Si Coll fue para TBO una revolución, y para la historieta española un puntal estético, Tha fue el siguiente paso, y para la historieta española la oportunidad perdida. Cuando August Tharrats llegó a este negocio las estructuras se estaban desmoronando pero él estaba enamorado de las viñetas tanto como del jazz. Se incorporó a TBO y aportó dosis de humor y soluciones gráficas imaginativas que en aquella decana revista ya no encajaban. Tha era un poeta del trazo libre en un conciliábulo de artesanos estabulados. De hecho, cuando migró a El Jueves siguió resultando tan extraño allí como aquí. Era así porque Tha era único. Nadie, que se conozca, ha sido capaz de imbricar unas viñetas con otras mediante líneas que se intuían; pocos han llegado a construir historietas con el ritmo leve de la improvisación y con esa amargura blanda, como el lápiz graso.
Jordi Manzanares, el periodista que primero celebró con un documento de referencia los 100 años de TBO, le ha entrevistado para la ocasión.
AUGUST THARRATS I PASCUAL, “THA”
Tebeosfera, el reconocimiento del genio.
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