Claro que ese pulso no abunda. Krigstein lo tenía y él mismo era consciente de ello, siendo uno de esos autores de cómics que han considerado que su "arte" estaba por encima de la "industria".
Sobre este particular reflexiona el excelente teórico Álvaro Nofuentes, que demuestra con este artículo un profundo conocimiento del medio y sobre uno de los nombres capitales de la historieta norteamericana de todos los tiempos.
Atentos a sus conclusiones:
KRIGSTEIN. EL CÓMIC COMO ARTE
Tebeosfera. Artistas del documento.
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