Max no deja de crecer desde que comenzó transitando la escena underground en España. Autor marginal, reivindicativo, popular, innovador, renovador, experimental, clásico. Una evolución que parece antitética pero que responde a la realidad de un genio creador que no traza una línea sobre el papel sin antes haber reflexionado profundamente sobre esa acción.
Su reciente obra, Rey Carbón, publicada por La Cúpula, vuelve a señalarnos que el camino del relato contemporáneo pasa por la etimología del propio lenguaje del medio, escarbando en su propia anatomía (la línea, el papel, el grafito del lápiz…), para elaborar historieta muda y pura.
Héctor Tarancón lo deja claro en esta reseña:
CANCIONES SILENCIOSAS
Tebeosfera. El clamoroso silencio de la historieta.
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