La historieta es representación visual, desde luego, pero sus mecanismos secuenciales introducen intervalos y ritmos que la mente percibe y la pueden sumir en la contemplación. Ivan Pintor Iranzo refiere en su ensayo titulado "Ritmo, trance e intervalo alucinatorio: hacia un pensar hipnótico en el cómic" ciertas ideas que sugiere la expresión "trance del dibujante" (Smolderen). Es una muestra de cómo la reflexión estética no solo no es ajena, sino que se encuentra involucrada implícitamente en esa dialéctica peculiar entre el espacio y el tiempo que se encuentra impresa en las historietas.
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