Decía Simone de Beauvoir que la primera feminista fue
Chistine de Pizan, veneciana con suerte que pudo dedicarse a la poesía y a
lanzar ideas tan peligrosas en el siglo XIV como que en las mujeres podían
albergar el sentido de la razón, la rectitud o la justicia. Qué locura.
Cinco siglos más tarde las mujeres aún no podían votar, y algunas, armadas de valor, salieron a las calles a defender sus derechos, arriesgándose a la represión y la cárcel, abriendo camino. El derecho al voto que todas gozan hoy se debe en parte a ellas, a las sufragistas peleonas como Davison, Pankhurst, Karr, Fawcett, Sanger o Heathcote. De estas dos últimas se han hecho tebeos, incluso.
El doctor y profesor
Julio Santamaría nos habla de esta esforzada revolución eterna, la de las
mujeres en pos de la igualdad en la vida social, en esta reseña de dos obras
recientes que tratan sobre la vida de dos luchadoras por la igualdad de
sufragio:
Tebeosfera. Si no votas estás fuera.
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