jueves, 20 de diciembre de 2007

EL CADAVER Y EL SOFA, DE SANDOVAL


El cadáver y el sofá. La belleza de lo imperfecto


El cadáver y el sofá es un tebeo delicioso pero caro y (quizá por ello) poco reseñado. Es un hermoso y atractivo producto éste de La Cúpula, que se arriesga con la obra de un mejicano melenudo, nuevo y limpio, de la joven hornada charra, muy artista y muy intenso, que está ya triunfando (naturalmente) en Francia.

La historia que nos cuenta aquí con sus personajes cabezones ensamblados en un paisaje de nubes amenazadoras y aire de cuento de hadas horrible es una historia de iniciación a la vida.


Chico conoce a chica y cultivan su amor al hedor de un cadáver de otro chico. Las dudas sobre quién lo mató atenazan al muchacho a la par que su corazón y sus tripas sienten el pellizco del primer enamoramiento. El sexo surge, repentino y veraniego, en la cercanía de la muerte, y el desenlace intensifica la presión de esos temores y ardores hasta un clímax realmente conseguido.

Esta fórmula, la de conjugar miedos con deseos, suele dar siempre resultado. Y el joven Sandoval lo borda aquí con su impresionante y cultivada técnica. El mejicano conjuga un blanco y negro rabioso, al estilo McKean, con un color extraordinario, en la onda de Nine cuando trabaja con la paleta cálida, en la de Bisley cuando usa la fría. El autor baraja técnicas y diagramaciones para alterar el ritmo y la atmósfera del relato. Los colores cálidos y las viñetas ordenadas para la ternura, los colores fríos y las viñetas desmontadas o quebradas para lo macabro o los arranques de horror. Las dudas y los flashback los resuelve con espacios vacíos, resoluciones en blanco y negro o a dos tintas, con diagramaciones inesperadas. Las masas de negro y los tramados manuales también están ahí con un fin: para acrecentar la gravedad de cada situación o para perfilar las emociones de los personajes, respectivamente.

El autor sabe mantener la atención del lector, eso es innegable. Tenemos aquí a un narrador, si bien él se obstina en definirse como ilustrador. Por otro lado, escribe bien. Página 44: "Mientras caminábamos rocé mi mano izquierda con la de Sophie para encontrarme con su sonrisa". Y genera esas imágenes de pensamiento tan características del cómic (el pecho horadado de las páginas finales, con el corazón desintegrándose). Y, para colmo, hasta tiene mensaje, circular y delicioso: En las imperfecciones de las cosas está el atractivo de la vida.

El cadáver y el sofá es como una tormenta de verano. Sorprendente y fresco. Repentino y sobrecogedor. Majestuoso. ¡Y es una obra de juventud!
Los españolitos de a pie ya conocíamos a Sandoval por su John Caronte (+El Revolver) que publicó Recerca Editorial en 2005. Un anticipo de lo que parecía iba a ser otro autor subido al carro las estéticas niponas y la narrativa toon.

Pero, mira ahora. Y su obra Nocturno, algunas de cuyas páginas flotan en su blog, tiene una pinta increíble.

De acuerdo, El cadáver y el sofá es caro, 20 euros. Pero vale cada penique.

El cadáver y el sofá, de Tony Sandoval
La cúpula: Novela gráfica, s/n, Barcelona, 2007
Libro de historietas, 24X17 cm., encuadernación en rústica con solapas, 100 páginas en color
Precio: 20.00 €

Texto promocional editorial: "Al borde del aburrimiento, Polo y Sophie pasan el verano contemplando el proceso de descomposición de un cuerpo abandonado en el campo, el cuerpo de Christian, un chico desaparecido recientemente. Mientras, un lobo negro espía a los chicos desde la maleza.
Una nota de Christian dentro del sofá de Sophie aumenta el misterio? ¿Qué vínculo existe entre el cadáver y el sofá? ¿Cómo murió Christian? ¿Qué tienen que ver los hombres lobo en todo esto?"

Enlaces:
Breve pero intenso blog del autor

Reseña de Manuel Barrero
Tebeosfera recibió servicio de prensa de La Cúpula.

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