Tras Barbarella y Jodelle, las heroínas semidesnudas constituyeron un nuevo aliciente en la historieta gala. Si hay que destacar algunas obras, está claro que son las ya comentadas por Álvaro Pons en
su excelente recorrido por la fértil y floreada década de los sesenta, las de Forest, Peellaert, Moliterni, Gigi, Bartier, o Rollin y Devil. Pero si hay que recordar a un autor ese es sin duda Pichard, el dibujante francés de la comedia humana más rocambolesca, con sus historias eróticas ambientadas en atmósferas lóbregas, con un regusto inconfudible a Sade y cierto toque de crueldad que acompañó su obra hasta los años noventa.
La época dorada de Pichard fueron los años setenta, con series como
Paulette o
Marie-Grabielle de Saint-Eutrope, pero queremos mencionar hoy especialmente
Blanche Épiphanie (también escrita por Jacques Lob), la historia de una huerfanita desdichada cuyo virgo era perseguido por un representante del capital que sólo pretendía corromperla. En España ha sido una de las pocas que fue publicada casi al completo, en la colección
Fetiche. Luego, Pichard fue olvidado por los editores y por el público, aunque no por
TEBEOSFERA:
GEORGES PICHARD
Series del autor:
Tebeosfera. Pornófilos.
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