquí los leímos traducidos desde una edición sueca, titulada Napoleon Solo, editada en origen por Semic. Pero, atención, antes habíamos accedido a las aventuras de estos personajes en los tebeos mexicanos, del sello SEA/Novaro, que nos llegaban de ultramar insertos en la cabecera de miscelánea aventurera y fantástica Domingos Alegres. Los primeros cuadernos con estos elegantes agentes los distribuyeron por España en 1967. Contenían traducciones de la colección de 1965 que había lanzado Gold Key Comics a raíz del éxito televisivo de The Man from U.N.C.L.E, que era su título original. En la ficha de serie que hemos creado pueden acceder a todos los tebeos en los que aparecieron:


THE MAN FROM UNCLE / EL AGENTE DE CIPOL


VER GALERÍA DE NÚMEROS CON ESTA SERIE


En esa misma colección mexicana pudimos acceder a las aventuras de La chica de CIPOL, inspirada en la serie de televisión derivada, y también Espías en conflicto, la traducción de los cómics que adaptaban la serie televisiva I Spy, otra de éxito con espías por protagonistas. He aquí los números que tenemos localizados:


DOMINGOS ALEGRES (NOVARO, 1968) 764
DOMINGOS ALEGRES (NOVARO, 1969) 815



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Hay que advertir que, en ambos casos, el tratamiento del agente secreto había cambiado levemente. Nos estábamos acercando a una imagen más ligera, desvestida de toda la crueldad, de los expeditivos agentes secretos descritos en las novelas y mostrados en las primeras películas cinematográficas del género. Ahora estos héroes de ficción eran enfocados con una lupa paródica, lo cual sería más visible en la década siguiente.


Y supongo que a nadie se le ha escapado que The Man from UNCLE se traduce, literalmente, por El hombre del TIO...
Catalogaron estos tebeos Javier Alcázar, Adolfo Gracia y Antonio Moreno, eminentemente.


Tebeosfera. Los hombres del GCH.

domingo, 19 de septiembre de 2010

UNOS AGENTES SECRETOS RECORREN EUROPA



Ayer hablábamos de agentes secretos surgidos en Francia y hoy vamos a repasar unas cuantas colecciones publicadas en España que contuvieron historietas protagonizadas por esos personajes. Ya mencionamos en su día la catalogación de la colección Gran Aventura, lanzada por el sello Jaimes en 1969, en la cual se publicó el único álbum de Bruno Brazil en España (aunque se tradujeron más aventuras de esta serie en varias revistas de Bruguera).

De OSS 117 cabe señalar que se lanzaron dos colecciones en España, pero ambas escuálidas en comparación con la abundante producción francesa en la que se contaron las misiones de este espía:
[de ésta no tenemos casi ni muestras. ¡SOS, coleccionistas!]

Otro personaje francés relacionado con este género fue el agente X-13. Un espía curioso: nació en el país vecino en 1960 pero era realmente un soldado especial que vivía misiones arriesgadas puramente de género bélico. Con la llega del éxito de Bond y de otros agentes, la editorial Imperia decidió en 1962 seguir publicando la serie con la etiqueta "Secret Agent" sobre su título original, con lo que se convirtió en una más de espías. En España la publicó Boixher desde 1966 con su habitual pericia editora: primero con el título cambiado, comenzando con una edición "super" para seguir con una "extra", cuando no lo eran ninguna, y con desorden en la oferta de episodios:


Aparte de alguna que otra colección de menor importancia que también se sumó a la moda de los espías durante esta segunda mitad de los sesenta, como 3-09 AGENTE SECRETO, lanzada por Vértice en 1966, la colección más interesante de este periodo fue HURÓN, publicada por Toray desde 1967 y que fue una de las más longevas de este periodo. Y de las más interesantes, por qué no decirlo, con Prunés dibujando las peripecias del agente secreto Noel Bertrand o con otras historietas escritas por autores básicos de nuestra cultura popular de quiosco, como Ortiga, Gotarra, Yáñez, Dulcet o Sánchez Pascual, entre otros, sin olvidar a Eugenio Sotillos, cuya ficha ha elaborado para la ocasión Jordi Sellabona.

[esta catalogación es obra de Adolfo Gracia]:



Tebeosfera. Tebeditores con licencia para abrumar.

sábado, 18 de septiembre de 2010

LOS ESPÍAS GALOS


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Los espías también se colaron en las historietas de Francia y Bélgica, a las cuales hemos decidido dar repaso hoy, en mitad de la década de los años sesenta, porque fue entonces cuando el mercado francobelga de las revistas experimentó mayor desarrollo en sus contenidos.
Uno de los acicates fue, sin duda alguna, Pilote, la revista nacida en 1959, que entre sus series desarrolló la del aventurero Bob Morane, un personaje de acción procedente de la literatura de bolsillo (las primeras historietas aparecieron en la revista Femmes d'Aujourd'hui, luego aquí durante los sesenta y luego en Tintin). Morane deambulaba entre viñetas resolviendo situaciones fantásticas en muchos casos, pero entroncadas con el espionaje ocasionalmente, como mandaba la moda. La serie fue creada para los cómics por Henri Vernes y Dino Attanasio, y luego le daría el toque final en lo gráfico William Vance.
Al año siguiente, en 1962, nació Fort Navajo, una serie que pronto pasaría a ser reconocida como Lieutenant Blueberry y que se ambientaba en el Oeste americano. ¿Cómo es que la citamos aquí? Pues porque a cierta altura del desarrollo de sus aventuras (por Jean-Michel Charlier y Jean Giraud), el teniente con la cara de Belmondo actuaría casi como un agente especial, metido en una trama de espionaje que concluía con un intento de asesinar al presidente de los EE UU.
Spirou, otra gran revista de historietas, incorporó sus propios espías durante los sesenta también, destacando sobre todo en este género la creación de Maurice Tillieux y Arthur Piroton Jess Long, agente especial del FBI involucrado en casos en los que eran habituales lo extraño y la fantasía.
La tercera de las grandes revistas de los sesenta fue Tintin, que destinó más espacio a lo policíaco y al espionaje. Recordemos que aquí corrían sus aventuras Blake et Mortimer, detectives aventureros que durante los años sesenta se vieron involucrados en casos de proporciones desmesuradas que bien podrían compararse con las misiones de Bond. Pero el gran aporte al género de esta revista fue la serie genuina de espionaje Bruno Brazil, un héroe inolvidable creado por Greg al mismo tiempo que escribía otras series de calidad mayúscula: Bernard Prince, Comanche o Luc Orient. Tenía lugar el nacimiento de Bruno Brazil en 1967, en un periodo en el que la imagen de los agentes secretos se había sofisticado en el cine y las historietas estaban plagadas de ellos. Pero este personaje descolló sobre la mayoría no sólo gracias a los originales guiones, también al estilo inconfundible de William Vance, lleno de ángulos y con composiciones asombrosas, que hizo de la serie una de las más populares del momento.


No podemos dejar de lado las revista nuevas, aparecidas en esta década, y radicalmente distintas. En
V magazine, por ejemplo, asomó en 1965 la serie Scarlett Dream, con una protagonista espía que actuaba bajo las órdenes de la ONU. A similar organización, la OMS, pertenecía Docteur Justice, personaje nacido en las páginas de Pif Gadget, pero ya en 1970 y dentro de una temática paródica.
En este repaso no podemos dejar de citar los "petits formats", los tebeos de menor difusión e importancia (y calidad) editados por sellos como Artima, donde los géneros tuvieron mayor explotación. De las series de agentes secretos editadas de esta forma destacó especialmente la del agente OSS 117, con larga vida literaria anterior a su aparición en el cómic, en 1967, y que gozó, en paralelo, de una docena de adaptaciones al cine.

Para dejar constancia de este repaso, disponemos aquí dos fichas de serie de dos de los personajes mencionados: Bruno Brazil y OSS 117. Ambas, de
Félix López (con una ayudita de Carlos de Gregorio):




Tebeosfera. Espiamos en todas las tebeografías.


viernes, 17 de septiembre de 2010

ESPÍAS TELEVISIVOS


A mediados de los años sesenta, el éxito cinematográfico de James Bond ya había calado hondo entre el público consumidor de cultura popular. Los espías se habían convertido en héroes tan atractivos que no dejaron de surgir nuevos agentes secretos en los libros, en las televisiones y en los tebeos.

En nuestros tebeos aparecieron tanto agentes secretos a la usanza clásica:


como traducciones de series redivivas de agentes especiales que, al calor de Bond, habían conquistado la pequeña pantalla como El Santo (curiosamente, interpretado por un actor que luego se haría famoso como uno de los Bond más aplaudidos):


Otra serie muy popular y muy recordada todavía por el carisma de su intérprete fue Secret Agent, o Danger Man en su versión original británica, que en España prestó su título y su logoforma (era la cara de Patrick McGoohan, que encarnaba al protagonista) para una colección de tebeos sobre agentes especiales lanzada por Ferma.


Y otra de esas colecciones que lograron parte de su atractivo a partir de la presencia de los agentes y espías que habitaban
en las pantallas fue la de Toray Espionaje. Al igual que la de Ferma o la de Brigada Secreta mencionada en anterior entrada, Espionaje llenó sus portadas con rostros duros de actores de la época, con diseños eminentemente pop y con esos títulos que no se olvidan jamás:
ESPIONAJE (TORAY, 1965)

Catalogaron: los mejores agentes de Tebeosfera.


Tebeosfera. Catalogaciones de cine.


jueves, 16 de septiembre de 2010

LA RED DE ESPÍAS ARGENTINOS



Lemmy Caution, que tanta fama dio a Eddie Constantine, y viceversa, había sido adaptado en Argentina en 1959, antes que en Europa.
Ya comentamos hace unos días que Bond vivió adaptaciones a la historieta distintas en países tan distantes entre sí como Suecia o Chile, pero también en Argentina se adaptó a Fleming, se adaptó a Cheyney y se incorporaron nuevos agentes secretos. No olvidemos que la industria de la historieta argentina era en los años cincuenta aún muy boyante y feraz, y tuvo lugar allí el nacimiento de miríadas de aventuras en viñetas.
Los espías estuvieron entre sus intereses, y el gran conocedor de la historieta argentina Carlos R. Martínez ha hecho un repaso muy ameno y panorámico a los más importantes espías de la "guerra fría" en Argentina en exclusiva para los seguidores de Tebeosfera.


Imagen superior: primera adaptación de Lemmy Caution a la historieta, en D'Artagnan. Sobre estas líneas: SatanKa, serie de 1967
¿Lo leería Scott Campbell de chico...?

Tebeosfera. En todas las latitudes.



miércoles, 15 de septiembre de 2010

TEBEOS DE CONSTANTINE

Como se comentaba en el artículo de Juan Bravo que publicábamos ayer, la adaptación a la historieta de las aventuras de Eddie Constantine realizada originalmente en tierras danesas tuvo su reflejo en España (al menos parcialmente) por parte de Semic, sello barcelonés que importaba habitualmente los contenidos de sus publicaciones, ejerciendo en otras de agencia difusora de material realizado en España y distribuido por Europa.
El mismo Juan Bravo, con Manuel Barrero y Adolfo Gracia, han completado las (exhaustivas) fichas de publicación junto con todos sus números.




(También pueden echarle un vistazo a las fichas de sus autores, Sonnengaard y Vallvé, que ha elaborado para la ocasión Barrero):




Tebeosfera. Nos importan todos los tebeos, aunque sean de importación.

martes, 14 de septiembre de 2010

LEMMY CONSTANTINE O EDDIE CAUTION?


Uno de agentes especiales más reconocidos por los amantes de la literatura de género negro es Lemmy Caution, creado por Peter Cheyney en 1936 para la novela This Man is Dangerous. Cheyney fue un autor popular en su tiempo por sus relatos de tipo hardboiled, como los protagonizados por Caution o Slim Callagham, personajes que evolucionaron parejos y fueron muy apreciados en su día.

Hoy, no.

Con las obras de Cheyney ha tenido lugar una suerte de dispersión inexplicable que a veces ocurre en la cultura popular. Por ejemplo, Lemmy Caution fue un personaje "canibalizado" por su intérprete en el cine, Eddie Constantine, que bajo su nombre artístico explotó el aura de irónico espía conquistador por todo el orbe -incluso en los cómics a partir de 1959-. Y, curiosamente, luego Constantine, y Caution, fueron "deconstruidos" por el gran cineasta Godard en una película titulada Alphaville, donde Constantine no era el popular Constantine, ni Caution era el Caution de Cheyney.

Lo fascinante del caso queda expuesto perfectamente en el artículo que nuestro nuevo colaborador Juan Bravo nos ha cedido, sobre este agente "especial" destacado de la literatura durante los años cuarenta, mito cinematográfico durante los cincuenta y protagonista de historietas a lo largo de los sesenta; un personaje con los elementos que luego explotaría el Bond literario y el cinematográfico, y en el que se da cumplido repaso a todos los cómics de Constantine publicados en nuestros país.


Tebeosfera. Hablamos de historietas pero también de sus inspiradores.


lunes, 13 de septiembre de 2010

NOVELAS GRÁFICAS PARA ESPÍAS


La década de los sesenta trajo consigo una segregación en la distribución de los tebeos en España. Debido a la aplicación de la normativa legal, las publicaciones a las que podían acceder los niños debían estar claramente identificadas en el quiosco no sólo por algún indicativo escrito, también por su forma y, además, por su formato. Esos tres elementos entraron en juego en los tebeos que servían historietas de policías en misiones especiales, o de agentes secretos o de espías.
Fue el comienzo del fin de una forma tradicional de publicar tebeos, la apaisada, que dejó de utilizarse para ciertos géneros. Desde que en 1959 Dólar lanzó el formato de cuaderno vertical y con cierto grosor para editar las historietas de Rip Kirby en la "Serie azul", otros editores copiaron el modelo para personajes de este tipo, como pasó con Steve Roper, lanzamiento de Ferma en 1960:

Era un producto identificado en portada como "revista para jóvenes", distintivo obligado que vimos también en la reedición que hizo Maga de Juan Bravo y sus chicos en 1964, que años atrás se había publicado sin ese aviso. Desde 1963, Dólar incorporó la etiqueta "para adultos" en la "serie C" que ofrecía las aventuras de X-9, la misma advertencia que llevarían otros tebeos que contuviesen un mínimo de violencia o mostraran siluetas femeninas (con eso bastaba). Casi todos los tebeos de crímenes y acción, como los de espías, pasaron a ser editados con forma vertical, en un formato reducido y más grueso (más parecido a un libro, generalmente con 64 páginas) y con la etiqueta "para mayores" o "para adultos".

Y hubo otra novedad: la utilización de la etiqueta editorial "novela gráfica" para reconocer este formato, que nada tenía que ver con su primer uso como sinónimo de historieta (por ejemplo en Monos, a principio del siglo), para señalar que eran cómics que adaptaban una obra literaria (como los de Reguera en los años cincuenta) o para identificar tebeos con "novelas" románticas (como Sissi u otros, desde 1959). Ayer teníamos la oportunidad de hojear una publicación de esta índole, de la colección que ofrecía historietas de James Bond, dejando así constancia de que no se trataba de un libro sino de un cuaderno de dimensiones reducidas pero con más de 48 páginas, eso sí. Con esto se evitaba la consideración de los tebeos como folletos, categoría en la que habían estado sumidos casi todas las publicaciones de este tipo en su primer medio siglo de vida y que impedía su asimilación con el formato libro.

"Novelas gráficas" con personajes de este género fueron así denominadas las colecciones: T.V. NOVELAS GRÁFICAS, de Toray, en 1962 (donde se publicaron historietas de Charlie Chan), RELATOS DE SUSPENSE, de Manhattan, en 1963, o BRIGADA SECRETA, de Toray, de 1962, toda una colección dedicada al espionaje y muy característica por su diseño que ha sido catalogada casi al completo por Adolfo Gracia, Andrés Álvarez y Antonio Moreno:


Así fue como los espías quedaron "reducidos" y los tebeos alcanzaron su "mayoría de edad".

Tebeosfera. Tebeos para jóvenes y novelas gráficas para adultos.