Aunque Carlos Prunés fue el primer autor español en publicar en Warren, la verdadera avalancha de talento patrio tuvo lugar varios meses más tarde, conducida a través de la agencia Selecciones Ilustradas. Podemos decir entonces que la avanzadilla de la "invasión" se materializó en la persona de
Luis Martínez Roca, uno más de los artistas que pululaban de editorial en editorial, de agencia en agencia y de publicación en publicación, otro dibujante que se inició en la década de los 1950 y creció en el mercado de la venta al extranjero. La obra de Roca en Warren fue escasa y poco significativa. Solo tres trabajos que mostraron estilos diferentes. El primero, en
Vampirella nº 11, de mayo de 1971, con predominio de la figura femenina y un diseño
pop remanente de los trabajos románticos británicos. El segundo, en
Eerie nº 36, de noviembre de 1971, donde imperaba la mancha de tinta y el recuerdo a Breccia. Y el tercero y último, en
Vampirella nº 17, de junio de 1972, más semejante a sus contemporáneos, con el uso de la aguada y las referencias fotográficas. Un final que parecía un principio. Pero Roca siguió por otros derroteros que lo alejaron de Warren, y de una gloria efímera reservada a unos pocos. Hoy lo recordamos en
Tebeosfera.
- LUIS MARTÍNEZ ROCATebeosfera. Seguimos recordando a los olvidados.