Con un presupuesto de partida escasamente original (si han ido al cine a ver John Carter sabrán el porqué), Richard Corben construyó un mundo utópico pero salvaje por el que rondaban seres exóticos, turgentes, depilados y con todo grande.
Ese mundo sedujo a todos en los tiempos de la explosión del sexo en los cómics. Era el mundo de...
Tebeosfera. Series carnosas.
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