Hay alguna parte de la historia de nuestros tebeos que siempre nos ha quitado el sueño.
Por ejemplo: ¿Por qué Historias para no dormir fue el primer tebeo monográfico de horror en España? ¿Por qué tan tarde, por qué con esos contenidos? ¿Por qué se lanzó Dossier Negro en 1968; precisamente en ese año...?
Durante los años sesenta en España sólo pudimos disfrutar de un puñado de cómics de horror procedentes de la factoría británica IPC, que sirvió algunas de sus series a sellos como Rollán o Vértice, de entre las cuales Max "Audaz", Val Venture, Galaxus, Kelly "ojo mágico" u otras contuvieron elementos de horror.
Pero no teman: nuestro subdirector Javier Alcázar se ha atrevido a escarbar en los cimientos del horror de esta época y, tras mucho esfuerzo, nos brinda algunas de las claves sobre el verdadero nacimiento de este género en los tebeos de nuestro país.
Tebeosfera. Las claves de nuestros tebeos al descubierto!
4 comentarios:
Recuerdo perfectamente alguno de estos tebeos. Concretamente había uno sobre vampiros que me encantaban
Siempre me intrigó la larga longevidad de Dossier Negro. Al final parece ser que duró mucho simplemente porque era la mejor.
Dossier Negro cerró antes de que empezaran a caer en cadena todo ese tipo de revistas a principios de los 90. Así que uno imagina que fue la competencia con las de Toutain la que acabó con ella.
Hola, amigo anónimo.
He intentado esbozar en el artículo algo de la trayectoria de Dossie Negror, sobre todo en sus inicios, pero la revista merece un artículo para ella sola.
Yo creo que duró tanto porque se atrevió a renovar sus contenidos periódicamente. El Dossier Negro de 1970 no es el mismo que el de 1975 ni que el de 1982. Y cre que lo que acabó con ella fue el desgaste del público por este tipo de temas: el final del reinado del terror a mediados de los 80, tal y como se entendía hasta entonces, hasta su nuevo resurgir a principios del siglo XXI.
El mismo anónimo.
Antes que nada, muchas gracias por este artículo sobre el horror en España. Muy ineresante.
No sé si está del todo claro que el público se cansara exclusivamente de esta concepción del horror o si es un problema más amplio que abarca también cierta concepción de la ciencia ficción y la fantasía. O un cansancio de toda una manera de entender el cómic.
La verdad es que era algo anacrónico encontrar en los 80 revistas cuya idea del horror parecía estar basada en el cine de los 60, mientras que el cine de los 80 parecía estar tirando hacia propuestas más agresivas como el gore de "Viernes trece". Quizá fuera la deuda y el lastre de Warren y la influencia de su "Famous Monsters of Filmland".
Toutain pareció darse cuenta de esto, pero tarde. Al principio de la segunda época de su Creepy introdujo el "Hunter" de Mike Ratera: puro gore. Otra vez tarde, un terror de los 80 publicado en los 90.
El horror en este país no parece haber ido mucho con los tiempos.
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