Aquel año de 1917 cayeron los últimos reyes, los autócratas.
La Revolución rusa transformó el mundo, sobre eso no cabe ninguna duda, pero en
su momento no existían los medios de comunicación que hoy conocemos y no fue
una noticia instantánea ni con la repercusión que le concedemos en la
actualidad (aunque hay que decir que un siglo después el regente ruso, Putin,
tampoco ha querido rememorarla como un acontecimiento capital de la historia de
su país).
En su momento, en España tuvo una repercusión tímida en las viñetas
satíricas, lo que revela algo interesante: que debido al contexto en que se
produjo las sociedades ajenas a Rusia se dividieron automáticamente en dos
bandos a la hora de evaluar aquella revuelta del pueblo contra sus zares.
Los eminentes profesores y estudiosos de la sátira española Antonio Laguna y Francesc Martínez nos lo explican en este estupendo documento que
sirve de introducción de lujo a nuestro número dedicado a las revoluciones
socialistas y sociales en los últimos cien años.
Tebeosfera. Tebeolcheviques dibujados.
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