
Durante los ochenta surgieron otros discursos en el cómic dirigidos también a criticar el poder pero desde posiciones menos contestatarias y más rebeldes, en las que la violencia pasó de ser un cauce obligado a un ejercicio de estética.
Antonio Santos reflexiona sobre ello apoyándose en la obra Rebelde, de Pepe Moreno, uno de los renovadores -en su tiempo- del cómic, publicada en 1985 por Toutain. Aquí:
Tebeosfera. Rebelión de viñetas
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