Canellas Casals, antes de trabajar casi en exclusiva para la línea de publicaciones de Consuelo Gil una vez acabada la guerra civil, siguió elaborando historias de aventura fantástica, algunas de las cuales contuvieron elementos terroríficos, como la adaptación del folletín publicado en los años treinta por el sello Marco Los vampiros del aire. Esta colección de tebeos todavía mantenía en los cuarenta los planteamientos argumentales de los relatos de aventura fantástica de antes de la guerra, con inclusión de componentes folklóricos incluso, que se modificarían ampliamente a lo largo de las décadas siguientes.
Sobre esta obra dibujada por Darnís, Boix y Boixcar ha escrito una reseña Manuel Barrero:
y ha sido ha sido catalogada la publicación Andrés Álvarez Pérez y Dionisio Platel:
Tebeosfera. Vampiros de las viñetas.
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