Dentro del cómic de superhéroes, los mutantes han sido, desde su creación en el año 1963, una representación de la alteridad y del consiguiente rechazo a esa circunstancia por parte de la sociedad. Con el paso de los años esto ha llevado a que estos personajes se caractericen por su condición de seres sufrientes, víctimas de la incomprensión, pero también de las transformaciones que sufre su cuerpo. Esta idea ha trascendido los propios cómics y forman parte de la aproximación que un autor como M. Night Shyamalan realiza a la figura del superhéroe en su trilogía formada por El protegido (Unbreakable, 2000), Múltiple (Split, 2016) y Glass (2019).
El teórico Iván Pintor Iranzo analiza, para el último número de Tebeosfera, cómo este director construye, a través de su obra, una filosofía del cuerpo como un estudio de las patologías contemporáneas, a partir, precisamente, de ese sufrimiento inherente a la figura del mutante.
ONTOLOGÍA DEL TRAUMA EN LOS SUPERHÉROES DE M. NIGHT SHYAMALAN
Tebeosfera. Tebeos sin trauma
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