Es lo que tiene la ficción en la cultura popular, que puedes inventarte toooodo lo que quieras y situarlo en los más remotos confines del más expandido universo, hasta el infinito y más allá, pero al final todo queda en casa. O cerca.
Ha quedado claro estos días en los que estamos disfrutando con las nuevas temporadas de la serie televisiva británica Doctor Who. El Doctor viaja por el tiempo además de por el espacio y visita mundos lejanísimos donde hay raras especies destructivas. Bueno, pues todas terminan por juntarse, por más desperdigadas que estuviesen en origen.
Lo mismo pasa en el cine. El cine de ciencia ficción parece querer decirnos: "no estamos solos en el universo y además todos los alienígenas quieren venir aquí a pasar unos días".
El raro espécimen llamado Alien y la partida de caza de los Predator fueron acontecimientos puntuales en universos fantásticos diferentes. Seres casi imposibles de matar que deberían haber existido sólo por un instante. Pero qué va, han terminado coincidiendo para darnos más y más preocupaciones a los humanos (y placeres a los espectadores).
Señores de Predator, que sepan que les hemos catalogado:
PREDATOR
Y también la serie en la que os juntáis, animalitos del Señor:
ALIENS VS PREDATOR
(si queréis comeros a alguien por esto, comenzad por Félix López)
Tebeosfera. Todos los alienígenas nos miran.
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