El despertar económico de España en los cincuenta vino acompañado de cierta apertura de miras hacia la consideración de la mujer en sociedad y, en consecuencia, hacia su representación gráfica. La normalización del consumo de productos cinematográficos protagonizados por bellísimas señoritas que prometían los pecados de la carne, la prensa de papel couché plagada de fotográfias de glamurosas chicas, y los primeros logros sociales de la mujer en el mercado de trabajo trajeron consigo nuevos prototipos de señoritas, lo cual quedó plasmado en los tebeos.
Las revistas de historietas con cierto "picante" supusieron la primera oportunidad para muchos españoles de atisbar un ingenuo erotismo en los tebeos de toda la vida. Los títulos que más destacaron en este propósito fueron algunos de Bruguera, como
El DDT o
Can Can, aunque hubo otros.
El estudioso de los tebeos
Jordi Canyissà se ha sumado al presente número de
TEBEOSFERA para regalarnos un excelente artículo sobre los albores de aquel erotismo incipiente.
LA PRESENCIA DE LA MUJER EN LAS HISTORIETAS DE BRUGUERA
Tebeosfera. Artículos burbujeantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario