Se celebró el vigésimo séptimo festival del manga en Barcelona y fue una fiesta. Ha sido un encuentro muy importante, sobre todo por dos razones. Una, porque ha tenido lugar dentro de los márgenes de lo que ahora llamamos "normalidad" (aunque lo normal actualmente sea proceder con precaución en todo momento, a la vista está el confinamiento en Centroeuropa). Dos, porque demuestra el músculo que el cómic llegado de Oriente tiene en nuestra industria del tebeo.
El manga no solo ha generado neolectores, además ha recuperado a las lectoras de cómic, y también está nutriendo al cómic con muchas nuevas ideas argumentales y propuestas narrativas, con lo que el medio crece y se enriquece. Además, está generando volumen de negocio y no solo para los licenciatarios y los editores, también para los autores españoles, que han formado cantera y están trabajando para el público español y hasta para otras industrias haciendo manga desde aquí. ¡Incluso para Japón! Se mire como se mire esto es bueno.
Da fe de todo ello con entusiasmo y buen tino nuestro colaborador Daniel González, que realizó varias entrevistas durante su recorrido por el 27 Manga Barcelona:
27 SALÓN DEL MANGA. LA VUELTA A LA NORMALIDAD
Tebeosfera. Normangalidad.
Fragmento del cartel del festival obra de Carles Dalmau.