martes, 11 de marzo de 2008

MOTORISTA FANTASMA. GHOST RIDER

EL MOTORISTA FANTASMA

LA IMPORTANCIA DE LEER LA LETRA PEQUEÑA DEL CONTRATO.

Por Antonio Santos (de su serie La voz en el desierto, entrega 40)

En la ENCICLOPEDIA DE LA BRUJERÍA Y LA DEMONOLOGÍA, del DR. R. H. ROBBINS, se recoge el siguiente PACTO CON EL DIABLO: Pacto entre el Diablo y un noble de Pignerole, firmado en 1676 (…) documentos fáustico y aparatoso(…). Enumera 28 condiciones en las cuales el noble exige respeto, riqueza, don de lenguas, etc., pormenorizadas y muy estrictas. En su Pacto con el Diablo, JOHNNY BLAZE bien podría haber obligado a la inclusión de la número 27: Debes prometerme que respetarás estas cláusulas, todas y cada una de ellas, y que las cumplirás diligentemente. Si cometes algún fallo, aun el más leve, o si muestras el menor descuido, este contrato quedará rescindido y carecerá de validez. Pero, en su apremio inexperto, Johnny fue víctima de aquél que más sabe por viejo que por Diablo, y eso que andaba aconsejado por siniestros GRIMORIOS.

Por tercera vez tocamos una historia urdida con elementos harto polémicos: la religión y la fe. Dado el fervor de la SANTA COMPAÑA LAICA que nos barrena, no tenemos la seguridad de escapar de su furia fanática e inquisidora y la hoguera.

Dato: analizamos los tres tomos editados en 2007 por PANINI de la siempre estupenda BIBLIOTECA MARVEL.

Datos técnicos.-

El Motorista Fantasma. Biblioteca Marvel, publicada por Panini España, 2007. Tres tomos de 160 páginas cada uno. Creado por GARY FRIEDRICH y MIKE PLOOG en 1972 para MARVEL. Aparecido originalmente en MARVEL SPOTLIGHT, número 5. Rápidamente obtendría su serie propia. Guionizan, postFriedrich: MARV WOLFMAN, DOUG MOENCH, TONY ISABELLA, BILL MANTLO. Dibujan, postPloog: TOM SUTTON, JIM MOONEY, HERB TRIMPE, SAL BUSCEMA, FRANK ROBBINS, GEORGE TUSKA, BOB BROWN. Entintado por FRANK MONTE, Jim Mooney, CHIC STONE, SYD SHORES, FRANK CHIARAMONTE, JOHN TARTAG, VINCE COLLETA, SAL TRAPANI, JACK ABEL, GEORGE ROUSSOS, FRANK GIACOIA, MIKE ESPOSITO, DON HECK. RAIMON FONSECA, además de surtirnos de valiosos datos y anécdotas, ¡se pule el correo del lector! Realiza y rotula FORJA DIGITAL. Traduce: ENRIQUE JOGA. ISBN: 987-84-96734-33-3. Coste de cada tomo: 5,20 euros. Rentabilizados.


De qué va.-

FAUSTO reencontrado a lomos de una HARLEY DAVIDSON.

Turbio negocio.-

El que Johnny Blaze hace con el SEÑOR DE LAS MOSCAS, alias de SATANÁS, ese mismo SATÁN que tienta a JESUCRISTO en el desierto y que, por desavenencias con la Dirección, fue expulsado del CIELO. Conservó el estatus de ángel, pero en calidad de caído.

El tema del mortal que vende su alma al Diablo es otra de las grandes recurrencias literarias. En este caso, el acróbata motociclista sin par Johnny Blaze vende la suya a cambio de la salud de su padre adoptivo, CRASH SIMPSON (con semejante alias, se intuye tragedia), pues el progenitor de Johnny, BARTON BLAZE (de la madre, ni palabra) se mató durante una acrobacia, y Johnny decide que eso de perder dos padres como que no. (Y en vez de procurar por su padre, vende su alma por su padre postizo; ya le vale.) El Diablo (un tipo con el cual no conviene mercadear: es un hábil tramposo y embustero) lo tima. Haciendo honor a su nombre, Crash se la pega y diña en accidente, y no del cáncer que lo roía.

Reclamado el pago, el Diablo descubre que Johnny cuenta con la protección espiritual y pura (virginal) de la hija (y novia de Blaze) de Simpson: ROXANNA (sí, como la amada de SAVINIEN II CYRANO DE BERGERAC y la de OZIMANDIAS), que, trasunto de la MARGARITA de Fausto, impide al Diablo cobrar. Inasequible al desaliento, cual COBRADOR DEL FRAC, el Diablo enviará torpedos a liquidar, infructuosamente, la deuda.

El argumento anda pillado (pues Friedrich se tiró al palo de la jerigonza sentimental/emocional estilo Marvel, tipo culebrón SOAP STORY), pero funciona. En el fondo, que GHOST RIDER copie la estructura de Fausto tiene un valor cultural, porque apuesta por un lector que, en algún momento, hará la transición entre el tebeo y la novela, o los compaginará (una virtud que posee la historieta, desdeñada con altiva arrogancia por esos eruditos firmamanifiestos: es un vivero de futuros lectores). Lo trágico sería que el lector afirme que Fausto es una buena versión de El Motorista Fantasma, que de todo hay.

El Motorista Fantasma galopa de nuevo.-

Debemos agradecer a Fonseca el prolijo detalle de todos los datos que nos permiten contemporizar con el material y ser indulgentes con sus abundantes limitaciones y despropósitos. Y es curioso que, entre las referencias citadas, olvide Fausto, la más clamorosa de todas. Bien nos recuerda que el título toma su nombre de un tebeo del Oeste (dibujado por FRANK FRAZZETA) y cómo Ghost Rider constituyó una de las avanzadillas de la FASE DOS de Marvel que iban a quebrar el maligno influjo del COMICS CODE. También nos vende la moto de que Friedrich se merece un altar por esta saga, aunque dista de semejante canonización. Este scriptor bien comprende que ha de publicitar el producto, pero se arriesga a que le hagan notar lo exagerado de su entusiasmo.

Al Diablo lo entienden los católicos.-

Porque Friedrich (que parece un apellido judío, o cristiano no católico) tiene un concepto del Diablo burdo y pueril, sobre todo, para un hombre que se ganaba el bollo diario con su imaginación. No plasma el clásico del lúbrico macho cabrío, impostado en la cristiandad del CERNUNOS celta. Su concepto es el cliché del calvo cornudo, con cola acabada en punta de flecha y tridente, color rojo-no-comunista, sino salchicha-de-pollo, a años luz de la estremecedora concepción que se intuye en la película de MICKEY ROURKE EL CORAZÓN DE ANGEL (FALLING ANGEL, novela de WILLIAM HJORSTBERG, guionista de LEGEND, donde muestra un espectacular ser maligno con trazas diabólicas), o que incluso se reseña en EL EXORCISTA (WILLIAM PETER BLATTY), novela basada en un suceso real acaecido en 1947.

El Diablo es un ser frío y abismal (LA DIVINA COMEDIA), indescriptible, y encorsetarlo en un estereotipo de la farándula no es más que una flaqueza infantil. Tan corto de miras es el tratamiento Friedrich que nos pinta un Diablo que más parece un hijo expósito, o un bandolero apócrifo, de los SIETE NIÑOS DE ÉCIJA, inquilino de cavernas alumbradas con hogueras para asar morcillas (¡lo que diría JOHN MILTON, después de su PARAÍSO PERDIDO!). Una apuesta por lo imaginativo podría haber permitido a Friedrich concebir una joya y engastarla en el variado y rico Universo Marvel, hacer más cautivador a su personaje por su carácter de innovación que por la cándida oleada de nostalgia que suscita. Pero, es injusto acumular defectos solo en el escritor: el apartado gráfico también va despachado de carencias que tardarán en subsanarse.

De haberse topado este Johnny Blaze con un guionista católico dispuesto a innovar (como MIGNOLA parece hacer con HELLBOY, recurriendo a un vasto fondo documental), seguramente el concepto del Diablo y el tratamiento de la saga hubiese sido más solemne y oscuro, en la línea que se logró con SWAMP THING (algo que Fonseca nos asegura que perseguía ROY THOMAS con esta serie).

El Diablo gusta de verse.-

Pero no se hallará en las mediocres planchas que Sutton deja tras de sí, aunque se nos enmarque su labor como esplendorosa. El Motorista Fantasma dispensa detalles sumamente groseros que también suele ser una deficiencia MAKE MINE MARVEL. Ejemplo: tomo 2, página 15, viñeta 8: ¡el Motorista toma un taxi! ¡Con su pinta macabra y espeluznante! ¡Y el taxista lo admite (tras un proceso de asimilación/explicación absurdo)! ¡En un país donde por ser negro los taxista te ignoran! Y esta es la estridencia más inofensiva. Enfrentado a moteros vandálicos (era la época de las bandas tipo ÁNGELES DEL INFIERNO, que culminarían en el barbarismo de MAD MAX), un ambiente que se suponía iba a saturar estas páginas, ¡Johnny Blaze se deja tundir por un macarra motero porque le asusta usar sus poderes infernales! Mientras que para otro convicto de los Infiernos, SPAWN, es una cuestión de que, a mayor uso, más se hunde en el abismo, ¡en Blaze es una cuestión de pudor! Superpoderes, ¿para qué os quiero, si me aterra usaros?

Fonseca vierte hinojos sobre estas planchas cuando debería correr sobre ellas un tupidísimo velo. Elude referirse a la más interesante subtrama que constituye el dilema de Crash Simpson, preso de Satán, obligado a matar a Roxanne, su hija, si quiere recuperar su alma, y así explorar sobre los límites del egoísmo ante las lealtades filiales. Resalta la escalofriante labor de Sutton como si fuese la mucho más sana, brillante, esplendorosa, de George Tuska, que cierra el tercer volumen. ¡Pero si Sutton dibujó a Blaze montando su moto como si estuviese en cuclillas defecando!

El despropósito final es el GUEST STARRING de Jesucristo, intercediendo por Blaze, ya que Roxanna, estresada por la presión satánica, cede su protección.

Esto es una venenosa contradicción: la CASA DE LAS IDEAS es un invento eminentemente judío. ¿Cómo encaja eso con su credo? Parece una concesión a la aparente superioridad del cristianismo. Suponemos que lo harían relativizando. El negocio es, ante todo, el negocio. ¿No han sido judíos los que han hecho las mejores películas sobre Cristo, después de todo?

Adiós, Friedrich.-

Con lo cual penetran otros escritores que sanean el personaje y rompen sus ligaduras, barrenando la mediocridad pueril del creador. El Motorista empieza a alternar con las grandes figuras de la mitología Marvel (lo apuntan a LOS CAMPEONES, recordémoslo), jalonándose un nombre, cobrando un número de atributos y poderes que lo han transformado en un sólido referente de aquellos tiempos gloriosos Marvel, alejándose de las paranoias existenciales hueras.

Atrás queda el tumultuoso barullo de DANZA DE SERPIENTE (ese émulo del THULSA DOOM del film CONAN EL BÁRBARO) y el desquiciado complot indígena; se acaba la Soap Story y el celoso SLADE, carne, ¡cómo no!, de Infierno, porque Friedrich fue notable en eso de despachar gente para allá. Y vamos a resolver un enigma que Fonseca expone como si fuese de una cuestión capital, sin pretenderlo sin duda: ¿quién creó al HIJO DE SATÁN? (¡Toma ya! ¡EL ANTICRISTO, en tebeo!): ¡Herb Trimpe! Porque Sutton sólo pinto a un tío sin rasgos y con gabardina (a lo JOHN CONSTANTINE, cópiatelo, Raimon, que ése también se te ha escapado), pero la facha entera es la que le atribuye Trimpe.

Highwayman to the Hell.-

NICOLAS CAGE llevaba décadas anhelando protagonizar una película de superhéroes y no tarda un instante en entretallarse el mono motero de cuero (a imagen de ELVIS, nos dicen) y encarnar la flameante figura de Johnny Blaze con más pena que gloria en una película deficiente, sin ambición, ni espíritu de riesgo. Cage es ya madurito y no encaja con la imagen del joven impetuoso y alocado (y luego abrumado por las consecuencias de sus actos) Blaze de los tebeos.

La película/adaptación, que refleja casi todas las etapas sufridas por el personaje en su bagaje gráfico y reparte su elenco en otros papeles y situaciones, apenas logra un 4. Está salpicada de unos pocos momentos (casi todos ellos gracias a los FX), en los cuales se detecta que al director/guionista lo ningunearon tanto el protagonista como los productores (entre los cuales se halla STAN LEE), maleando de mala manera el producto. El planteamiento como Johnny Blaze “firma” el pacto enmienda el despropósito cabalista (de trajín) urdido por Friedrich y ofrece unas motivaciones más cuidadas, maduras, que nos estimulan la simpatía, sino por el Diablo, sí por su víctima, Blaze.

Irónica actuación de PETER EASY RIDER FONDA en plan IAN PALPATINE MCDIARMIND, destacando el papel de eterno vaquero de SAM ELLIOT y el toque a JUDGE DREDD: los diablos enemigos parecen un trasunto macarra (en la línea de los vampiros de BLADE) de los JUECES TENEBROSOS que ocasionalmente barren MEGA CITY ONE.

Toda pelea queda resuelta con un buen trallazo de cadena incandescente. Eso de usar los puños es analógico, está desfasado. ¡Qué no decir ya de lanzar fuego con las manos! Con la chorrada de LA MIRADA DE CASTIGO (igual de grande que lo de EL ESPÍRITU DE LA VENGANZA, o más), cosa de EL CUERVO, vas que ardes, chaval.

EVA MENDES, actuando como Roxanna, ha hecho comprender, en toda su extensión, el término CHICA FLORERO a este scriptor. Aparte de regalarnos la vista… ¿qué hace en esta película? ¡Al menos, la Roxanna del tebeo obstaculizaba el intento de Satán de cobrar su deuda!

Recapitulando.-

Panini suspendió El Motorista Fantasma justo cuando más interesante se ponía. Prometió volver con más (según el impacto comercial; no ha parecido el apropiado), pero hasta la fecha, no ha cumplido su palabra.

El principal aliciente de estos tomos reside en que cuentan la génesis de un entrañable personaje cargado de atractivos sistemáticamente desperdiciados. Cierto que tales atractivos deben ofrecerse en justa cantidad, porque en grandes series agota y aburre. Su parto se produjo en términos mediocres y fue llevado a cabo por doctores que, aunque no incapaces, no estuvieron a la altura. Como le ocurre a todo este material rescatado para nuestro deleite, acumula un poderoso reclamo que, una vez superado el farragoso titubeo inicial de sus primeros números (y gracias a la inyección de fuel de unos autores más brillantes), posee un encanto, una originalidad y un talento que, a duras penas, hoy puede encontrarse.

Lo mejor.-

El dibujo de Tuska.

La viñeta.-

De lo mala que es, la 3, página 116, tomo 1.

La frase.-

Esfuerzo infructuoso, como mencionar una página en especial.

Lo peor.-

El dibujo de Sutton.

Reseña de Antonio Santos

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