EFE informaba esta mañana de que a eso de las cuatro de la madrugada la policía danesa ha detenido a cuatro personas sospechosas de planear un atentado contra uno de los dibujantes del rotativo "Jyllands Posten", uno de los que participó en aquel artículo de la sección de Cultura donde se ponía a prueba el límite del temor y el deseo de imponer la libertad de expresión a la autocenrusa de los humoristas gráficos del país, a quienes se les pidió que dibujasen a Mahoma.
Un portavoz de los servicios secretos daneses PET confirmó esta mañana que la operación para desmantelar la presunta célula terrorista tuvo lugar a primera hora de hoy en la localidad de Aarhus. Añadió que las detenciones tuvieron carácter "preventivo" y se efectuaron cuando los presuntos terroristas se encontraban "en la fase inicial" de los preparativos para atentar contra uno de los 12 dibujantes que caricaturizaron a Mahoma. Según fuentes policiales, el caricaturista amenazado fue el que representó a Mahoma con un turbante simbolizando una bomba, o sea Kurt Westergaard, firmante ‘KW’.
Según leemos en ABC, el director del diario, Carsten Juste, indicó hoy en la edición digital del rotativo que había "planes muy concretos para asesinar a Kurt Westergaard". El caricaturista, de 73 años y su esposa Gitte, de 66 años, llevaban meses bajo protección policial.
"La dirección de Jyllands Posten ha seguido durante varios meses con gran preocupación los esfuerzos discretos de la Seguridad Danesa y de los Servicios de Inteligencia para proteger a Kurt Westergaard contra planes concretos de asesinarlo. Esperemos que las detenciones hayan servido para impedir estos planes", destacó el director del diario. Recalcó que se "demonizó" y amenazó a un dibujante que siempre ha sido profesionalmente escrupuloso y ha trabajo con respeto a "las leyes y el código deontológico daneses".
El propio afectado señaló, también en declaraciones a la edición digital del diario, que las fuerzas de seguridad le habían puesto al corriente de los planes que existían contra él, pero que más que temor sintió "ira" e "indignación". Westergaard dijo sentir furia de que se haya abusado de su persona para "sembrar tanta locura". Además, manifestó su temor de que las "malsanas" repercusiones de su caricatura puedan durar "para el resto" de su vida. "Es triste, pero se ha convertido en una circunstancia de mi vida", añadió.
Recordemos que el diario "Jyllands Posten" publicó en setiembre de 2005 una docena de caricaturas del profeta Mahoma que inicialmente pasaron desapercibidas, pero que meses después provocaron una ola de protestas en varios países de religión islámica. Las manifestaciones de protesta contra la publicación de las polémicas caricaturas llegaron a provocar más de un centenar de muertos en distintos países. Mientras que desde Europa o Dinamarca se ha pedido perdón insistentemente y se han aplicado todos los supuestos jurídicos y diplomáticos al asunto, desde el Islam no se han puesto fin a las atrabiliarias fatuas que claman por la muerte de estos profesionales de la imagen.
Triste mundo.
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