Antonio Martín retratado por Pere Olivé. El País
En el proceso de resignificación del cómic, iniciado en los años sesenta del siglo pasado, desempeñó un importante papel la nueva consideración de la historieta convertida en objeto de estudio. Y aquellos primeros acercamientos teóricos trajeron el actual panorama de estudios especializados. Hoy en día diferentes departamentos universitarios cuentan con la historieta como campo de análisis diversos y, en general, los estudios sobre cómic han adquirido rango académico. Pero no siempre fue así. Gracias a ciertos adelantados como Luis Gasca, Antonio Martín o Román Gubern, por citar solo tres nombres del entorno de aquella España de los planes de desarrollo, la historieta despierta un interés teórico como jamás había ocurrido (a diferencia del interés por los estudios sobre cine que suscita este otro medio desde sus comienzos).
Junto a su tarea como estudioso de los tebeos, Antonio Martín ha desarrollado su vida profesional ocupando diversos puestos y desempeñando distintas funciones en la industria de la historieta durante decenios. Esta doble circunstancia, teórica y laboral, lo convierte en un interlocutor privilegiado a la hora de conocer la intrahistoria de nuestro medio. En la entrevista que le concede a Manuel Barrero (y a todos los lectores de Tebeosfera en definitiva), Antonio Martín relata sus experiencias habidas y sus impresiones sobre el sector entre finales de los años sesenta y los primeros setenta pasados, lo que es una forma de acceder a un periodo de la historia del tebeo de nuestro país.
Tebeosfera. Las voces de la historieta
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