Celebramos estos días el centenario de la revista TBO, aquella que nació con las mismas hechuras que otras antecedentes pero que, en su caso, pervivió y adquirió tanta popularidad que terminaría dando nombre a todos los impresos con historietas, llamados "tebeos" desde los años treinta, y seguramente también desde el final de los veinte.
En Tebeosfera queremos celebrar la fiesta de la imagen y el prólogo que aquella revista supuso para la industria de la historieta española, que se desarrollaría a partir de la segunda década del siglo XX y que hoy muestra un panorama en el que los tebeos ya no son tebeos y en el que sus contenidos son muy distintos a aquellos porque el medio ha evolucionado, así como la industria que le arropa.
Durante décadas, TBO fue un modelo empresarial a seguir: un producto barato, predecible, amable, cómodo, que se mantuvo circulando incluso cuando este tipo de tebeos ya no era del aprecio del público y ya no representaba en absoluto la modernidad. Porque, claro, en su nacimiento TBO sí era lo moderno, era un aliciente semanal, la alegría de muchas familias, un símbolo de que siempre quedaba un huequecito para el optimismo en una España que, durante tantos años, fue una "España de tebeo".
Este número especial de Tebeosfera, repleto de firmas muy solventes (Altarriba, Baena, Capdevila, Conget, De Gregorio, Giralt, Gual, MaCausland, Manzanares, Moliné, Riera, Platel, Pons, Sanchis, Solà), quiere profundizar en lo que significó en su tiempo aquella publicación y también en lo que quedó de ella después. Creemos haber contribuido con un aporte documental de calidad, cuyo editorial está a la distancia de un clic:
TEBEOSFERA, 3ª ÉPOCA, Nº 2 - EDITORIAL
Tebeosfera. A por otros cien!
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