Pese a las voces que consideran el cómic no ya como un arte híbrido, sino como resultado de la interacción entre imágenes y texto (específicamente globos o bocadillos, aunque también cartelas y otros textos de apoyo) en el seno de la viñeta y de la plancha, lo cierto es que existe en la historia de este medio una rica tradición de historietas mudas o silentes que van, desde sencillas tiras o strips, hasta complejas novelas gráficas. En esta ocasión, Katerina Valentova examina, a partir de un escogido corpus de "tebeos silenciosos", algunas características de la semiótica de este tipo de cómics sin palabras, así como los rasgos pertinentes de su poética visual.
Las historietas, con palabras o sin ellas, son el alimento de Tebeosfera
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