Isolino,
serie de viñetas que Xaquín Marín viene dibujando diariamente en La Voz de Galicia desde 2006, se ha
convertido en un nuevo clásico de su autor. Su protagonista es un personaje tan
querido como lo fue Gaspariño, del que podría ser su proyección sesenta años
después y que, en cualquier caso, se nos presenta como el alter ego de Marín en
eso que llaman la tercera edad.
Luís
Villamor Canelas analiza la serie, en la que su autor
sigue ejerciendo a diario una crítica sin concesiones, con
una retranca eficaz, abierta a la duda y exenta de dogmatismos, sí, pero
insobornable desde un punto de vista político y social. La corrupción, la
situación de la lengua gallega, la emigración o la explotación laboral figuran
en su frontispicio temático.
Tebeosfera. Vale máis ser
amo dun burro que criado dunha recua