El sello Clíper se sumó a la moda de las revistas humorísticas en el final de los años cincuenta al compás de la proliferación en España de la prensa gráfica, de variedades y de espectáculos, que fue notoria en el segundo lustro de esta década. El DDT y Tío Vivo, entre otros títulos, abrieron un sendero hacia un negocio en el que quisieron participar todos. Hasta que dejó de ser negocio.
LA OLLA, revista de Clíper efímera que presentamos hoy, ofreció series y autores no exentos de interés, como: "La criada fisgona" por Pedro García Lorente, "Teófilo sereno" por José Cubero, "Celuloide en ripios" (sección similar a la de "Vidas ejemplares" pero sobre películas de cine) por Joaquín Muntañola, "Don Revés" y "Pomponio Funesto" de Schmidt y las consabidas secciones de texto, junto a colaboraciones de lo más granado en humorismo de aquellos años: Peñarroya, Cifré, Escobar, Tinet, Enrich, Ayné, Urda...
LA OLLA, revista de Clíper efímera que presentamos hoy, ofreció series y autores no exentos de interés, como: "La criada fisgona" por Pedro García Lorente, "Teófilo sereno" por José Cubero, "Celuloide en ripios" (sección similar a la de "Vidas ejemplares" pero sobre películas de cine) por Joaquín Muntañola, "Don Revés" y "Pomponio Funesto" de Schmidt y las consabidas secciones de texto, junto a colaboraciones de lo más granado en humorismo de aquellos años: Peñarroya, Cifré, Escobar, Tinet, Enrich, Ayné, Urda...
Tebeosfera. Quien tiene hambre atiza la olla.
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