jueves, 22 de marzo de 2012

LA REVOLUCIÓN ERÓTICA EN FRANCIA

Los teóricos de la historieta llevamos años manteniendo debates bizantinos sobre la madurez del medio, queriendo dibujar con precisión una línea que separe claramente lo infantil de lo adulto. Esfuerzo vano, la historieta maduró su lenguaje a través de un proceso gradual y variable dependiendo de las industrias, y a algunos nos parece evidente que al final del siglo XIX ya había madurado plenamente, claro que a expensas del desarrollo que llegaría con los nuevos lenguajes (de hecho, la historieta sigue enriqueciendo su lenguaje hoy). Pero, en lo argumental, esa tradicional frontera ha seguido manteniéndose, a veces de forma absurda. Por ejemplo, hay tiras de Calvin and Hobbes o de Mafalda que condensan un relato, una evocación o una reflexión tan complejos como los de un sesudo ensayo. Y hay cientos, miles de historietas pornográficas cuyo argumento es de lo más pueril, comprensible hasta para un gañán.
Si mostrar sexo acerca un medio a su madurez, entonces los cómics maduraron en los sesenta, cuando la representación de la mujer -eterno símbolo de las aspiraciones humanas- estrenó epidermis y afanes. Fue en Francia, en el seno de una revolución subterránea que miraba hacia los nuevos usos y costumbres y con una nueva meta: la reformulada posición de lo femenino en sociedad. La mujer, marginada hasta entonces, desafió al mainstream con sus pezones y su deseo declarado. Y, de repente, todo dio un vuelco.
De este trastorno, de la nueva posición de la mujer en la historieta de corte adulto en Francia, ergo en Europa, nos habla un colaborador de excepción, el estudioso Álvaro Pons, nuestro divulgador más conocido y reputado, que recupera y reconstruye un buen texto para ofrecerlo en TEBEOSFERA como un excelente artículo:

EL ESTABLECIMIENTO DE LAS CLAVES ADULTAS PARA EL CÓMIC EUROPEO


Ambas páginas de historieta aquí mostradas fueron dibujadas por Peellaert, la primera corresponde a la serie Jodelle y la que está sobre estas líneas a la serie Pravda.

Tebeosfera. De la divulgación al estudio.

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