Siempre es agradable que la divulgación sobre historieta se vea apoyada por instituciones del Estado o por lo que ya nos hemos olvidado de llamar, como corresponde, Alma Mater. Más que agradable, yo diría que necesario. La Universidad y el Estado deben estar por las viñetas. Deben reconocerlas, abrazarlas, patrocinarlas.
En Argentina lo han hecho, tímidamente primero pero abiertamente después, y siempre gracias a artífices que lucharon denodadamente por ello, como ha ocurrido en Buenos Aires tras los esfuerzos de Laura Vazquez por montar un congreso internacional sobre historieta o los de José María Gutiérrez por rescatar y preservar la memoria de la historieta argentina en los archivos de la Biblioteca Nacional.
En este artículo Manuel Barrero hace reconocimiento de ambas labores a la vez que reseña el primer número de la revista teórica Entre líneas:
LA HISTORIETA EN ARGENTINA. ENTRE UNIVERSIDADES Y BIBLIOTECAS
Tebeosfera. Envidiosfera.
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