Justo un día antes del Día D (la Batalla de Normandía) nacía el oportuno aviador de fortuna Johnny Hazard, que le sacó partido a su estrecho espacio en los periódicos durante más de tres décadas tras convertirse en espía durante la Guerra Fría.
Hazard es al cómic lo que la aventura es a su apellido. El epítome de la acción sin pausa fue conducido por Frank Robbins con acendrado pulso durante años, en un contexto de competencia (por ejemplo, contra Caniff) y de colaboracionismo (con las modas, porque pasó de pelear con nazis a luchar contra ingenios futuribles), y solo le mató el hartazgo de los lectores.
Este hito de las comic strips lo tenemos recién editado nuevamente por el sello Dolmen y el primer volumen de esa edición ha sido reseñado por Francisco Sáez de Adana. Un lujo en ambos casos.
JOHNNY HAZARD: EL VUELO DEL OLVIDO
Tebeosfera. Sobrevolando los clásicos.