lunes, 21 de diciembre de 2020

El salto a la gran pantalla de Popeye


Continuando con las adaptaciones al medio audiovisual, este medio, en muchas ocasiones, se alimentó de los iconos creados por el cómic durante las décadas anteriores. Es el caso, efectivamente, de las tiras de prensa y de Popeye, que apareció por primera vez como personaje secundario el 17 de enero de 1929 en Timble Theatre. Cosechando gran éxito entre el público, Elzie Crisler Segar decidió mantenerlo, e hizo de él un reflejo de su tiempo (con el tema de la lucha por la vida). A la vez, lo alejó como producto de entretenimiento combinando fantasía, vodevil, slapstick y screwball comedy, doble faceta que, años más tarde, Robert Altman recuperó para su película Popeye (1980), en la que el público conoció a Robin Williams.

El docente y escritor José Óscar López examina en su artículo, de una forma contextual y expandida, la fuerza chispeante de la creación de Segar, y los aciertos del musical en imagen real, numerosos y anticipatorios a pesar de su fracaso comercial: el humor sarcástico perfectamente comprensible, la inversión del padre oscuro, o el barroquismo del cine posterior.

DEL POPEYE DE SEGAR AL DE ALTMAN

Tebeosfera. Cómics sin reglas.


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