Thermozero cómics vio la luz en mayo de 2011 para demostrar que desde los afluentes del fanzinismo se llega hasta la calidad. Esta revista, dirigida por Víctor Romano y Óscar Senar, abraza en sus páginas casi todo el cómic maño.
Desde la portada, de David Daza, hasta la última historieta, escrita por David Guirao, la revista constituye un escaparate de lo mejor que se hace con el cómic en Zaragoza y aledaños, no sólo reclutando a todo dibujante de la región, también aportando textos que se detienen en las noticias locales, o que consisten en entrevistas a autores zaragozanos o artículos sobre el cómic en... Zaragoza. Todo queda en casa. Pero es un todo de calidad.
Autores como Chema Cebolla o Víctor Gomollón sorprenden. Pero el nivel no baja, y los secudan Correas y Burdío; y no digamos ya Queco e Irati Fernández, que nos cuentan una inolvidable historia sobre un dinosaurio inofensivo.
Hay muchas páginas dedicadas a autores más noveles, y se les entreveran otras que son brillantes (las de Bribián y Moratha, por ejemplo), y la sección de reseñas se beneficia con la pluma popular de Juan Royo, otro valor zaragozano. De los textos publicados en este número 1 el más interesante para nosotros ha sido "El nuevo cómic de Zaragoza en los años ochenta", un trabajo de Dionisio Platel que rescata la memoria de algunos títulos emblemáticos del fanzinismo local y algunos varios posteriores que no deben caer en el olvido (Zeta, TVO, El Balano, El Japo).
Desde la portada, de David Daza, hasta la última historieta, escrita por David Guirao, la revista constituye un escaparate de lo mejor que se hace con el cómic en Zaragoza y aledaños, no sólo reclutando a todo dibujante de la región, también aportando textos que se detienen en las noticias locales, o que consisten en entrevistas a autores zaragozanos o artículos sobre el cómic en... Zaragoza. Todo queda en casa. Pero es un todo de calidad.
Autores como Chema Cebolla o Víctor Gomollón sorprenden. Pero el nivel no baja, y los secudan Correas y Burdío; y no digamos ya Queco e Irati Fernández, que nos cuentan una inolvidable historia sobre un dinosaurio inofensivo.
Hay muchas páginas dedicadas a autores más noveles, y se les entreveran otras que son brillantes (las de Bribián y Moratha, por ejemplo), y la sección de reseñas se beneficia con la pluma popular de Juan Royo, otro valor zaragozano. De los textos publicados en este número 1 el más interesante para nosotros ha sido "El nuevo cómic de Zaragoza en los años ochenta", un trabajo de Dionisio Platel que rescata la memoria de algunos títulos emblemáticos del fanzinismo local y algunos varios posteriores que no deben caer en el olvido (Zeta, TVO, El Balano, El Japo).
THERMOZERO
"Thermozero cómics" es también el título de una exposición que aún sigue y en la que se muestra lo mejor del primer número y algunos avances del segundo, un tebeo a punto de salir y que muchos esperamos con verdadero interés:
THERMOZERO EXPO
Tebeosfera. Recensiones con reseña.
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