Pocas veces tenemos la oportunidad de acercanos a ciertos cómics llevados de la mano del cicerone perfecto. Admirar en toda su dimensión una obra exige colocarse en su contexto, comprender su tiempo, entender su lenguaje -nada fácil en algunos casos- y saber alejarse lo suficiente del gusto personal para obtener una visión panorámica.
Si se trata de Al Capp y su magna obra Li`l Abner entonces necesitamos un buen acompañante, porque su lectura exige un excelente conocimiento del inglés y sus jergas, unas nociones básicas sobre historia de los EE UU, un mínimo acercamiento a la trayectoria de su creador, y el fino sentido de análisis que puede tener un hombre culto y viajero, un escritor como José María Conget.
Conget ama la historieta y lo ha demostrado en varios textos sobre el medio (El olor de los tebeos, Espectros, parpadeos y Shazam, La aventura estética de los tebeos), ha sido comisario de exposiciones internacionales (fue responsable de El cómic en la democracia española 1975-2005, organizada por el Instituto Cervantes, y verán su firma en el catálogo de Tebeos, la muestra que hoy se exhibe en Angulema), pero lo más importante es que su estancia en los Estados Unidos le hace uno de los mejores intérpretes de una de las obras maestras del cómic que menos se conoce en nuestro país. Y la lectura que hace Conget de Li`l Abner, de su dimensión festiva, de la carga erótica de sus personajes femeninos y del odio hacia las feministas desarrollado por Capp es inigualable:
LA IMAGEN DE LA MUJER EN LI`L ABNER
Tebeosfera. Magnífica imagen.
Si se trata de Al Capp y su magna obra Li`l Abner entonces necesitamos un buen acompañante, porque su lectura exige un excelente conocimiento del inglés y sus jergas, unas nociones básicas sobre historia de los EE UU, un mínimo acercamiento a la trayectoria de su creador, y el fino sentido de análisis que puede tener un hombre culto y viajero, un escritor como José María Conget.
Conget ama la historieta y lo ha demostrado en varios textos sobre el medio (El olor de los tebeos, Espectros, parpadeos y Shazam, La aventura estética de los tebeos), ha sido comisario de exposiciones internacionales (fue responsable de El cómic en la democracia española 1975-2005, organizada por el Instituto Cervantes, y verán su firma en el catálogo de Tebeos, la muestra que hoy se exhibe en Angulema), pero lo más importante es que su estancia en los Estados Unidos le hace uno de los mejores intérpretes de una de las obras maestras del cómic que menos se conoce en nuestro país. Y la lectura que hace Conget de Li`l Abner, de su dimensión festiva, de la carga erótica de sus personajes femeninos y del odio hacia las feministas desarrollado por Capp es inigualable:
LA IMAGEN DE LA MUJER EN LI`L ABNER
Tebeosfera. Magnífica imagen.
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