jueves, 3 de diciembre de 2009

LA SERIE DE ROBERTO ALCÁZAR Y PEDRIN


Roberto Alcázar y Pedrín fue una serie que no pasó a la posteridad por la calidad de su resolución gráfica ni por la densidad de sus argumentos. Aquellos tebeos eran para entretenerse, pura acción. Pero nacieron con los "25 años de paz" y murieron justo tras este terrible periodo de nuestra historia reciente. Como consecuencia, estos tebeos han sido recordados como los representantes de aquella España de terror, ranciedumbre y carencias. La crítica de nuestra historieta ha juzgado esta serie sólo desde un enfoque, por lo común, y siempre es bueno volver sobre el pasado para comprobar si aquellos juicios pueden completarse o si hay más elementos a tener en cuenta.
Agustín Riera lo ha hecho. Ha elaborado un recorrido preciso sobre la extensión de la serie, su pervivencia, sus personajes, sus referentes posibles y una distinta contextualización.


Tebeosfera. Sin miedo a la nostalgia.

3 comentarios:

Jose Joaquín dijo...

Lo de que nacieron con los "25 años de paz" no me ha quedado muy claro. ¿Hablamos de los personajes o de alguna serie en concreto que se editó?

Porque creo que Roberto y Pedrín nacieron concretamente con el "Primer año de la victoria", 1940, y eso explica muchas cosas que se ven en sus historietas (al menos las primeras).

Manuel Barrero dijo...

Obviamente era una ironía. Cuando Franco o sus ministros planean celebrar, con gran aparato propagandístico, los "25 años de paz" lo hace contando a partir del final de la guerra civil, por lo tanto esta colección nació con el inicio de ese recuento, y para muchos se identifica precisamente con la evolución de España durante esos 25 años.
En este sentido, sí, la serie evoluciona pareja al franquismo. Pero en un análisis de sus contenidos argumentales lo cierto es que no supura mucha propaganda del régimen en estos tebeos... salvo que se quiera ver así por fuerza.

Jose Joaquín dijo...

De hecho, siempre que he leído los comentarios de los autores diciendo que el personaje no buscaba ser parecido a Primo de Rivera me ha dado bastante risa. Jose Antonio era una figura casi mesiánica (sobre todo en aquellos primeros años de dictadura) que aparecía en todos lados: era imposible dibujar a Roberto sin ser conscientes de que se parecía.

También me divierte cuando los autores (y los apologetas fanáticos del tebeo en cuestión) se cabreaban diciendo que el tebeo no está influenciado por su época. ¡Por favor! Puede que ellos no quisieran hacer un panfleto, pero toda obra (cine, cómic, novela, teatro) tiene un contexto del que surge y que explica muchas cosas. Eso no quiere decir que debas ser fascista para disfrutar el cómic, ni que sea malo, pero debemos de reconocer que los tebeos surgen en un contexto (hoy día Carpanta está descontextualizado, en tanto que ver a una persona con hambre de varios días es rarísimo, pero en los últimos años 40 era un personaje con el que se podía identificar mucha gente.

A este respecto, es significativo que Roberto y Pedrín nacieron un año después de acabada la guerra y "murieron" un año después de fallecido el dictador.