Con frecuencia, el cómic ha utilizado sus recursos para jugar con la narración y la interpretación posterior del lector. De hecho, ha sido un método casi generalizado en el mundo del arte, que históricamente ha medido el contenido invisible o simbólico que puede generar una representación concreta. Sin embargo, como imagen fija y secuencial, entre otras muchas cosas, la historieta puede generar sensaciones a medio plazo y transitar entre distintas fronteras, que se complican cuando están presentes conceptos negativos o menos comunes.
Tras especificar con claridad el concepto de cómic fronterizo, el crítico Jesús Gisbert profundiza, para este número de Tebeosfera, en lo terrible y lo siniestro como operadores de sentimientos que cobran mayor o menor fuerza según lo representado, lo sugerido o el contexto, entre otros factores. Para ello, Gisbert estudia y compara las estrategias de dos historietas históricas recientes, La bomba y Monstruos, cuyas páginas dejan entrever, para el autor, cierto horror.
LO TERRIBLE Y LO SINIESTRO EN LA FRANJA DE LA FIGURACIÓN FRONTERIZA
Tebeosfera. Tebeos más allá de la representación
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