

Pero hubo otros tiempos en que no lo tenía tan claro, cuando lanzaba una publicación tras otra tanteando el mercado. Exceptuando Pulgarcito y El DDT, revistas que, pese a sus contenidos supuestamente infantiles, tenían también un público adulto y estaban implementadas plenamente en el mercado -infantilizándose gradualmente en razón de la censura y de los vientos que corrían entre los cincuenta y los sesenta-, lo cierto es que en aquellos años probó de todo en busca de un público fiel.

Esos tanteos se hacen más claros en una serie de colecciones que publicó sucesivamente y que bien pudieran considerarse una única colección de prueba: Selecciones de Humor de El DDT dio paso a Ven y Ven, y ésta a Suplemento de Historietas de El DDT, y esta otra a El Campeón de las Historietas. Todas se publicaron sin solución de continuidad, cuando finalizaba una colección la siguiente aparecía a los siete días. Y examinándolas se puede apreciar esa evolución, desde una publicación para mayores como la primera, en ocasiones idéntica a El DDT, a las revistas dirigidas a los jóvenes que fueron las siguientes tres, también similares a El DDT, pero variando levemente de contenidos e incluso de nombre, reduciendo paulatinamente las secciones de texto y aumentando gradualmente la proporción de historietas de aventuras hasta acercarse al canon final de Bruguera.

¡Intenten encontrar diferencias entre ellas!
Tebeosfera. Pasatiempos historiográficos.
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