miércoles, 23 de enero de 2008

NEGRO OSCURO, DE MEZZO Y PIRUS


PERDEDORES DE NEGRO

La solidez del género negro es por todos conocida. Esta derivación del policíaco nacida como un subgénero ha superado su propia categoría clasificatoria para adquirir dimensión de supragénero (tiene la misma sustancia que la tragedia) y sigue triunfando en literatura, cine e historieta. Y sus festivales anuales gozan de muy buena salud.


Negro oscuro es una demostración de que siguen produciéndose
obras de categoría incluso en el cómic, medio en el que durante un tiempo declinaron en favor de los logros literarios de J.M. Cain o el polar francés del que beben directamente los autores de estas historietas. La renovada popularidad del género para muchos surgió de las ediciones de DC/Vertigo y otros sellos americanos durante los finales noventa y, sobre todo, primeros años de este siglo. Pero en Francia, durante los ochenta, noventa y ahora han seguido publicándose historietas de género negro de elevada calidad, muy populares algunas de ellas.

Esta que nos ocupa no es de las más populares pero es de las mejores. Michel Pirus iba para artista pero se quedó en escritor, y es un dialoguista brillante que consigue transmitir el lenguaje seco y cortante inaugurado por los grandes del género literario en los albores del siglo XX, como Chandler, aunque observe más reminiscencias de J. Thompson. Pirus se regodea con sus diálogos y propone lecturas paralelas al lector en una tendencia muy carácterística del Metal Hurlant en el que comenzó fogueándose, aquella etapa de humor negro y sátira canalla.
Las seis historias cortas con las que se abre este libro ejemplifican este modelo de escritura, y hay que reconocerle un gran mérito al que contribuye el dibujante Pascal Mesemberg, que firma como Victor Mezzo. Él también surgió en las páginas de aquella revista y eso se nota en sus titubeos con los diseños de personajes de Denis Sire o algún coqueteo con Serge Clerc. Pero, claro, para todos nosotros, Mezzo es el Charles Burns francés. De hecho, una de las historias, "Jimmy", casi parece un homenaje al gran autor de Agujero Negro por la afición desmesurada de su protagonista por los insectos.


No obstante, tanto Pirus como Mezzo han superado ya esos débitos y han depurado un estilo propio. Algo denso, pero propio. Se obstinan en fragmentar las secuencias imprimiendo silencios forzados, escenas congeladas, planos cenitales en busca del elemento circular, deteniéndose en los momentos previos al desarrollo de algunas acciones y promoviendo la tensión con el montaje alargado en el tiempo. En eso son maestros. Nos congelan la sangre. Y debo decir que no precisamente por sus dibujos crudos, de negrura plena, o por la insufrible presencia permanente de la violencia y la sangre en sus viñetas. No, no es por eso. Es por la descripción de individuos perdidos, sin rumbo, sin futuro, sin opciones. Escombros de vida. Y ellos lo saben. "Miss Bow", la primera historia, es más bien una humorada, es verdad (hasta el policía parece sacado de un cartoon de Warner Bros.), pero el resto son historias protagonizadas por desesperados. Tipos que arriesgan la vida en carreras sabedores de que ya están muertos. Maridos ahítos de odio capaces de un doble crimen con tal de escapar del hastío. Cobardes de pelo engominado y pocas luces que sólo prueban el heroísmo una vez. Muchachos sin opciones que practican la huida hacia adelante sacrificando lo que más quieren. Psicópatas estúpidos que desprecian el valor de la vida humana. Bandidos ahogados en su propia tensión sabedores de que quienes les rodean están a un paso de la traición.

La historieta más atractiva para el lector medio de este volumen es "Killers", por clásica en la exposición y por renovadora en el lenguaje. Debido a esas características los autores han sido comparados con Tarantino, porque mezclan la violencia más gore con los diálogos más disparatados. El objetivo es bien distinto, si en Tarantino prevalece siempre una nota de humor, un deje burlesco, en Mezzo y Pirus domina el sentido trágico del relato, pues los personajes no atisba a ver un posible camino de huida a su situación en momento alguno.

Un tebeo singular y atractivo (pese a la imagen elegida para la cubierta), que sale barato, y que gustará a todos los que tengan estómago resistente, sean seguidores del género negro o no.


NEGRO OSCURO, de Mezzo & Pirus La Cupula: Novela Gráfica, s/n, Barcelona, 2007 Libro de historietas en rústica, con solapas, de 160 páginas en blanco y negro, con traducciones del francés de 1995, 1996 y 1997 del sello francés Delcourt 12 euros

"UN MUNDO EXTRAÑO son cinco miradas sobre lo cruel y lo efímero de nuestra existencia. Cinco historias de gente corriente que un día, de pronto, siente la necesidad de imprimirle un sentido a su vida. El sentido que sea.
En KILLERS, dos asesinos a sueldo se disponen a llevar a cabo uno de sus trabajos habituales. O eso creen ellos. La rutina está a punto de romperse y va a revelar que aquella no es una misión más. La atmósfera parece lava, los ánimos están crispados y todos los presagios apuntan hacia la tragedia. En MICKEY MICKEY, Max y Scotch son dos asesinos profesionales de aspiraciones yakuza. Mickey no es más que un subcontratado en toda esta movida. La historia es la de un atraco. El botín, impreciso. El punto de vista son varios. Los resultados, de nuevo, tirando a trágicos. Porque si algo puede salir mal, saldrá mal."

Reseña de Manuel Barrero

Tebeosfera recibió servicio de prensa de La Cúpula

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